El 9 de diciembre de 1996, fue designado Presidente de CVG-Sidor el ingeniero Alfredo Rivas Lairet, en sustitución de Teolindo Yánez en el curso de la reestructuración de las empresas filiales de la CVG que se propuso el presidente Rafael Caldera.
Rivas Lairet, nativo de Caracas, tenía entonces 50 años de edad, sidorista de carrera desde hacía veinte años.
Asimismo fue designado el doctor Raúl Carvajal, representante del Fondo de Inversiones de Venezuela y de las acciones de la CVG en el mismo, para reemplazar en el directorio al doctor Pablo Morales, a la fecha presidente de Bauxilum-Venalum.
Tres días después el presidente de la república, Rafael Caldera, vino a Guayana a inaugurar la Aduana de Sana Elena de Uairén construida durante su administración a un costo de cien millones de bolívares. Aprovechó su visita para estar presente en la puesta en servicio de la primera emisora de esa población fronteriza, FM “La voz de la Gran Sabana” del spekeer José Luis Pastrano.
José Luis Pastrano, identificado con el partido Copei, había fundado en Puerto Ordaz la emisora “Canaima” y competido con el doctor Clemente Scotto como candidato a la Alcaldía de Caroní que aparentemente había ganado, pero que perdió luego de una exhaustiva revisión y auditoría de las urnas electorales.
Lo cierto es que desde la presidencia de Alfredo Rivas Lairet a esta fecha, la situación económica y laboral de la siderúrgica ha dado mucho qué hablar, sobre manera desde que el presidente Hugo Chávez la declaró socialista. Desde entonces son varios los presidentes que han tratado de sacarla a flote. Pero, a juicio de expertos, nunca como lo fue en la década de los años setenta que creció y amplió su capacidad instalada sobre 4,3 millones de toneladas de acero y llegó en poco tiempo a convertirse en la primera productora de acero del mercado andino y la cuarta de América Latina.
Según Clavel Rangel, los logros de la acería han sido opacados por un vaivén que ha caracterizado su gestión desde 2008, cuando el presidente Hugo Chávez la estatizó. Desde 1998 había estado administrada por la transnacional argentina Ternium.
Bajo el control del Gobierno pesuvista, por la acería han pasado seis presidentes y ninguno ha podido permanecer en su gestión. José Luis Alcocer, con 30 años en Sidor, considera que la empresa está lejos de recuperar el brillo de sus mejores años. Advierte que el nombramiento de un general de la Guardia Nacional, Justo Noguera Pietri, como presidente de Sidor rebasó el vaso de los problemas pues sin duda ello fue producto de la improvisación.
“El tiempo promedio de un profesional para formarse como gerente en Sidor es de 15 años; 15 años compenetrados con los procesos productivos, mal puede venir un general a querer dominar de un día para otro todo ese conocimiento… Yo quisiera saber cuál sería la reacción de los militares si nombraran a un sidorista comandante del CORE 8, porque yo no fui formado para eso”.
Alfredo Rivas Lairet, ya no como presidente que fue en el 96 sino como ex presidente de Sidor, opina que los constantes cambios gerenciales no favorecen la recuperación y evidencian una visión a corto plazo.
“Cambian al presidente y éste se trae a su gente. Se remueve un personal que apenas está conociendo el proceso y cuando recién se está enterando de todos esos procesos tan complejos, entonces lo vuelven a quitar. ¿En qué tiempo ha podido ese señor enterarse de cómo es la gestión de Sidor?”, dijo en la ocasión en que destituyeron a Rafael Gil Barrios de la presidencia de Sidor.
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