jueves, 14 de noviembre de 2024

LAVANDERAS DEL ORINOCO

Las Lavanderas del Orinoco Durante largo tiempo la ropa, tanto de ricos como de pobres, era lavada en el río o en los remansos de los morichales. Muy raro el viajero que hiciera parada en Ciudad Bolívar y no se refiriera a las Lavanderas del Orinoco. En 1868, el explorador alemán Carla Geldner le dedica un párrafo en su diario de viaje “la encontramos aquí riéndose y hablando, parada en el agua hasta las pantorrillas pegándole tanto la ropa gruesa como la más fina sobre pedazos de roca”. Ciertamente la ropa la estregaban con una tusa de maíz o golpeándola con una porra y en vez de jabón utilizaban el jugo del paraparo que tiene propiedades detergentes muy naturales. En la Quebrada de la Logia que cursa por el traspatio de la Casa de San Isidro, se lavó durante mucho tiempo y muy cercana a ella pasa una vía empedrada llamada El Trabuco por donde se iba hasta la ciudad. Por allí dice la tradición que Bolívar se dirigió a instalar el Congreso de Angostura. Esa vía pasó a llamarse “Callejón de los aparecidos” porque, al decir de quienes experimentaron el fenómeno sobrenatural, después de la muerte del Libertador en 1830 se sentían los pasos de los oficiales encargados de su escolta. De suerte que las lavanderas, por temor a ese espanto, no madrugaban ni lavaban hasta muy tarde en el Morichal de San Isidro. El mismo comportamiento asumían para lavar en el Orinoco, aquí era por temor a los Caimanes que asomaban su hocico por las riberas del puerto de la Aduana y en las bocas del Orocopiche sobre el Orinoco. Había uno por la zona de Orocopiche que no dejaba en paz a las tradicionales lavanderas del sector. Este fue capturado el 3 de julio de 1950, entre la Boca del San Rafael y La Toma, cerca de la Cerámica, por el Mayor José Antonio González, jefe militar de la plaza, Jorge Suegart, director de El Luchador y un hijo de éste que así se lo propusieron de manera exitosa. Las lavanderas del Orinoco utilizaban en su oficio cotidiano una porra llamada “Manduco” para sacarle el sucio a la ropa, igualmente un vegetal que llamaban “estropajo” y a falta de jabón utilizaban la pulpa del fruto del Paraparo, árbol que abunda en el Cerro del Zamuro. Los frutos alargados del estropajo contienen un esponjoso tejido fibroso que al secarse, las domésticas lo utilizaban para lavar no solamente la ropa sino platos y demás utensilios de la cocina. Igualmente era usado para el baño. Tan bueno y reconfortante era bañarse con esta esponja vegetal dio lugar al dicho en boga de que “no hay nada como bañarse con estropajo”. En cuanto al manduco como instrumento para lavar la ropa fue adoptado en tiempos de la Colonia en manos de los indígenas y así se extendió hasta muy avanzado el siglo veinte, por lo tanto es una herencia indígena colonial y en la vecina Colombia es tan popular que las mujeres cuando van a lavar a la orilla del río suele entonar esta canción que con ciertos agregado popularizó el músico y compositor Gilberto Simoza: “Mi mamá me dio el manduco / El manduco pa' la ropa / El manduco pa' lavá / Que mi manduco pa' la ropa / El manduco pa' lavá / La comadre Josefina / Ya no presta su manduco / Porque el negro Juan Bautista / Se lo lleva pa' pelear / Que mi manduco pa' la ropa / El manduco pa' lavá / Que mi manduco pa' la ropa / El manduco pa' lavá / Ese negro Juan Bautista / Lo que quiere es pelear / Y no ayuda a Josefina / Que tiene que trabajá / Que mi manduco pa' la ropa / El manduco pa' lavá / Que mi manduco pa' la ropa / El manduco es pa' lavá!”

