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domingo, 10 de noviembre de 2024
LOS RUIDOS DEL MUNDO
LOS RUIDOS DEL MUNDO
El Poeta escribió en poesía abstracta “Los Ruidos del Mundo”. Barrunto que no se refería a la Tierra que gira sobre un eje imaginario a la vez que se traslada alrededor del Sol durante 165 días y seis horas al final de los cuales sus habitantes celebran con una gran fiesta, sino que se refería a “Mundo Nuevo”, una antigua tierra de misioneros catalanes donde abundan la leche, el queso y el ganado vacuno que cuidaban los llaneros y sus hijos que en mala ocasión lo llevaron a un bosque donde fue golpeado en un acto que no podía entender sino bajo las ruedas del primer camión que rodara por su lado y que un viandante intuyó rescatándolo para una vida mejor, pero que estuvo atormentada durante toda su existencia que la sicóloga comprendió cuando le regaló un cencero de Nairobi, la capital de Kenia, el país de los rinocerontes negros, donde una vez estuvo Gracielita, la hija de la poeta Mimina Rodríguez Lezama y le trajo de regalo ese cencerro de cobre que el Poeta hubiese querido colgar del pescuezo del animal guía del rebaño de Mundo Nuevo, pero no quiso volver a pesar de que le gustaba la ranchera “Volver, volver” que interpreta el cantante mexicano Vicente Fernández, pero al mismo tiempo recordada lo que solía decir una tía: “Chivo que se devuelve se desnuca”, es decir, se desbarranca y él se negaba fracasar, pretendía ser perseverante, “querer es poder”, expresó en cierta ocasión Albert Einstein, científico alemán nacionalizado suizo y posteriormente norteamericano, aunque algunos atribuyen la frase a Abraham Lincold, presidente de los Estados Unidos y victorioso de la guerra civil de su país que le permitió abolir la esclavitud, ya José Gregorio Monagas, sin necesidad de guerra civil, se le había adelantado en Venezuela. El 24 de marzo de 1854, la llamada Primera Lanza del Oriente firmó de manera definitiva la Ley que abolió la esclavitud en Venezuela. El Presidente Abraham Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación el 1ro de enero de 1863, cuando la nación se acercaba a su tercer año de la guerra civil sangrienta. La proclamación declaró “que todas las personas detenidas como esclavos” dentro de los estados rebeldes “son, y en adelante serán libres.” Lamentablemente, el Presidente norteamericano fue víctima de un magnicidio en 1865. En la historia se cuentan varios magnicidios, como el de John Kennedy, en 1963 y, más recientemente, el del presidente de Haití, Jovenel Moise, en 2021. Ambos, al momento de ser asesinados, se encontraban ejerciendo sus cargos. En Venezuela, Carlos Delgado Chalbaud, quien murió imputado por haber conspirado a favor del derrocamiento de Rómulo Gallegos, primer Presidente electo democráticamente por voto universal y secreto. Luego subiría Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó al país con mano militar durante diez años, no obstante se le atribuyen importantes obras de infraestructuras para el desarrollo del país. Posiblemente sus realizaciones se vean un tanto opacadas por la represión de la policía política o la mano siniestra de Pedro Estrada, llamado “Chacal de Güiria” Así apodaba Rómulo Betancourt al Jefe de la Seguridad Nacional en uno de sus libros, aunque el apodo lo atribuye el propio Estrada a un relevante periodista venezolano que él no quiso nombrar en una entrevista que le hizo en Paris, Agustín Blanco, pero que supongo sea Óscar Yánez, quien también cargaba con un apodo, el de “Chivo Negro”. Trabajé con Óscar Yánez cuando era director de La Esfera de la Cadena Capriles. Allí escribía Domingo Alberto Rangel a quien sus adversarios políticos llamaban “Jorunga muertos”. En ese tiempo de ardoroso pugilato político, Escobar Salón escribía en la página editorial del diario El Nacional y cargaba el mote de “Pirujo”. Nunca Pirujo perdonaría a CAP que lo haya obligado a renunciar al Ministerio de Relaciones Exteriores, después que tanto hizo por él en la