El doctor Moanack dijo entonces que la
disolución del núcleo familiar estaba originando una gran soledad espiritual en
la gente de edad y al mismo tiempo lesiones
como la hipocondría.
El
Instituto Geriátrico, especie de Club para ancianos, que sería el
primero en Latinoamérica, lo estaba fundando junto con el reumatólogo Said
Rayday y el fisioterapista Jorge Dao, y venía a llenar ese vació del anciano
que durante el día sufre la soledad de la familia que trabaja en la calle.
Comenzó a funcionar este Instituto en
Campo Alegre, en la mansión de Los Vegas y desde entonces el médico bolivarense
renunció a toda actividad político partidista y se negó a aceptar postulaciones
nuevamente para el Congreso. Quería dejarle
el campo libre a los demás, pero sin abstenerse
de opinar sobre la situación política, la que para ese momento juzgaba
delicada.
“La agresividad que hay en la
actual campaña está debilitando las bases del sistema en lugar de plantear
solución de fondo a los problemas del país”. A su juicio se estaba cayendo en una
diatriba alrededor de la inmoralidad que
presentaba a Venezuela un cuadro de institucionalización del oportunismo
y del chantaje político.
Said Moanack, quien fue diputado al
Congreso Nacional por el Estado Bolívar en cuatro períodos, militó desde
temprano en las filas de Acción Democrática llegando a ser miembro del CEN que
abandonó para acompañar a Luís Beltrán Prieto Figueroa en la tercera división
de AD. Estuvo en el exilio tras ser perseguido, Fue uno de los fundadores de la Clínica
García Parra en la calle Boyacá y destacó como excelente orador y conversador
ameno.
El médico Said Moanack Vahlis falleció en Caracas el
29 de octubre de 1994. Había nacido en
Ciudad Bolívar, donde estudió hasta el bachillerato para luego seguir la
carrera de medicina en la Universidad Central de Venezuela donde se graduó.
Su carrera profesional, ya de vuelta, la inició en su ciudad natal, donde junto con
sus colegas médicos Aníbal Álvarez, Ismael Núñez y Lino Maradey, fundó la Clínica García
Parra en homenaje a uno de los médicos distinguidos de la ciudad en la primera mitad del siglo veinte.
Nunca fue ajeno a la política y desde las filas de
Acción Democrática representó al Estado Bolívar como diputado en el Congreso Nacional en cuatro oportunidades.
Dirigente prominente de ese partido, debió sufrir las consecuencias de la
persecución y el exilio cuando a raíz del derrocamiento del Presidente Rómulo
Gallegos, fueron prohibidas las actividades de AD.
Regresó a raíz de la Revolución del 23 de
Enero de 1958 y ascendió a la Dirección Nacional de su partido que luego
abandonó para acompañar al maestro Luís
Beltrán Prieto Figueroa en el Movimiento Electoral del Pueblo. Luego se retiro de la actividad partidista,
hizo un postgrado en geriatría y fundó en Caracas una Clínica Geriátrica,
preocupado por las enfermedades de los ancianos y de su tratamiento.
Said Moanack, descendiente de una familia árabe,
brilló por su talento tanto como profesional de la medicina, como político y
luchador social. Excelente orador,
conversador ameno y vehemente en el planteamiento de sus principios
democráticos.
Fue alumno de José Luis Aristeguieta, al igual que
Héctor Guillermo Villalobos y Leopoldo Sucre Figarella y le tocó atenderlo como
médico desde la clandestinidad cuando su gran maestro se estaba muriendo.
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