lunes, 27 de junio de 2016

Gustavo Naranjo, el Periodista de las Exclusivas


En 1972, el periodista Gustavo Naranjo Junior, quien se hallaba de director de Relaciones Públicas de la Gobernación de Barina, es llamado por el doctor Ramón Castro Mata propietario y director, para que asumiera la Redacción del diario El Luchador.
Naranjo había estado anteriormente como Director de El Bolivarense y en la Redacción de El Expreso donde se distinguió por la exclusividad de las Noticias.  En El Bolivarense tubeó a la prensa nacional con el asesinado de Presidente de los Estados Unidos  John F. Keneddy y en El Expreso con la llegada del hombre a la Luna.  Sólo le restaba El Luchador, donde produjo otro tubazo igualmente soberbio.
Ocurrió cuando el presidente Raúl Leoni se hallaba gravemente enfermo en Nueva York. Se presentía un fatal desenlace en corto tiempo. Entonces escribió varios reportajes, como se hace en grandes periódicos, para presentar una gran edición cuando se produjera la muerte;  sobre su vida familiar con Menca, su carrera política, desde el exilio con Rómulo en Barranquilla, en fin, una semblanza completa del personaje, en seis páginas de ese tabloide. Cuenta Naranjo que todas las noches actualizaba el lead con los cables de la AP e Ismael Villasana tenía instrucciones de parar las máquinas al llegar la noticia de la muerte de Leoni. Esto lo hizo durante casi una semana. Una vigilia permanente hasta la madrugada del 5 de julio  (1972) cuando llegó el cable como a las tres de la madrugada. Se paró la prensa, se colocaron primera y última y cinco páginas internas, para una edición de bandera. En la mañana se hicieron varios tiros estando como estaba la multitud ávida de noticias, colmando el Paseo Orinoco con motivo del desfile militar de ese día.
         Sólo dos periódicos de toda Venezuela publicaron la noticia: Panorama de Maracaibo y El Luchador de Ciudad Bolívar. Ningún diario de Caracas reseñó el trascendental acontecimiento.
Regresó a Ciudad Bolívar en agosto de 1968, ocupando de nuevo la Jefatura de Relaciones Públicas de la Gobernación, también con Sanoja Valladares. Ganó Caldera, vino el alzamiento de Rupununi y Naranjo tuvo que trabajar con los refugiados, porque ninguno hablaba español.
         Ascendido Caldera en marzo de 1969, fue despedido, perdiendo el Estado todo lo que había invertido para su preparación en el exterior. Entonces lamentó no haberse quedado en Nueva York.
         Ese mismo año, en abril, asumió la dirección de El Bolivarense, donde estuvo hasta agosto del 69, cuando lo llamó Guzmán Gómez para fundar El Expreso, primer periódico impreso en Offset, cuya nitidez fotográfica impactó a los lectores.
         Aquí también armó grandes exclusivas Las fotos del aterrizaje del hombre en La Luna, la suspensión de la huelga en Sidor cuando la competencia decía que sí iba, el golpe frustrado contra Caldera del General Flores, una gran exclusiva, trabajada por Gustavo a puro teléfono con Caracas, cuando costaba una bola llamar a larga distancia. (AF)
        


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