campaña presidencial. Dicen que lo “botó” porque no le llevó a tiempo el discurso que debía pronunciar en una asamblea de las Naciones Unidas. Lo cierto es que Pirujo se las ingenió para escalar la Fiscalía General de la República y desde allí conspiró exitosamente contra “ese hombre si camina”. El Nacional, bajo la dirección de Miguel Henrique Otero y RCTV conducida por Marcel Granier virtualmente lo estimulaban y la coyuntura fue aprovechada por el oficial del Ejército Hugo Chávez Frías, quien furtivamente venia maquinando para un zarpazo militar que tuvo su corolario el 4F (4 de febrero 1992) inmediatamente después del “Caracazo” o agitación de algunas barriadas pobres de los cerros de la Capital y que Federico Ruiz Tirado exalta en un libro del cual es factótum y compilador. El eterno estribillo de las ideologías opuestas a los gobiernos anclados o simpatizantes del sistema capitalista: “HAGAMOS HISTORIA SUPERANDO CONTRADICCIONES PROPIAS AL MODELO CAPITALISTA FUNDADO EN EL INDIVIDUALISMO Y LA PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN QUE HACEN DEL TRABAJO, QUE ES SIEMPRE PRODUCTO SOCIAL, PROPIEDAD INDIVIDUAL QUE LEGITIMA LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE” Pienso que dentro de un contexto circunstancial el hombre suele explotarse asimismo. En su comportamiento influyen la genética y el medio que lo rodea. Un hombre pobre puede llegar a ser capitalista y de hecho la generalidad lo desea porque el dinero es el denominador común. Un hombre que estudie, que posea talento, que sea creativo y perseverante, puede llegar ser lo que bien desea o proyecte. Como bien dice el adagio popular: “cada cabeza es un mundo”. Obviamente, las instituciones que conforman el Estado crean las condiciones para que el habitante avance en sus aspiraciones. Por supuesto, tiene que saber elegir los gobiernos de las instituciones. El sistema electoral tiene mucho que ver para que, como bien decía el filósofo Platón, los gobiernos residan en manos de los sabios. Las universidades son creadas para la formación de hombres idóneos que sepan enseñar, educar, formar y conducir. Las leyes deben evitar que los analfabetos de cualquier índole lleguen a gobernar o puedan ponerle manos a las instituciones del Poder. Como dice el precepto cristiano “De todo existe en la viña del señor”. Malos, mediocres, regulares y buenos. Es inevitable. Hay quienes son audaces, aventureros y hasta lo acompaña la fortuna. Son los demagogos, oportunistas, corruptos y saqueadores del erario público. Hay quienes siguen la carrera militar para ascender y estar cerca del Poder, no con fines patriotas sino con cejos egoístas. Se habla de las debilidades de la Democracia y la cual requiere ser fuerte y severa para prolongarse, Releemos la historia y vemos a Antonio Guzmán Blanco que no vaciló en pasar por las armas al caudillo militar Matías Salazar cuando pretendía dar un golpe de estado. Otro tanto querían algunos hiciera CAP con Hugo Chávez, pero el sistema democrático hizo pensar mejor en los Tribunales Pero Caldera aconsejado por el “Chiripero” lo indultó a sabiendas o no de lo que vendría después. Bolívar con dolor de su alma prefirió que el Consejo de Guerra, presidido por Brión, sentenciara a su paisano Manuel Piar por conspirar en los cuarteles. Lo mismo pretendía Santiago Mariño, pero ratificó a tiempo como lo hizo José Francisco Bermúdez ante un Bolívar implacable cuando se trataba de eliminar los obstáculos adversos a la declaración de la independencia. La Independencia de Venezuela fue declarada el 5 de Julio de 1811, El mismo mes, con diferencia apenas de un día, pero 28 años después que otro país del continente americano, EEUU, se independizo de Inglaterra, Podríamos decir, que los patricios de Venezuela se inspiraron en el país del Norte, para emancipase de España. El 4 de Julio de 1776, EEUU declaró su Independencia apegado al siguiente precepto: “Sostenemos como verdades evidentes que todos los hombres nacen iguales; que a todos les confiere su Creador