El mayo de 1975, la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar celebró en Upata las Bodas de Oro de la restauración de las Misiones en Venezuela con un programa de actos culturales y religiosos que duró una semana.
El programa iniciado el día seis
incluyó desfile de antorchas, misa concelebrada presidida por los Reverendos
Padres Fray Diego de Valderrama (en la foto) y Fray Tirso de Escalante, en
representación de Monseñor Constantino Gómez Villa, ex Vicario Apostólico del
Caroní; conferencia sobre guía venezolana dictada por el doctor Adolfo Salazar
Quijada y una exposición de fotografías de centros misionales y motivos
etnográficos aborigen.
El 11 de mayo de 1924, después de cien
años de ausencia, se restablecieron las Misiones en Venezuela, a tenor de la
Ley de 1824, los decretos de Bolívar de 1828, los deseos de Páez y de todos los
Mandatarios y Congresos del siglo XIX y en conformidad con la Ley de 1915.
Ese día de 1924, el Padre Samuel de San
Mateo tomó posesión del Vicariato de Tucupita y poco después, Monseñor Diego
Antonio Alonso Nistal, de la Orden Capuchina, fijo la sede en San Antonio de
Upata. Desde allí el primer Vicario
Apostólico del Caroní, dirige de nuevo la integración de los indígenas del
Territorio Federal Delta Amacuro, Gran Sabana del Estado Bolívar, junto con San
Félix y demás poblaciones de los Distritos Piar y Roscio del mismo Estado.
Sucede a Mons. Alonso Nistal, quien
falleció en Caracas en 1938, Mons. Constantino Gómez Villa, bajo cuya
administración se creó en 1955 el Vicariato Apostólico de Tucupita ejercido por
Mons. Argimiro García Rodríguez de Espinosa.
En 1933 se erigen las Misiones del Alto
Orinoco con sede en Puerto Ayacucho; en 1944, el Vicariato de La Guajira y
Perijá con sede en Machiques y posteriormente bajo la responsabilidad del
Arzobispo de Ciudad Bolívar penetran en el Alto Caura las Hermanitos y
Hermanitas del Evangelio del P. Foucauld y hacia el Alto Cuchivero las Misiones
de la M. Laura y luego las Hermanitas de los Pobres hacia la zona del Cuyuní
De manera que la primera sede de las Misiones del
Caroní, una vez restaurada, fue Upata (1922), pero posteriormente (1954) se
reubicó en Santa Elena de Uairén que había sido fundada el 28 de abril de 1931,
con la llegada de los misioneros Nicolás de Cármenes, Maximino de Castrillo y
Gabimo de San Román. Inmediatamente
después los capuchinos fundaron la Misión de Luepa (1933), trasladada en agosto
de 1942 a Kavanayén (lugar de gallitos de sierra), por el P. Benigno de
Frenellino. El 14 de julio de 1954, muy cerca de las estribaciones del
Auyantepuy, Fray Saturnino de Villaiviera, junto con un grupo de capuchinos
proveniente de la provincia de León, España, fundó a Nuestra Señora de
Kamarata; luego, buscando hacia el corazón de la Gran Sabana, a orillas del río
Karuai, noviembre de 1957, el P. Fernando Zapata, formado y ordenado en el
Seminario de la Misión y un grupo de internos, fundaron Santa María de Wonkén.
En 1959, los grupos de internos, fundaron Santa María de Wonkén. En 1959, los misioneros se extendieron hasta
La Paragua y establecieron allí al P. Servando González, para cubrir la zona
comprendida desde Antiguo San Serafín de los Reyes hasta el castillo de San
Vicente de Girito y frontera del Brasil.
Misioneras del divino Maestro, dominicas y franciscanas han sido incorporadas
a las actividades misioneras desde 1936.
Existen otras misiones en Guayana que se encuentran en
manos del Arzobispo directamente y no de Propaganda FIDE, entre ellas, la
Misión Juan XXIII y la Misión Madre Emilia.
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