La
restauración de la Casa del Congreso de Angostura la inició el gobernador
Domingo Álvarez Rodríguez (1974-5) y la continuó su sucesor Roberto Arreaza
Contasti(1975-77), durante cuya administración también, el Gobierno Nacional,
con una partida expresamente establecida por la Comisión de Finanzas del
Congreso Nacional cuyo Presidente entonces era el doctor Juan Manuel Sucre
Trías, y a solicitud del Arzobispo Crisanto Mata Cova, se iniciaron los
trabajos de restauración de la Catedral.
En abril, el doctor Manuel Rivero, Presidente de la
Junta del Patrimonio Histórico de la Nación, vino a respaldar la iniciativa y
declaró que la Casa del Congreso de Angostura pertenece a todos los venezolanos
porque definitivamente tiene un mensaje trascendental para todos nosotros.
Explicó que la Casa del Congreso de Angostura, una vez restaurada debe ser algo
más que un museo para guardar reliquias. Debe ser un centro más vivo, más
dinámico, menos estático de lo que son los museos tradicionales.
Anunció su decisión de dirigirse al Congreso de la
República solicitando por intermedio de su presidente que un cuadro que estuvo
en el Palacio Legislativo durante más de
cien años, pintado en la época de Guzmán Blanco por un artista alemán y que
representa probablemente la Reunión de los 60, sea donado a Ciudad Bolívar para
instalarlo en la Casa del Congreso de Angostura.
Este cuadro fue quitado del Salón Elíptico para
instalar allí el de la Firma del Acta de la Independencia, pintado por Tovar y
Tovar. Asimismo en esta casa del Segundo Congreso de Venezuela estarían los
muebles originales de la época, el manuscrito original del Mensaje del
Libertador al Congreso de Angostura el día de su instalación, un gran retrato
del Libertador y los bustos de los congresistas de 1818. De igual manera una
sala de proyección en donde de una manera rápida, pero efectivamente didáctica
el joven que visita la casa pudiera tener una visión de lo que fue Guayana
antes de la Independencia y durante la República tratando de señalarle no lo
que es evidente, sino lo que esto representa como punto referencial para
definir nuestra nacionalidad.
Mientras duraba la restauración fue encomendado Rafael
Pineda, esclarecer las firmas de los artistas que pintaron los retratos de los
próceres que aparecen en la colección de la Casa del Congreso de Angostura.
Así, el pintor Pedro Lovera aparece con su firma en
los retratos de José Tomás Machado, Diego Bautista Urbaneja y se le atribuyen
los de Diego Antonio Alcalá y Simón Bolívar.
Los retratos de Juan Germán Roscio,
Santiago Mariño, Juan Bautista Dalla Costa, Wenceslao Monserratte y Ramón
Isidro Montes aparecen firmados por el pintor Miguel Isaías Aristiguieta,
bolivarense muerto en 1905.
Los retratos realizados entre 1911 y
1912 de Juan Vicente Cardoso, Pedro León Torres, Juan Bautista Dalla Costa
(otro), José Eusebio Afanador y José Gabriel Ochoa, aparecen firmados por el
pintor caraqueño muerto en 1914, Antonio Herrera Toro.
El óleo que representa al Escudo de
Venezuela, hecho en 1867, aparece firmado por el pintor francés E. Forjonel y
el de Próspero Reverend, firmado por el artista colombiano, de Antioquia, José
Eugenio Montoya. De Raúl Moleiro son los retratos de Tomás de Heres, Antonio
José de Sucre y Manuel Centurión. Hay otros de autores desconocidos.
Las obras debidamente restauradas, a
excepción del retrato de Mariño, que se veía muy malogrado seguramente por
haber estado expuesto a la humedad, fueron depositadas en el Museo de Ciudad
Bolívar, Casa del Correo del Orinoco, hasta tanto terminaran los trabajos de
restauración de la Casa. La investigación
de Pineda concluyó con la edición del libro “La Historia Pintada”
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