HACE DOS DÉCADAS EL ACTUAL GOBIERNO PROMETIÓ UNA NUEVA CÁRCEL PARA CIUDAD BOLÍVAR
En junio de 2001, el gobierno de Antonio
Rojas Suárez anunció que estaba impulsando un cambio radical en el sistema
carcelario con la ejecución del proyecto del nuevo recinto penitenciario de
Ciudad Bolívar.
Se esperaban prometidos recursos por el
orden de 12 millardos en una primera fase a través de la “Ley de Sobre Marcha”,
para iniciar la obra. Esta obra iba a ser piloto a nivel nacional, ya que
Bolívar sería el primer estado en operar con un centro penitenciario de este
tipo de construcción no convencional, es decir, multifuncional y garantía de
máxima seguridad, con cercas perimetrales y tecnología de avanzada.
El mismo se construiría modularmente, de
manera que permitiría ampliaciones de acuerdo con el crecimiento de la
población carcelaria.
Su sede contaría con un auditorio para
eventos especiales, en el que la comunidad tendría acceso y participar del
mismo. Otra de las ventajas competitivas es que en el mismo se implementaría un
programa de inserción de los reos a la comunidad, tanto hombres como mujeres
del cual ya se habían elaborado los estudios previos y pertinentes.
Decía el estudio que se dictará todo
tipo de talleres como: pintura, albañilería, carpintería entre otros, y en
función de ofrecer a los procesados la oportunidad de convertirse en microempresarios
al momento de haber saldado sus cuentas con la justicia.
Ofrecer también prerrogativas como las
de enjuiciamiento dentro de salas habilitadas para ello, sin que haya la
necesidad de traslado del reo, sino a los jueces hasta el centro. La locación
que se ha destinado para levantar este centro penitenciario está ubicada en las
adyacencias de la parroquia Marhuanta, cuenta con 300 hectáreas de las cuales
en un principio se usarán 70, y brindará un albergue a alrededor de 1.500
personas. La construcción en su primera fase generará 4 mil empleos. El próximo
viernes 29 habrá una presentación del proyecto en el municipio ligadas al
ámbito de la seguridad.
Ciudad Bolívar siempre tuvo y ha tenido
cárcel para recluir a los procesados en los tribunales de justicia. En tiempo
de la Colonia, la cárcel estaba ubicada entre hoy Paseo Orinoco y calle
Igualdad. Era conocida como Cárcel Real y estuvo activa desde finales del siglo
dieciocho hasta 1951 cuando los presos fueron recluidos en una cárcel moderna
que se conocía como Cárcel Modelo, después Cárcel Nacional. También Cárcel
Nueva y finalmente cárcel de Vista Hermosa.
El director de Obras Públicas Nacionales
en el estado Bolívar era ese año de 1951 el ingeniero Antonio Burguillos, quien
una vez concluida la obra, la presentó como un centro para la seguridad,
disciplina y regeneración de presos.
Su estructura de cinco cuerpos y dos
plantas incluía edificio para la administración. El primer cuerpo destinado a
talleres; el segundo, para alojamiento de 60 presos en cada planta, con cuatro
dormitorios colectivos y en el piso superior los servicios de mantenimiento. La
planta baja con diez celdas individuales y varios dormitorios colectivos. En el
tercer cuerpo de una sola planta: la cocina, comedor y lavandería. El cuarto
cuerpo de una sola planta, destinado a reclusas, capacidad para veinte mujeres,
además de sala de enfermería y farmacia. Y el quinto cuerpo de dos plantas
destinado para alojamiento del alcalde, parte superior, y la de abajo para
oficinas.
Antes de transferir los reclusos de la
Cárcel Vieja a la Cárcel de Vista Hermosa fue estrenada por los presos
políticos de la dictadura militar de Pérez Jiménez, que se hallaban en los
campos de concentración de Guasina y Sacupana de la región deltana. Hoy en día,
la cárcel de Vista Hermosa se halla hacinada, en estado deplorable, rodeada por
el crecimiento urbano de la ciudad y
esperando la nueva Cárcelk prometida hace 19 años. (AF)
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