jueves, 4 de diciembre de 2014

Inauguración del Jardín Botánico del Orinoco

El 21 de mayo de 1995 quedó inaugurado en horas de la tarde el Jardín Botánico del Orinoco, reservorio vegetal de 60 hectáreas, anclado en el corazón de Ciudad Bolívar y circundado por las avenidas Bolívar, Táchira, 5 de Julio y Caracas.
Dentro de ese marco se instaló también el XII Congreso Venezolano de Botánica con la asistencia de 300 profesionales de la botánica a nivel nacional e internacional.
La inauguración del Jardín Botánico se hizo con la presencia del gobernador Andrés Velásquez, del alcalde de la ciudad Leonel Jiménez Carupe, del presidente de la CVG Elías Nadim Inaty, del comandante de la Armada Fluvial, Contralmirante Hildebrando Quiroz; del Comandante de la V División General Alí Palmar López; del rector de la UNEG Oswaldo del Castillo y del presidente de la Fundación Jardín Botánico del Orinoco, Leandro Aristeguieta. No obstante haber sido vieja aspiración de los bolivarenses, fue el gobernador Andrés Velásquez quien le dio calurosa acogida a la idea recogida con antelación por la CVG a instancias de Leandro Aristeguieta, biólogo especializado en botánica, que tiene su parte en el Jardín Botánico de Caracas al igual que sus protagonistas Henry Pittier y Tobías Lasser.
La idea dejó el vuelo y aterrizó en el sitio más privilegiado de la ciudad capital: La Laguna del antiguo Paseo o calle El Porvenir, otrora calamidad pública por sus aguas insalubres. La Laguna, al fin desecada y rescatada en la dimensión de sus sesenta hectáreas, es desde entonces recipiente del Jardín Botánico del Orinoco.
En su realización pusieron empeño aparte de la Gobernación, la CVG y Alcaldía de Heres. Cuenta con un centro hortícola, crasuletum, palmetum, laboratorio, biblioteca, cafetín y área de recreación. Al lado del Jardín botánico estaba el Parque “Raúl y Menca de Leoni”, hoy convertido en vivero y piscicultura.
El Jardín Botánico del Orinoco poseía una serie de características que no son frecuentes en otros jardines y una de ellas es la de estar en el propio corazón de la ciudad, lo cual conllevaba a cumplir funciones que en general no son propias de los Jardines Botánicos, pero que en este caso particular se justificaba. Tales funciones involucraban lo recreacional. Es por lo que en el área perimetral del jardín se construyó el Paseo Raúl y Menca de Leoni, una obra muy ligada a la avenida Bolívar, que cubre una superficie de cinco hectáreas, ejecutada por la CVG.
Contigua al Paseo existe una estructura modular que dentro de la nomenclatura del Jardín pasó a llamarse Módulo de uso múltiple por cuanto fueron instalados allí una fuente de soda, sala de conciertos y conferencias, quioscos para venta de periódicos, revistas y subvenir, sanitarios y vigilancia.
El ambiente recreacional del jardín se reforzó con un campo deportivo como continuación del Paseo Raúl y Menca de Leoni. A partir del estacionamiento del Paseo empezaba la pista de trote y se construyeron canchas para básquet, volibol y futbolito, además de un espacio abierto para juegos espontáneos, barras paralelas, argollas y otros equipos de ejercicios gimnásticos.
El Jardín Botánico del Orinoco se llevó adelante gracias a un Convenio suscrito el 31 de mayo de 1992 entre la CVG, Gobernación y Alcaldía que aportó las 60 hectáreas de La Laguna donde se desarrolló el proyecto.
Una Fundación tenía a su cargo toda la dinámica administrativa y productiva del Jardín, regida por un Consejo Superior formado por el gobernador, quien lo presidía, el presidente de la CVG, el alcalde de la ciudad, el rector de la UNEG y un presidente que actuaba como secretario ejecutivo de la Fundación. Además del Consejo Superior, existía la Junta Directiva que se ocupaba de la gerencia y administración de la Fundación.

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