Andrés Mata nacido en Carúpano en noviembre de 1879 y fallecido en Paris el mismo mes de 1931, vivió junto con el escritor colombiano, entonces exilado en Venezuela, José María Vargas Vila, en la misma sede del Colegio Federal de Guayana, acogido por uno de sus rectores que también allí vivía. La casa, que sirvió de sede en 1819 al Congreso de Angostura, era bastante amplia y el número de estudiantes muy reducido, por lo que sobraban habitaciones para alojar a los huéspedes ilustrados venidos de cualquier lugar del país.
Vargas Vila permaneció un buen tiempo en Angostura, aguardando que se aclarara el panorama político de su país donde el radicalismo liberal que profesaba con inusitada pasión, estaba siendo castigado a partir de 1885 por el gobierno de Rafael Núñez. Era la época de Joaquín Crespo, a quien el escritor llamó el “Páez de los modernos tiempos”. En Ciudad Bolívar prácticamente inició su carrera de novelista y arreció sus artículos y panfletos que enviaba a Colombia, invitando a luchar contra la tiranía. También escribió poemas, entre ellos, uno (22 de agosto de 1877) referido a la muerte de María de las Mercedes Blanco, de cuatro años de edad, hija del general Diego Alberto Blanco, con la cual jugueteaba cada vez que iba a visitarlo, tanto a él como a sus otros amigos el humorista Juan Bautista Blanco e impresor Alfredo Mario Blanco.
También en la ocasión los poetas Andrés Mata y Armando Barazarte dedicaron poemas a la niña. Los tres formaban una llave intelectual y producían la publicación semanal “Cabos sueltos del Orinoco”, que editaban en una imprenta situada en la calle Venezuela, frente a la antigua Farmacia El Águila.
Vargas Vila conoció y entabló amistad con el poeta Andrés Mata en Ciudad Bolívar. Mata, quien venía de su tierra Carúpano, donde había estudiado la primaria y dirigía un periódico llamado La Avispa. Ambos fueron huéspedes del Rector José Lorenzo Mendible, quien los alojó en el Colegio. Allí Vargas terminó de escribir su primera novela “Aura o las violetas” que mandó a publicar ese mismo año de 1887 a Cúcuta
Andrés Mata, por su parte, creció y se hizo diplomático y político llegando a dirigir un periódico en Santo Domingo y finalmente fundando el primero de abril de 1909 el actual diario El Universal de Caracas que dirigía uno de sus descendientes.
Vargas Vila prologó su poemario “Pentélicas” conocido y elogiado por las voces más autorizadas de su tiempo.
Uno de los poemas de Andrés Mata más cantado por los bolivarenses es sin duda éste de “Música triste”: “¿Un amor que se va?... ¡Cuántos se han ido!... Otro amor volverá más duradero y menos doloroso que el olvido / El alma es como pájaro inseñero / que, roto el nido en el ruinoso alero, / en otro alero reconstruye el nido. / Puede el último amor ser el primero. / Mientras más torturado y abatido, / el corazón del hombre es más sincero. / Tras de cada nublado hay un lucero, / y por ruda tormenta sacudido renace hasta morir el limnero (…)”. (AF)
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