El
pueblo Kariña de la Mata de Tapaquire, no obstante estar a 90 kilómetros al
oeste de Ciudad Bolívar, la acción directa de la salud pública no llegaba o
si llegaba, era pobremente, con
dificultades.
Para determinar hasta qué punto la
desasistencia médica afecta a una comunidad como la de los indios Kariña, un
equipo voluntario de profesionales de la Universidad de Oriente, Seguro Social,
Ministerio de Sanidad, Educación y Gobierno regional se trasladó al lugar y
entre el último sábado y domingo de enero de 1982 hicieron un diagnóstico
masivo de la población formada por más de 500 almas.
Acompañamos al equipo que en el
pintoresco pueblo de las sabanas de Borbón, instaló sus microscopios y
consultorios para practicar exámenes que iban desde la parasitosis intestinal
hasta el hematológico e inmunológico.
Formaban este equipo el microbiólogo
Miguel Sambrano Perdomo, el venereólogo Sergio Karovich, el nutrólogo y
endocrinólogo Darío Pérez González, el parasitólogo Héctor Marjal Fuentes, la
doctora Josefina de Marjal; la enfermera Naldina Vegas; la estudiante de
enfermería Elsa Figueroa; la enfermera Arcada de Karovich; el técnico en
microbiología Miguel Sambrano hijo; el estudiante Noel Palma; el director de la
DR EG, Profesor Roger Gonzáles; las trabajadoras sociales Amelia Farreras,
Maité Pimentel y Magali Rodríguez. El peluquero Ramón Emilio Narváez y el
electricista José Parra.
La mata de Tapaquire es una comunidad
de indígenas Kariña en un 90 %, aislada en las sabanas de Borbón, a 90
kilómetros al oeste de esta ciudad y que sigue inalterable su vida agrícola
tradicional basada en cultivos ancestrales.
La conforman los caseríos de la propia
Mata, Cogollar, La Montañita, Chupete y La Hacienda. Fue fundada en 1769 por el
Gobernador Manuel Centurión Guerrero de Torres, pero ya la Compañía de Jesús
había fundado allí una misión un año antes con el nombre de Nuestra Señora de
la Concepción de Tapaquire. En la capilla se ve todavía la campana de la época
con el nombre de la misión y el año de la fundación.
Este indio Kariña de la raza Caribe
está emparentado con los indios del sur de Anzoátegui y Monagas. El Kariña es
pequeño, delgado, bien proporcionado, color bronceado claro, piel lisa, suave y
de escasa pilosidad. Los hombres tienen barba pobre y la mayoría es aficionada
al bigote. El doctor Francisco Battistini, estudioso médico guayanés los
considera como los únicos indios con bigotes.
La mujer Kariña luce hermosa, lisa,
larga y brillante cabellera. Sus ojos son grandes, negros y en forma de
almendras. Las viejas se ven picaras y sonrientes. El núcleo familiar Kariña está instituido sobre
bases sólidas. Son esencialmente monogámicos y la residencia es matrilocal. Es
decir, al casarse, el hombre se muda a la casa de la esposa y los niños llevan
el apellido de su madre.
El viejo Kariña es respetado y
permanece activo hasta avanzada edad como es el caso de Pedro Manuel Kamora,
quien tiene 80 años, 20 hijos, 60 nietos
y en sus mejores tiempos llegó a ser gobernador de la comunidad por espacio de
35 años.
La comunidad está gobernada por un
representante del Ejecutivo Regional que tiene a su cargo el orden público y
los servicios civiles, y un gobernador elegido por los Kariñas en asamblea
pública y el cual ejerce su mandato por tres años y tiene a su cargo todo lo
relativo a la comunidad. Es quien trata con las autoridades criollas y se ocupa
de los conflictos con los terratenientes y de las diferencias entre familias
Kariñas. El gobernador en 1982 era Ramón Kamora. Los hermanos Kamora han sido
siempre los líderes del pueblo, pero también los Manaure, los Tupepe, los
Chiroco y los Kaskaute.
No hay comentarios:
Publicar un comentario