martes, 2 de julio de 2013

Un compañero de Papillón

La novela “Papillón del francés Henri Charriere (en la foto), fugado de Cayena, causó revuelo en Guayana, no sólo por la vecindad de la colonia gala a donde iban a parar los delincuentes de Francia, sino porque en Ciudad Bolívar se hallaba radicado desde hacía 23 años uno de sus cinco compañeros de fuga.
         Logramos entrevistarlo bajo promesa de no divulgar su verdadero nombre pues se hallaba casado con una dama bolivarense y tenía tres hijos: uno en el Ejército, otro estudiando en el Liceo y la hembra a punto de cumplir sus 18 años.  Sin embargo, en el libro  de Jean Lefeure Le Bagne a la casse publicado en Francia y que nos prestó Andrés Palazzi, aparece el nombre completo. 
         Papillón, que en francés significa Mariposa”, emprendió su fuga del Campamento des Cascades, prisión de Cayena, con dos chinos que se instalaron con un restaurante en Puerto La Cruz; Etienne Laplanche, quien se domicilió y falleció en Soledad y nuestro entrevistado Raymond Lamothe, a quien dimos conocer en esa oportunidad con  el apodo Fromage” (queso), que le pusieron compañeros de presidio  por ser la presa fácil en las partidas de pocker.
         Raymond Laplanche, hombre blanco, de contextura fuerte, 1,70 de estatura, 47 año, trabajaba en la zona del hierro y estuvo preso en Cayena luego que en Paris le fue conmutada la pena que era de ser pasado por la guillotina a causa de haber dado muerte a un paisano por motivo pasionales.
         Tenía entonces 17 años cuando le fue conmutada la pena a cadena perpetua en la Isla del Diablo, donde conoció a Papillón para posteriormente planificar la fuga que no fue en una balsa de sacos de coco como lo da a conocer Papillón en su novela documental, sino en una curiara que hacía agua por todas partes y en la cual tras ocho días con sus noches llegaron a Georgetown, donde ingresaron a un hospital como náufragos.  Allí se dispersaron, cada cual tomó su rumbo y Raymond trasmontó la Sierra de Imataca a pie durante 22 días y se quedó anclado para siempre en Guayana, promisoria tierra de los aventureros.
         Henri Charriere, nacido en Francia en 1906 y fallecido n Madrid el 29 de julio de 1973,  escribió su novela autobiográfica en 1969.  En ella narra su fuga en 1941 tras varios intentos frustrados por la rigurosa vigilancia que blinda la famosa isla del diablo.
         En 1973, Franklin Shaffner dirigió una película basada en el libro con Steve Mac Queen como protagonista y Dustin Hoffman como actor secundario.
         Se ha puesto en duda la veracidad de toda la trama, pero evidentemente que es vívida e interesante la narración que denuncia las inhumanas condiciones que padecen los reclusos. La novela fue un best seller  y existe una segunda parte llamada Banco en la cual se relata el camino que recorrió el autor desde que fue liberado definitivamente en América, recorriendo caminos azarosos y colmados de peligros..
         Tanto la novela como la película se consideran de denuncia pues al tiempo que descubren las entrañas del sistema penitenciario de las colonias francesas, muestran  aspectos crudos y tortuosos del trato a los prisioneros, de las torturas, además del esfuerzo que el espíritu humano, en este caso representado por el mismo Papillon, hace por adaptarse a un medio altamente hostil, que ofrece pocas posibilidades a la supervivencia, un ambiente aislado del mundo, en cárceles inhumanas. Queda en evidencia la persistencia por alcanzar la libertad, por defender el poco de dignidad humana que puede conservarse en la cárcel, incluso exponiendo la vida a cambio de ella.



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