domingo, 10 de noviembre de 2024

LOS RUIDOS DEL MUNDO

LOS RUIDOS DEL MUNDO El Poeta escribió en poesía abstracta “Los Ruidos del Mundo”. Barrunto que no se refería a la Tierra que gira sobre un eje imaginario a la vez que se traslada alrededor del Sol durante 165 días y seis horas al final de los cuales sus habitantes celebran con una gran fiesta, sino que se refería a “Mundo Nuevo”, una antigua tierra de misioneros catalanes donde abundan la leche, el queso y el ganado vacuno que cuidaban los llaneros y sus hijos que en mala ocasión lo llevaron a un bosque donde fue golpeado en un acto que no podía entender sino bajo las ruedas del primer camión que rodara por su lado y que un viandante intuyó rescatándolo para una vida mejor, pero que estuvo atormentada durante toda su existencia que la sicóloga comprendió cuando le regaló un cencero de Nairobi, la capital de Kenia, el país de los rinocerontes negros, donde una vez estuvo Gracielita, la hija de la poeta Mimina Rodríguez Lezama y le trajo de regalo ese cencerro de cobre que el Poeta hubiese querido colgar del pescuezo del animal guía del rebaño de Mundo Nuevo, pero no quiso volver a pesar de que le gustaba la ranchera “Volver, volver” que interpreta el cantante mexicano Vicente Fernández, pero al mismo tiempo recordada lo que solía decir una tía: “Chivo que se devuelve se desnuca”, es decir, se desbarranca y él se negaba fracasar, pretendía ser perseverante, “querer es poder”, expresó en cierta ocasión Albert Einstein, científico alemán nacionalizado suizo y posteriormente norteamericano, aunque algunos atribuyen la frase a Abraham Lincold, presidente de los Estados Unidos y victorioso de la guerra civil de su país que le permitió abolir la esclavitud, ya José Gregorio Monagas, sin necesidad de guerra civil, se le había adelantado en Venezuela. El 24 de marzo de 1854, la llamada Primera Lanza del Oriente firmó de manera definitiva la Ley que abolió la esclavitud en Venezuela. El Presidente Abraham Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación el 1ro de enero de 1863, cuando la nación se acercaba a su tercer año de la guerra civil sangrienta. La proclamación declaró “que todas las personas detenidas como esclavos” dentro de los estados rebeldes “son, y en adelante serán libres.” Lamentablemente, el Presidente norteamericano fue víctima de un magnicidio en 1865. En la historia se cuentan varios magnicidios, como el de John Kennedy, en 1963 y, más recientemente, el del presidente de Haití, Jovenel Moise, en 2021. Ambos, al momento de ser asesinados, se encontraban ejerciendo sus cargos. En Venezuela, Carlos Delgado Chalbaud, quien murió imputado por haber conspirado a favor del derrocamiento de Rómulo Gallegos, primer Presidente electo democráticamente por voto universal y secreto. Luego subiría Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó al país con mano militar durante diez años, no obstante se le atribuyen importantes obras de infraestructuras para el desarrollo del país. Posiblemente sus realizaciones se vean un tanto opacadas por la represión de la policía política o la mano siniestra de Pedro Estrada, llamado “Chacal de Güiria” Así apodaba Rómulo Betancourt al Jefe de la Seguridad Nacional en uno de sus libros, aunque el apodo lo atribuye el propio Estrada a un relevante periodista venezolano que él no quiso nombrar en una entrevista que le hizo en Paris, Agustín Blanco, pero que supongo sea Óscar Yánez, quien también cargaba con un apodo, el de “Chivo Negro”. Trabajé con Óscar Yánez cuando era director de La Esfera de la Cadena Capriles. Allí escribía Domingo Alberto Rangel a quien sus adversarios políticos llamaban “Jorunga muertos”. En ese tiempo de ardoroso pugilato político, Escobar Salón escribía en la página editorial del diario El Nacional y cargaba el mote de “Pirujo”. Nunca Pirujo perdonaría a CAP que lo haya obligado a renunciar al Ministerio de Relaciones Exteriores, después que tanto hizo por él en la campaña presidencial. Dicen que lo “botó” porque no le