El historiador Pedro Grases (en la foto) hizo posible que el Señor Philip J. Hamilton Grierson, tataranieto en cuarta generación del coronel James Hamilton, donara a Venezuela el manuscrito original del Discurso de Angostura, pronunciado por Simón Bolívar, el 15 de febrero de 1819 ante el Congreso de
Los
descendientes del coronel
que tan decididamente
cooperó en la lucha por
nuestra independencia, hicieron
posible el largo
viaje de Londres
hasta Ciudad Bolívar
y aquí, en
la antigua Casa
San Isidro, en
ceremonia muy especial,
los recibió el
presidente Carlos Andrés
Pérez . La joya
histórica fue obsequiada
el 12 de
diciembre de 1975
y los guayaneses
rebosaron de contento
y agradecimiento porque
la augusta Casa
del Congreso de
Angostura que había
sido restaurada bajo
el mandato del
gobernador Domingo Álvarez
Rodríguez, tendría su
complemento más apreciado
y podría exhibirlo
en un cofre-fuerte
tal como el
Acta de la Independencia en
el Salón Elíptico
del Capitolio.
Pero
no ocurrió así.
El mandatario nacional
desconfió del sistema
de seguridad local
y dijo mejor
estaría bajo su
custodia ese manuscrito, que según
nos informó en
cierta ocasión el
escritor Manuel Alfredo
Rodríguez, el Presidente
mostraba con orgullo
a todo personaje
importante que recibía
en Miraflores.
Cuando
se preparaban los
actos del bicentenario
del natalicio del
Padre de la Patria , se
planteó a la Junta organizadora
la posibilidad de
gestionar, como en
efecto se hizo,
la creación de una unidad
de la
Guardia
del Libertador en la Casa del
Congreso de Angostura,
no sólo pensando
en la prestancia
y suntuosidad de
las efemérides, sino
en el posible
retorno del preciado
documento a la
ciudad orinoquense, pues
demás está decir
que ningún lugar
es tan natural
y apropiado para
su permanencia y
exhibición que la
histórica casa donde
fue prohijado.
La ocasión del
aniversario de la presentación del Mensaje al Congreso Constituyente de
Angostura por el Libertad bien, siempre es propicia para renovar por
parte de las
autoridades o líderes
de la ciudad,
una reiterada gestión
en tal sentido
para ver si
de una vez
nos libramos del
mote de indiferentes
que suelen endilgarse
a los citadinos
ante la desaparición
de sus reliquias.
Porque de verdad
que hemos perdido
unas cuantas porque cada
gobernante o funcionario del poder central o militar se siente con derecho a
llevarse una para su casa o su pueblo natal.
Se llevaron para la Iglesia Sana Ana del Táchira
las antiguas Arañas de cristal de la Catedral ,
se llevaron para la Base
de Palo Negro la estatua de Miranda, se llevaron para Maracay los catalejos de
Piar, se llevaron de la
Biblioteca del estado busto de Gallegos, se llevaron del
Instituto de Comercio el busto de Dalla Costa, se llevaron todas las piezas del
Museo Talavera, se llevaron de la Cárcel
Vieja el Museo Etnográfico y el Territorio Flotante, se
llevaron para los Estados Unidos los fósiles del Gliptodonte hallado en los
barrancos mineros del Guaniamo, se llevaron de la Casa del Correo del Orinoco
pinturas de artistas del Círculo de Bellas Artes de Caracas de hace cien años y
cerámicas precolombinas.
Pedro Grases, a quien los bolivarenses
deben los originales del Mensaje al Congreso de Angostura nació en España en
1909 y murió en Caracas 2004: Humanista, intelectual, investigador cuya labor
en pro de la educación secundaria y universitaria ha sido ampliamente
reconocida en Venezuela y el exterior.(AF)
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