El pueblo de El Dorado celebró los cien años de su fundación, cumplidos el 2 de marzo de 1994, pues fue en ese día y mes de 1894 cuando el general Domingo Sifontes, construyó las primeras casas y le puso nombre.
Todo comenzó a raíz de la revolución Legalista de Joaquín Crespo cuando el general Domingo Sifontes aceptó el cargo de Comisario de Fronteras y situó la sede de la Comisaría en la confluencia del Cuyuní con el Yuruán, frente a la Casa-Fuerte de los ingleses, situada donde se instaló en 1944 la Colonia Penal de El Dorado.
Allí, luego de necesarias exploraciones y de haber ocupado las subcomisarías de Acarabisi, Yuruán y Chicanán, que funcionaban en ranchos y tiendas de campaña así como ejecutados otros trabajos que le fueron encomendados en función de la comunicación y vigilancia, levantó las primeras casas dando lugar al pueblo que él mismo bautizó con el nombre de El Dorado.
Exactamente a los diez meses -2 de enero de 1895- Douglas D. Barnes, inspector de Policía del Distrito de la Guayana Británica, junto con otros oficiales y agente de tropa, pretendió avanzar intentando ocupar la margen derecha del Cuyuní, pero fue reducido a prisión por los hombres del capitán Andrés Avelino Domínguez, lugarteniente del comisario de Fronteras y conducidos presos a Ciudad Bolívar por el coronel Luis Manuel Betancourt.
La cosa no pasó de allí. Los británicos al llegar a Ciudad Bolívar fueron puestos en libertad por el entonces Presiente del Estado, general Manuel González Gil, al disponerlo así el presidente de la República Joaquín Crespo.
Mientras tanto, refuerzos provenientes de Demerara, al mando de Michael Mac Turk, trataron de ocupar nuevamente el lugar, pero fueron, esta vez a tiro limpio, expulsados definitivamente y con refuerzos de voluntarios provenientes de Tumeremo, para dejar limpia la zona que permitió al incipiente pueblo de El Dorado crecer, abrir vertientes y caminos hacia el dominio de unas fronteras legítimas e históricas que si bien fueron defendidas valientemente, más por espontaneidad de los yuruarenses que por voluntad obligatoria del Gobierno Federal, quedaron truncas en unos 250 mil kilómetros cuadrados, merced al funesto Laudo Arbitral de 1899, dado en París.
El Dorado, pues, nació como sede o centro de la Comisaría de Fronteras durante el lapso en que el Territorio Federal del Yuruari fue creado por resolución del Congreso Nacional, el 3 de septiembre de 1881 para que el Ejecutivo Federal pudiese lograr un control directo sobre las fronteras y las ricas cuencas auríferas de Guayana. Esta condición geopolítica duró hasta l891 gracias al movimiento reivindicativo de la Sociedad Democrática del Yuruari liderada por José Manuel (El Mocho) Hernández, Miguel Parra Hernáiz y Ricardo Juliá García.
El 20 de agosto de 1900, el presidente provisional del estado Bolívar general Lorenzo Guevara, elevó a El Dorado o región del Cuyuní a la categoría de distrito con el nombre del prócer Juan Bautista Dalla-Costa, fallecido hacía 6 años y designó jefe civil del mismo al general Pablo Hernández Centeno. Pero fue criterio del presidente Cipriano Castro volver al status anterior. De manera que el 14 de diciembre de ese mismo año 1900 dictó el Decreto y designó gobernador al general Manuel Silva Medina. Entonces el territorio quedó dividido en tres distritos: Piar, Roscio y Dalla Costa hasta 1909 que el Gobierno central delegó su control al ejecutivo del estado Bolívar.
Los ejidos de El Dorado fueron señalados por el agrimensor público Santos Semedey. A partir de su condición de distrito relegado posteriormente a la categoría de municipio foráneo integrado al Distrito Roscio, la población vivía del trabajo primitivo de las minas de oro, la explotación del balatá y como centro de vigilancia de las fronteras de la comisaría respectiva.
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