viernes, 22 de noviembre de 2013

Carlos Días Sosa


El periodista, escritor, ensayista  y poeta bolivarense, Carlos Díaz Sosa, murió el viernes 15 en Caracas, a los 82 años de edad.  Era hermano del poeta y crítico de arte Rafael Pineda así como del cronista social de El Nacional, Pedro J Díaz.
Los tres fueron comunicadores sociales como lo fueron sus padres. Blanca Sosa, quien era maestra y tocaba la guitarra. Su nombre lo ostenta una Escuela del sector de Las Moreas en tanto que Zoilo Díaz era telegrafista y agente viajero, de esos que no se aguantan mucho en un lugar y se van con el olvido.
Ausentado el marido, Blanca Sosa, se quedo con sus tres varones  y sus guitarras, más finchada que nunca, tratando de descifrar aquellos signos morseanos de una vida que se estrechaba entre el rio y los arenales de Los Morichales.
Para ello se valió de una escuela privada donde se podían aprender las primeras letras antes de llegar a la “Moreno Mendoza”, reputada escuela dirigida por el Bachiller Felipe Natera que era tan severo como la maestra Natividad Cardozo, de Guasipati, tierra de remanso del tráfago aurífero calloense.
Guasipati entonces parecía toda una calle larga desde la entrada hasta la salida hacia El Callao y con una tranquilidad  bucólica ni siquiera perturbada por la alargada de los discípulos de la maestra Cardozo.
De la capital del distrito Roscio salió toda la familia. Se vinieron  padre, madre, hijos y Ciudad Bolívar se abrió como una posibilidad distinta que a la larga resulto dura por el esfuerzo que debió hacer la madre para suplir la ausencia del padre.
Los tres estudiaron en Ciudad Bolívar y después viajaron a Caracas a completar sus estudios al mismo tiempo que comenzaron a trabajar en El Nacional y otras publicaciones.
Carlos Díaz Sosa se casó con Nelly Lameda, hermana del también escritor Alí Lameda, quien a pesar de ser comunista fue encarcelado durante siete años en Corea del Norte por haberse opuesto a la lucha armada.  Con Nelly tuvo tres hijos.
Su carrera periodística la desarrolló durante muchos años en el diario El Nacional y en Radio Nacional.
Entre sus numerosas obras literarias y periodísticas destacan Tranvía de hormigas y 200 temas de conversación.
Asimismo, Carlos Díaz Sosa fue agregado cultural y de prensa de la Embajada de Venezuela en Reino Unido a finales de la década de los ochenta.
Durante sus últimos años de vida se desempeñó como columnista del diario Últimas Noticias.  Allí,  en uno de sus artículos lamentó la ya inexistente Asociación Venezolana de Autores y Compositores, institución integrada por músicos, compositores y escritores, presidida María Luisa Escobar. En algún momento el maestro Antonio Lauro y el periodista Carlos Díaz Sosa, fueron sus directivos. La actividad era nacional, pero con vínculos internacionales. Colombia, Brasil, México, Chile, Perú, Argentina, Francia, Alemania, Estados Unidos, y de esa manera la importancia de la institución que ahora se ve desarticulada.
En abril de 1975, cuando el poeta Ali Lameda, hermana de su esposa, salió de la prisión en Cora del Norte, fue entrevistado por  el  periodística  e infatigable luchador por su causa, Carlos Díaz Sosa.

Al ser interrogado, Lameda reveló que había sido víctima indirecta de la decisión del Partido Comunista de Venezuela de ir a la pacificación, puesto que esta opción del Comité central del PCV fue respetada por todos los partidos comunistas del mundo, menos los de Cuba, Corea y Albania. Su prisión había sido, pues, una manera de cobrarse esa medida del PCV. Y Fidel Castro no movió un dedo para agenciar su excarcelación o mejorar las condiciones de su retención.





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