El
15 de octubre de 1971, se instaló bajo la presidencia de Rafael Pineda (en la
foto), la Sociedad Amigos de Guayana cuya tarea principal consistía en
materializar el Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco
recién restaurada por el Gobierno Nacional conforme a los planos originales.
El acto coincidió
con la celebración de la Semana de la Cultura que bajo los auspicios del
INCIBA arrancó ese día y culminó el 22 con películas, conferencias, muestra de
pinturas y exposición de libros.
Además de Pineda en calidad de Presidente, formaban
parte en calidad de directivos de la Sociedad de Amigos de Guayana, Rosario
Pérez Agosto, Maby Natera Febres, Andrés
Bello Bilancieri, Américo Fernández, J. M.
Gómez Bello, José Sánchez Negrón Andrés Palazzi, José Francisco Miranda, Manuel
Alfredo Rodríguez y el doctor Mauro Páez Pumar, Presidente Honorario.
El Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del
Orinoco quedó materializado el 20 de noviembre de 1973 cuando fue inaugurado
por el Presidente de la República Rafael Caldera. El tercero fundado en Guayana en menos de dos
años y donde se puede apreciar, visual y cronológicamente, lo que ha ocurrido
en las artes plásticas de Venezuela desde la llamada Escuela de Caracas y del
Círculo de Bellas Artes.
Consta el Museo de seis salas, más el corredor y el
jardín donde se distribuyen en orden cronológico las obras, de acuerdo con la
historia del arte venezolano. Se inicia la exposición (Sala Uno) con obras de
Arturo Michelena, Emilio Boggio, Armando Reverón, Tito Salas, Andrés Pérez
Mujica, Marcos Castillo, César Prieto y otros representantes de la llamada
Escuela de Caracas y del Círculo de Bellas Artes.
La Sala dos ha sido escogida para exhibir allí la prensa donde se editó
el Correo del Orinoco hasta el número noventa y uno (1818-1820) cuando el
taller fue trasladado al sótano de la casa donde se había reunido el Congreso
de Angostura en 1819.
Muchos se preguntarán quizás por qué una prensa tipográfica en un Museo
de artes visuales. Parece incongruente pero en el fondo tiene una explicación
admisible y es que el Museo se instaló precisamente en el seno natural de esa
prensa de valor histórico no sólo por su manufactura primitiva sino porque en
ella se editó el primer periódico libre de Guayana y el de más larga vida en el
período de lucha por la independencia de Venezuela.
Como marco de esa prensa pagada en parte con mulas de las Misiones del
Caroní, existe en la Sala un historial gráfico de la ciudad de Angostura en
aquellos tiempos azarosos de la lucha por la emancipación americana.
Las Salas tres, cuatro y cinco, están destinadas exclusivamente a
gráficas, cerámicas y dibujos que junto con las secciones de pintura y
escultura demuestran lo que ha ocurrido en la plástica venezolana desde fines
del siglo diecinueve hasta hoy, y podríamos decir que hasta mañana tomando en
cuenta que cada año se incorporan a la institución importantes donaciones,
muchas de las cuales hay que tener en depósito aguardando que el Museo amplíe
sus espacios, bien adquiriendo el inmueble vecino u otro distante, pero dentro
del perímetro del casco urbano.
En la sala seis, donde se hace un intento por resumir el arte
venezolano desde 1942, se pueden ver obras de Alejandro Otero, Alirio Rodríguez,
Carlos González Bogen, Régulo Pérez (nativos de Bolívar como Soto), Armando
Barrios, Oswaldo Vigas, Braulio Salazar, Perán Erminy, Mateo Manaure, Francisco
Hung, Aglays Olivero, Rafael Pérez, José Campos Biscardi, Max Pedemonte, Raúl
Sánchez, Teresa Casanova y otros.
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