domingo, 30 de marzo de 2014

Puerto Ordaz sobretorta que da vergüenza

Puerto Ordaz, sobre-torta que da vergüenza
Puerto Ordaz, ciudad que fue diseñada con los planos y maestros más importantes del mundo es una sobre-torta que da vergüenza porque no tiene un solo árbol, dijo el arquitecto Fruto Vivas (en la foto) en la oportunidad de una conferencia dictada el 2 de mayo de 1984, sobre la defensa de la ciudad, patrocinada por la Universidad de Guayana.
         Los únicos árboles de Puerto Ordaz que se veían entonces eran las matas de mango de los viejos campamentos de la Orinoco Mining.
         Donde está la gran frescura no son precisamente en los barrios hechos por los grandes creadores porque ellos lo que han hecho es un tremendo negocio, edificios de cinco, diez, veinte y tantos pisos en un exceso de vialidad y en una ciudad sándwich que está prisionera entre un pueblo hermoso como San Félix y un macro desarrollo industrial.
         Manifestó no querer que Ciudad Bolívar corra el mismo riesgo: “felizmente no tenemos hierro ni aluminio en esta ciudad. No es que no queremos que lo tenga tampoco Puerto Ordaz sino que sus consecuencias no pesen sobre la ciudad”.
         Quisiéramos que gran parte de la gente que vive en Puerto Ordaz tuviese un tren que los pusiera a vivir en una urbe como Ciudad Bolívar.
          El carácter de la arquitectura de Ciudad Bolívar, la que vio Bolívar cuando estuvo aquí en Angostura, son esas colinas de piedra. Esas antiguas casas tienen algo importante y trascendente para nuestro recuerdo y es ese concepto de la identidad.
         Aquí tenemos que buscar hombres como Adolfo Blanco Adrianza, que fue capaz de crear una movilización y movió a toda Venezuela para la defensa de La Pastora. Esas casas derrumbadas, muchas de ellas demolida, en sí misma no representan un valor que no sea su calidad arquitectónica, pero hay algo más importante que tiene y eso si es importante para lo que somos arquitectos y es que esas casas son más frescas que cualquiera de los monstruos armados ultramodernos que hay en esta ciudad.
         Fruto Vivas en su conferencia de más de una hora ante un público bien selecto, casi todos de profesionales, abogó por el antiguo patio, los corredores y la plaza y dijo que si le preguntaran que primera ley habría que crear en las zonas donde se van a construir nuevas ciudades respondería que volvamos al patio sin querer decir con ello que tengamos que repetir la anciana arquitectura que hay en el casco viejo de la capital guayanesa.
         El problema fundamental de la ciudad es conocerla porque si “la ciudad es el hombre” como decía Mario Briceño Iragorri, lo fundamental entonces es que nos conozcamos.
         Lo importante para el casco antiguo de Ciudad Bolívar y lo trascendente es que entre en el máximo uso de la ciudad y que la gente vaya a la plaza, a los bulevares y termine de eliminar los carros allá arriba y encuentre la manera de coexistir  lo más humanamente posible.
         En fin, Fruto Vivas dijo que Ciudad Bolívar es una de la ciudades más verdes de Venezuela, que hay que municipalizar los árboles, luchar por no copiar el modelo de Caracas, bulevizar la mayor cantidad de calles que se pueda, reordenar el espacio urbano al servicio del hombre para darle eficiencia, crear horarios alternos de circulación para que los carros puedan entrar a descargar en el comercio, sacar la basura y cumplir otras emergencias, pero que vitalmente el espacio urbano le pertenezca al pueblo. La calle es la zona más importante de la ciudad, y si tiene techo es más hermosa todavía.


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