llevó a tiempo el discurso que debía pronunciar en una asamblea de las Naciones Unidas. Lo cierto es que Pirujo se las ingenió para escalar la Fiscalía General de la República y desde allí conspiró exitosamente contra “ese hombre si camina”. El Nacional, bajo la dirección de Miguel Henrique Otero y RCTV conducida por Marcel Granier virtualmente lo estimulaban y la coyuntura fue aprovechada por el oficial del Ejército Hugo Chávez Frías, quien furtivamente venia maquinando para un zarpazo militar que tuvo su corolario el 4F (4 de febrero 1992) inmediatamente después del “Caracazo” o agitación de algunas barriadas pobres de los cerros de la Capital y que Federico Ruiz Tirado exalta en un libro del cual es factótum y compilador. El eterno estribillo de las ideologías opuestas a los gobiernos anclados o simpatizantes del sistema capitalista: “HAGAMOS HISTORIA SUPERANDO CONTRADICCIONES PROPIAS AL MODELO CAPITALISTA FUNDADO EN EL INDIVIDUALISMO Y LA PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN QUE HACEN DEL TRABAJO, QUE ES SIEMPRE PRODUCTO SOCIAL, PROPIEDAD INDIVIDUAL QUE LEGITIMA LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE” Pienso que dentro de un contexto circunstancial el hombre suele explotarse asimismo. En su comportamiento influyen la genética y el medio que lo rodea. Un hombre pobre puede llegar a ser capitalista y de hecho la generalidad lo desea porque el dinero es el denominador común. Un hombre que estudie, que posea talento, que sea creativo y perseverante, puede llegar ser lo que bien desea o proyecte. Como bien dice el adagio popular: “cada cabeza es un mundo”. Obviamente, las instituciones que conforman el Estado crean las condiciones para que el habitante avance en sus aspiraciones. Por supuesto, tiene que saber elegir los gobiernos de las instituciones. El sistema electoral tiene mucho que ver para que, como bien decía el filósofo Platón, los gobiernos residan en manos de los sabios. Las universidades son creadas para la formación de hombres idóneos que sepan enseñar, educar, formar y conducir. Las leyes deben evitar que los analfabetos de cualquier índole lleguen a gobernar o puedan ponerle manos a las instituciones del Poder. Como dice el precepto cristiano “De todo existe en la viña del señor”. Malos, mediocres, regulares y buenos. Es inevitable. Hay quienes son audaces, aventureros y hasta lo acompaña la fortuna. Son los demagogos, oportunistas, corruptos y saqueadores del erario público. Hay quienes siguen la carrera militar para ascender y estar cerca del Poder, no con fines patriotas sino con cejos egoístas. Se habla de las debilidades de la Democracia y la cual requiere ser fuerte y severa para prolongarse, Releemos la historia y vemos a Antonio Guzmán Blanco que no vaciló en pasar por las armas al caudillo militar Matías Salazar cuando pretendía dar un golpe de estado. Otro tanto querían algunos hiciera CAP con Hugo Chávez, pero el sistema democrático hizo pensar mejor en los Tribunales Pero Caldera aconsejado por el “Chiripero” lo indultó a sabiendas o no de lo que vendría después. Bolívar con dolor de su alma prefirió que el Consejo de Guerra, presidido por Brión, sentenciara a su paisano Manuel Piar por conspirar en los cuarteles. Lo mismo pretendía Santiago Mariño, pero ratificó a tiempo como lo hizo José Francisco Bermúdez ante un Bolívar implacable cuando se trataba de eliminar los obstáculos adversos a la declaración de la independencia. La Independencia de Venezuela fue declarada el 5 de Julio de 1811, El mismo mes, con diferencia apenas de un día, pero 28 años después que otro país del continente americano, EEUU, se independizo de Inglaterra, Podríamos decir, que los patricios de Venezuela se inspiraron en el país del Norte, para emancipase de España. El 4 de Julio de 1776, EEUU declaró su Independencia apegado al siguiente precepto: “Sostenemos como verdades evidentes que todos los hombres nacen iguales; que a todos les confiere su Creador ciertos derechos inalienables entre los cuales se