ciertos derechos inalienables entre los cuales se cuentan la vida, la libertad y la consecución de la felicidad; que para asegurar estos derechos se instituyen entre los hombres gobiernos cuyos justos poderes derivan del consentimiento de los gobernados; que siempre que una forma de gobierno tienda a destruir esos fines, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios y organice sus poderes en la forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y felicidad”. Sobre esta filosofía de la libertad humana contenida en la Declaración de Independencia adoptada por los Estados Unidos el 4 de julio de 1776, se afincó la guerra de los norteamericanos contra el dominación británica. Después de siglo y medio de la fundación de la primera colonia de Jamestown, Virginia, surgía la más honda y franca divergencia entre Inglaterra y Norteamérica por los impuestos onerosos y restricciones comerciales que entorpecían el desarrollo económico de las colonias. Los norteamericanos que permanecieron leales a Inglaterra en la guerra que sostuvo ésta contra Francia y España por la posesión de colonias, tuvieron posteriormente que recurrir a la ayuda de franceses y españoles para poder echar a los ingleses de su territorio. La guerra de independencia norteamericana comandada por Jorge Washington culminó con la batalla de Yorktown. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos por un tratado de paz firmado en Paris el 3 de septiembre de 1783. La guerra duró más de seis años, con combates en todas las colonias y unas doce batallas importantes. Estados Unidos alcanza su mayoría de edad y comienza a perfilarse como una gran nación, a partir de la guerra de sucesión y la segunda guerra mundial. Se inicia entonces la era de la expansión y de las reformas que lo convierte hoy en la nación más poderosa y temible del mundo. En la Capilla de la Iglesia de San Francisco, el 5 de julio de 1811, los representantes de las provincias de Caracas, Cumaná, Margarita, Barcelona, Barinas, Mérida y Trujillo, firmaron el acta por medio de la cual se declara la independencia de Venezuela. Treinta diputados provincianos, de los cuarenta y cuatro designados, reunidos en el sagrado recinto, deliberaron sobre la trascendente materia de la independencia. Sólo el diputado de La Grita, Manuel Vicente Maya, tuvo la intemperancia de salvar su voto. Otros como el diputado doctor Juan Germán Roscio, dudaron ante la magnitud del acontecer. Pero hombres como Miranda, Yánez, Peña, respondieron y defendieron con ardor los derechos inalienables de los venezolanos. El Presidente del Congreso Nacional, Juan Antonio Domínguez, tuvo el honor histórico, de declarar solemnemente la Independencia de Venezuela, completando así el acto cívico del 19 de abril de 1810 cuando el pueblo expresó la voluntad de ejercer su soberanía. El 19 de abril y el 5 de julio, complementarias ambas, constituyen el prefacio de muchos episodios cruentos difíciles que se libraron en los campos de batallas para lograr hacer de Venezuela un pueblo libre y soberano. Nuestra libertad y soberanía con relación al dominio español, no cabe duda de que fueron logradas. Para ello fue necesario guerras de muchos años, a la cabeza de las cuales brilló siempre el genio de Bolívar, pero las luchas intestinas que sobrevinieron después, afloradas por la ambición política de mando, enervaron esa libertad y esa soberanía. Nos preguntamos si aún somos verdaderamente libres o si todavía falta por ganar muchas batallas. Creo que nos falta por ganarnos a nosotros mismos, pensando más en Venezuela y en segundo término de importancia en los países que integran de Norte a Sur el continente americano. No salirnos de esa órbita, Dejar de mirar sin malicia a países que en el pasado nos colonizaron como una parcela más de sus propios intereses o, simplemente, fueron colonialistas como España, Inglaterra y la imperial Rusia zarista y que tuvo el territorio colonial más extenso de la Tierra.. +++
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