En la madrugada del 8 de julio de 1989 falleció en Paría, a la edad de 73 años, la artista venezolana, nacida en Guayana, Aimée Battistini, del famoso grupo de Los Disidentes. Era hermana del médico Francisco Battistini.
Aimée
Battistini, una venezolana descendiente de corsos, nacida en El Callao, militó
en el grupo de Los Disidentes, junto con Alejandro Otero, Pascual Navarro,
Guillent Pérez, Carlos González Bogen, Peran Erminy, Armando Barrios, Rubén
Núñez y Dora Versen, entre otros, que en la década de los 50 tuvieron destacada
participación en la aventura del arte abstracto gestada en la capital francesa.
Aimée
estuvo en Caracas en abril de 1980, tras veinte años de ausencia, para la Exposición de Arte
Constructivo Venezolano 1945-1965 que se realizó en la Galería de Arte Nacional,
pero, cuando llegó la exposición ya había sido desmontada. En esa ocasión donó
varias obras constructivistas suyas al Museo Soto.
“Mi
problema no es la composición octogonal, ni la forma libre, no la cosa gestual
ni nada de eso”, había dicho acerca de su propio trabajo. “He querido que las
formas estén sometidas, humildes, a un ritmo que siento interiormente. El ritmo
va construyendo levemente aquella geometría sobre el fondo de la tela. La
geometría no es la vedette. El ritmo si”.
Aimée
tenía 17 años cuando dejó por primera vez a Venezuela. Había nacido en El
Callao en 1916 y su abuelo materno, Virgilio Casalta, huyó de Marsella cuando
tenía 15 años. Alimentando calderas de barco en barco, llegó a Ciudad Bolívar,
atraído por un viejo pariente, don Pedro Battistini, quien reconstruiría en
Córcega una versión del Teatro Bolívar. Se hizo rico, y murió a los cien años,
en pleno uso de sus facultades.
Su
madre se casó con un primo hermano corso, que atendía la Petite Lafayette , una tienda
que vendía alpargatas y linternas a los mineros de El Callao.
Posteriormente,
la familia regresa a Europa, a París específicamente, donde Aimée busca, sin
encontrarlas, las huellas de Michelena. Muchos años después, luego de su
divorcio, regresa a Caracas con su pequeña hija, Ludmila.
Entonces
conoce a Alejandro Otero, con quien comparte las diversas tertulias artísticas
y literarias que tienen lugar en esos años, y en las que participan Ana
Enriqueta Terán, Carlos Augusto León, César Rengifo y Pedro León Castro, entre
otros. En el 45, al finalizar la guerra, Aimée se marcha a París, después de
varios años en México, y entonces se dedica, acompañada por Otero, a recorrer
los rumbos de Picasso, Braque, Juan Gris.
Poco
después, en el apartamento de Guillent Pérez, también fallecido,
sería una de las protagonistas del nacimiento de Los Disidentes, y a cuyas primera revista ella le puso nombre: L’Homme
de L’Arc, inspirado en un verso de Heráclito.
“No
se nos puede acusar de ningún esoterismo”, declaró, en 1980, a Pablo Antillano.
“No caímos de cabeza en los primeros abstractos. Cuando uno lee los libros de
Mondrian o Kandinsky ve que en ellos hablan de pictoridades antes que todo.
Nosotros estábamos lejos de eso. Utilizábamos lo de ellos para hacer nuestras
propias cosas. De allí surgieron nuevas cosas, un constructivismo que continúa
siendo una línea llena de posibilidades”.
Cuando Aimée Battistini se había despedido de Ciudad Bolívar para viajar a París hizo escala en Trinidad y allí la encontró el poeta Andrés Eloy Blaaco de regreso a Caracas luego de declamar el Río de ls siete estrellas en el Teatro Bolívar y quedó tan impresionado de la belleza juvenil de Aimée que le escribió este soneto:
“Afortunado
nombre entre los nombres bellos / ¡nombre como una estrella prendida en los
cabellos! / Nombre que tu belleza ciñe como un laurel / nombre para que todos
te amen un poco en él / Si no hubiera anidado ya en tu cabeza el cuervo /
quizás fuera ese nombre una hija de Nervo / si hubiera sido de oro de otro
siglo sería / ventura de una noche y un día / con un galán nervioso que espera
tu llegada / para decirte apenas: ¡Cuánto tardaste amada! / Nombre que es la
promesa del amor esperado / que esperó hasta la muerte mariana alcanforada /
nombre que ha de ser gloria en los besos del hombre / que ha de llamarte amada
por algo más del nombre”. (AF)
Por favor corregir varios errores de ortografía a tan bella e interesante crónica.
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