domingo, 23 de junio de 2013

La Muerte de Jorge Suegart


El 9 de agosto de 1966, a causa de una afección renal y a la edad de 81 años (había nacido el 22 de febrero de 1884), dejó de existir don Jorge Suegart, director del diario vespertino “El Luchador”, fundado por él y su hermano Edmundo Suegart, tras la clausura del diario “El Anunciador”, herencia de su padre de origen francés y activo militante de la causa liberal.
            Jorge Suegart y Edmundo Suegart eran los únicos varones de una familia de siete hermanos, todos formados en la capital bolivarense bajo la paternidad del General Agustín Suegart y doña Hortensia Ferrer de Suegart, cautivos de por vida de la industria tipográfica que le dio vida a un diario donde se simplifica la historia grande y menuda de gran parte de la Ciudad Bolívar del siglo veinte.
            Cuando murió Agustín Suegart, su hijo Jorge apenas contaba diecinueve años y a esa edad asumió la dirección de El Anunciador que luego fue clausurado por un editorial que criticaba las desviaciones del gobierno castrista.  Al fin el Presidente Castro accedió reabrir el diario vespertino pero con otro nombre.  Edmundo le puso “El Luchador”  y con ese nombre reinició una aventura periodística cuidadosa y más de las veces complaciente con el régimen para poder sobrevivir y evitar la suerte de otros medios impresos.
            Edmundo Suegart, casado primero con Elena Margarita Liccioni y posteriormente con Graciela Martínez Espino, decidió residenciarse en Caracas y allí fundó el diario “La Esfera” cuyo primer número salió el 16 de marzo de 1927 y luego el diario Ahora.
            Mientras Edmundo Suegart estuvo al frente de El Luchador, Jorge Suegart desempeñó varios cargos públicos, entre ellos, director de Fomento y Estadística y diputado a la Asamblea Legislativa.  En 1926, asumió la dirección de El Luchador y modernizó la Editorial La Empresa que había comenzado a principios de siglo con una  imprenta de vapor y ya ese año disponía de lo más avanzado de la tecnología de impresión con  rota-plana y una batería de linotipos de lo más avanzado.       
            A raíz del fallecimiento de Jorge Suegart, El Luchador entró en un proceso de liquidación por voluntad de cada uno de sus cuatro herederos.
            El vespertino guayanés había sido fundado en 1893 con el nombre de “El Anunciador” y en 1905 adquirió el nombre de El Luchador.  Se inició como diario tres años después que apareció el primer número del diario “La Religión” considerado como el decano de los periódicos venezolanos.
            El Luchador fue fundado por don Agustín Suegart y después de muerto fue dirigido por su hijo Jorge, mientras su otro hijo, Edmundo, se fue a Caracas a fundar el diario La Esfera.
            Después de 70 años el decano del diarismo en provincia se veía en peligro inminente de desaparecer.  La crisis familiar que terminaba con la liquidación de la empresa tipográfica mejor dotada del oriente venezolano, comenzó a raíz de la muerte de Jorge Suegart.
            Su hijo homónimo se hizo cargo de sus funciones, pero al entrar en proceso de liquidación  fue reemplazado por el liquidador Humberto Figarella.
            Veintiún empleados y obreros, dada la situación, acudieron a la Inspectora del Trabajo asistido por Francisco E. Bonilla, secretario de reclamos de la Federación  de la UTIG, para plantear el pago de sus prestaciones sociales, aún cuando el representante de la empresa, Humberto Figarella, alegaba que las prestaciones serían pagadas cuando fuese definitivamente  liquidada la empresa y que mientras tanto continuaban vigente las condiciones de trabajo previstas en el contrato colectivo.  Para entonces, los dueños del vespertino bolivarense de  la calle Venezuela consideraban varias ofertas de compra.



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