viernes, 20 de junio de 2014

El Parque industrial Los Farallones

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La Corporación Venezolana de Guayana  terminó en el mes de mayo de 1988  en Ciudad Bolívar el Parque Los Farallones para la instalación progresiva de ochenta pequeñas y medianas industrias. Abarca una extensión de 507.200 metros cuadrados, en el cruce de la Avenida Perimetral con la carretera que conduce a Maripa.
         Además de las 80 parcelas industriales fueron acondicionadas 2 comerciales, 7 para servicios y 2 educacionales. Se trata de un proyecto modelo de los parques industriales en Venezuela porque no solamente comprende instalaciones de carácter recreativo, sino otras para el mejoramiento profesional, recreativo, comercial y seguridad.
         Está dotado de los servicios de acueducto, cloaca, drenaje, energía eléctrica, calles pavimentadas, brocales, aceras y pronto será instalado el servicio telefónico.
         Produrca, que era una empresa de la CVG creada para desarrollar tierras y ejecutar proyectos industriales, habitacionales y de recreación, diseñó lo que su gerente, el ingeniero Francisco Guevara Luces, denominó “Proyecto Industrial 88”, que tenía por finalidad atraer inversionistas para que se fueran instalando allí bajo una serie de facilidades.
         Dentro de ese plan se pensaba interesar, promocionar y atraer inversionistas. Produrca estuvo en conversación con gente de fuera, a la que en principio  envió un tríptico donde se define lo que tiene el parque. Ya se hallaban instalados la Fábrica Nacional de Tractores (Fanatracto), los silos con su sistema de secado y almacenamiento de granos y también Cadafe que construyó allí una subestación eléctrica, lo que significa que la C.A. Electrificación de Ciudad Bolívar, que distribuye la energía en la ciudad quedó fuera de ese parque industrial.
El mismo presenta una excelente ubi­cación dentro del contorno urbano de la ciudad así como facilidad vial para toda la región Guayana y la región oriental. Ex­celente vialidad interna, clima bondado­so, ordenamiento armónico para las in­dustrias a instalarse, evitando en todo momento situaciones anárquicas. Produr­ca  estableció facilidades y precios ra­zonables para la adquisición de estas par­celas y de igual manera  previsto el asesoramiento técnico de los interesa­dos.
El parque costó a la CVG la inversión de unos 16 millones de bolívares y fue su aporte como pago de las acciones de Pro­durca que pensaba ofrecer las parce­las a 100 bolívares el metro cuadrado, con facilidades.  La idea era que se instalaran allí industrias grandes y pequeñas derivadas de la madera, industrias metal-mecánicas y a base de aluminio. Asimis­mo industrias para fabricar partes de los tractores que ensambla Fanatracto como baterías, tubos de escape, radiadores, co­rreas.
Frente al parque Los Farallones igual­mente se promovía un mercado mayoris­ta, es decir, un mercado terminal, para lo cual ya estaban delimitadas y servidas las parcelas.
El problema de abastecimiento y de­pendencia de Ciudad Bolívar de produc­tos agrícolas perecederos de otras regio­nes, así como la falta de capacidad para almacenamiento de víveres y artículos pe­recederos, hacía necesario la construcción de este mercado.
Ya con un mercado mayorista sería po­sible la concentración de productos dan­do pábulo a la actividad agropecuaria, uti­lizando el potencial de las zonas aledañas y diversificando los rubros de producción actual como los son en buena escala el maíz y el sorgo.
 Produr­ca efectuaba gestiones ante un grupo de empresarios para la construcción de un edificio destinado al procesamiento del oro, del diamante y de­más piedras preciosas que se extraen en toda la región Guayana.
A toda esta gestión se sumaba  en el es­fuerzo de consolidar la estructura eco­nómica de Ciudad Bolívar, la de crear en la ciudad un centro de operaciones y de­sarrollo turístico de la Región Guayan para lo cual había sido paso importante el que Aerotuy, que acababa de adquirir los aviones Twin Otter de LAV y sus rutas,' haya decidido su base en ciudad Bolívar.





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