JUDAS AMARILLO DE COLOR AZUL
En 1868, Domingo de Resurrección, los bolivarenses de la capital estuvieron al borde de una guerra civil doméstica, provocada por un Judas dela Sociedad Liberal ,
agrupación política cuya divisa era el color amarillo.
En 1868, Domingo de Resurrección, los bolivarenses de la capital estuvieron al borde de una guerra civil doméstica, provocada por un Judas de
El Judas lo confeccionaron de manera
tal que ridiculizara a la tendencia política
del llamado partido revolucionario de los azules que nacionalmente
lideraba el General José Tadeo Monagas
y, localmente, Agustín Contasti, quien tenía como trinchera de combate la
columna periodística “Guayana Impasible”.
Juan Bautista Dalla Costa Soublette,
era el Presidente del Estado Soberano de Guayana y, atendiendo a los azules
en aras de la tranquilidad pública, solicitó a la Sociedad Liberal
desistiera de su empeño en quemar un Judas que agraviaba a sus adversarios
puesto que portaba una bandera azul y la leyenda “Guayana Impasible”.
El Judas con sarcástico letrero y
divisa azul parecía mirar impertérrito los barcos surtos y anclados en el
puerto. Colgado desde su sitio
estratégico de la calle Orinoco, sólo se aguardaba la hora del Ángelus para
abrir el testamento y prenderle fuego a la pirotecnia que lo sumiría, suerte de
simbólica inquisición, en la hoguera de su propio formato.
El Sol aún no terminaba de ocultarse
para darle pábulo a la fiesta y el Orinoco parecía un esqueleto de piedra y
arena bajo la vecindad del invierno.
Ambiente final de Semana Santa: los judas colgando a la espera del fuego
y la inquietud pueblerina asomándose por calles, ventanales, celosías y
azoteas.
La rápida intervención conciliadora del
Obispo de la Diócesis
de Guayana, Monseñor José Manuel Arroyo y Niño y otros notables como José
Alcalá y José Tomás Machado, impidieron que la situación se complicara en un
incontrolable enfrentamiento de armas.
Mas, esta paz no durará mucho, pues en
la provincia solía reflejarse la lucha por el Poder central y ese mismo año de
1868, cuando José Tadeo Monagas llegó al Poder, puso en duda la neutralidad del
gobierno de Angostura y mandó a tomar la plaza a sangre y fuego provocando la
caída de Juan Bautista Dalla Costa
Soublette, quien permaneció en el extranjero por varios años.
Cuando Guzmán Blanco llegó al Poder
tras la Revolución
de Abril, lo designó Ministro Plenipotenciario de Venezuela en los Estados
Unidos de Norteamérica. Cumplida su
misión, retornó al suelo natal y se apartó de todo suceso político. Se le ofrecieron varios cargos, incluso el de
la candidatura presidencial, y prefirió en absoluto la vida privada, una vida
digna de su avanzada edad. Murió el 10
de febrero de 1894, a la edad de 71 años.
Favorecido por la riqueza y habiendo
ejercido los cargos políticos más prominentes, murió no obstante en la más
noble y decorosa pobreza. “Conservador
en principios, sus prácticas administrativas, sin embargo, estuvieron siempre
marcadas con el sello del liberalismo puro y si como mandatario cometió
errores, esos errores fueron hijos de aquellas situaciones de fuego que, casi
deshecha tempestad, inmensa, fulminaba rayos en todo el ámbito del país; pero,
¿quién que haya gobernado a los hombres no los ha cometido? Se preguntó el día
de su muerte el escritor Carlos Machado. (AF)
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