En 1972, los Municipios El Dorado, Tumeremo y Santa
Elena de Uairén elevaron un documento ante la Asamblea Legislativa del Estado
Bolívar, solicitando se incorporaran
esas tres entidades en un Distrito que proponían fuese denominado con el
nombre del extinto General Domingo Sifontes, quien jugó papel de relevante
importancia en la defensa de la frontera venezolana usurpada por los ingleses,
en 1895.
Exponían en la solicitud las tres comunidades
que “existen
razones de orden económicas estratégicas y políticas de urgencia como es la de
contrarrestar la influencia que pretenden ejercer nuestros vecinos del Brasil y
Guyana inglesa para penetrar el área fronteriza que nos será cada día más extraña
si no actuamos de inmediato”.
Las personas que hicieron entrega del
documento a la Asamblea Legislativa fueron: por el Comité de Tumeremo, doctor
Hernán Valladares, Ventura Anzola, Tomás Rafael Yépez, Julio Vhalis, profesora
Catica de Eurresta, Carmen Dolores Yépez, Gladis de Chacón y Rafael Velásquez.
Por el Dorado: Dr. José Antonio Yépez, padre Eleuterio Yánez, Alejandro
Urbaneja, Ernesto Viña. Por Santa Elena: Diana Fernández Peña, (hija del
fundador de Santa Elena) Carlos Julio Macero, Humberto Marín, Cristóbal Dasilva
y José Antonio Vivenes (en la gráfica)
Los solicitantes argumentaban que la creación
del Distrito Sifontes generaría las condiciones básicas para fomentar un polo
de desarrollo fronterizo de trascendente significación para Guayana y para toda
Venezuela.
Manifestaban que el nombre del Distrito “ha
sido aprobado como un merecido homenaje al General Domingo Sifontes, quien
contrariando órdenes expresas del entonces Presidente de la República, defendió
la margen derecha del Río Cuyuní, que hoy se extiende hasta el río Venamo,
incluyendo a la Gran Sabana y a quien el pueblo de Tumeremo la debe su
presencia en el territorio venezolano”.
La solicitud de 1972 vino a cristalizar
en 1981, pero no en la forma solicitada sino Tumeremo como cabecera del
Distrito Sifontes abarcando sólo a El Dorado y Las Claritas, en el kilómetro
88. Santa. Elena de Uairén quedó como
Municipio Gran Sabana.
Tomas
Yépez, un upatense radicado allí desde 1931, pasó a ser el primer
Presidente Municipal que tuvo Tumeremo una vez elevado a la categoría de
distrito y Abraham Anzola, el primer alcalde en 1990 cuando se restauró en
Venezuela la colonial figura de la alcaldía en sustitución de la Presidencia
Municipal.
El Distrito abarca una superficie de
24.392 kilómetros cuadrados y una población (Censo Nacional de 2011) de 49.384
habitantes. Hoy por hoy es un distrito fundamentalmente ganadero, minero y
maderero. La minería aurífera le ha dado gran
impulso urbano y económico. En toda la jurisdicción distrital se producía
para 1990, 500 kilogramos de oro mensual. Lo infortunado de la alta producción
aurífera es que se va cantando la canción del que no vuelve. El estado apenas
percibe un 3 por ciento de arancel y la Alcaldía no recibe directamente nada.
La comunidad se beneficia por el circulante que implica la actividad de
extracción, pero el grueso de la riqueza que es de la nación, se escapa. Sólo
quedan las huellas de la depredación, los cráteres, la selva erosionada.
Los ejidos de Tumeremo datan desde su
fundación y específicamente abarcan una superficie de 5.666 varas españolas y
con la ayuda y asesoría de la CVG se realizó en 1988 un levantamiento
topográfico de los mismos, que culminó luego con un Plan Rector de desarrollo
urbano.
El Plan Rector ha sido de gran utilidad
pues se levantó en momentos en que el Municipio comenzaba a experimentar los
efectos socioeconómicos de una actividad pecuaria, maderera y minera que se acentuaba.