cuentan la vida, la libertad y la consecución de la felicidad; que para asegurar estos derechos se instituyen entre los hombres gobiernos cuyos justos poderes derivan del consentimiento de los gobernados; que siempre que una forma de gobierno tienda a destruir esos fines, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios y organice sus poderes en la forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y felicidad”. Sobre esta filosofía de la libertad humana contenida en la Declaración de Independencia adoptada por los Estados Unidos el 4 de julio de 1776, se afincó la guerra de los norteamericanos contra el dominación británica. Después de siglo y medio de la fundación de la primera colonia de Jamestown, Virginia, surgía la más honda y franca divergencia entre Inglaterra y Norteamérica por los impuestos onerosos y restricciones comerciales que entorpecían el desarrollo económico de las colonias. Los norteamericanos que permanecieron leales a Inglaterra en la guerra que sostuvo ésta contra Francia y España por la posesión de colonias, tuvieron posteriormente que recurrir a la ayuda de franceses y españoles para poder echar a los ingleses de su territorio. La guerra de independencia norteamericana comandada por Jorge Washington culminó con la batalla de Yorktown. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos por un tratado de paz firmado en Paris el 3 de septiembre de 1783. La guerra duró más de seis años, con combates en todas las colonias y unas doce batallas importantes. Estados Unidos alcanza su mayoría de edad y comienza a perfilarse como una gran nación, a partir de la guerra de sucesión y la segunda guerra mundial. Se inicia entonces la era de la expansión y de las reformas que lo convierte hoy en la nación más poderosa y temible del mundo. En la Capilla de la Iglesia de San Francisco, el 5 de julio de 1811, los representantes de las provincias de Caracas, Cumaná, Margarita, Barcelona, Barinas, Mérida y Trujillo, firmaron el acta por medio de la cual se declara la independencia de Venezuela. Treinta diputados provincianos, de los cuarenta y cuatro designados, reunidos en el sagrado recinto, deliberaron sobre la trascendente materia de la independencia. Sólo el diputado de La Grita, Manuel Vicente Maya, tuvo la intemperancia de salvar su voto. Otros como el diputado doctor Juan Germán Roscio, dudaron ante la magnitud del acontecer. Pero hombres como Miranda, Yánez, Peña, respondieron y defendieron con ardor los derechos inalienables de los venezolanos. El Presidente del Congreso Nacional, Juan Antonio Domínguez, tuvo el honor histórico, de declarar solemnemente la Independencia de Venezuela, completando así el acto cívico del 19 de abril de 1810 cuando el pueblo expresó la voluntad de ejercer su soberanía. El 19 de abril y el 5 de julio, complementarias ambas, constituyen el prefacio de muchos episodios cruentos difíciles que se libraron en los campos de batallas para lograr hacer de Venezuela un pueblo libre y soberano. Nuestra libertad y soberanía con relación al dominio español, no cabe duda de que fueron logradas. Para ello fue necesario guerras de muchos años, a la cabeza de las cuales brilló siempre el genio de Bolívar, pero las luchas intestinas que sobrevinieron después, afloradas por la ambición política de mando, enervaron esa libertad y esa soberanía. Nos preguntamos si aún somos verdaderamente libres o si todavía falta por ganar muchas batallas. Creo que nos falta por ganarnos a nosotros mismos, pensando más en Venezuela y en segundo término de importancia en los países que integran de Norte a Sur el continente americano. No salirnos de esa órbita, Dejar de mirar sin malicia a países que en el pasado nos colonizaron como una parcela más de sus propios intereses o, simplemente, fueron colonialistas como España, Inglaterra y la imperial Rusia zarista y que tuvo el territorio colonial más extenso de la Tierra.. +++

lunes, 4 de noviembre de 2024

ABUELA DE 68 AÑOS LLEVA TRES MESES PRESA ACUSADA DE MANCHAR MURAL DE NICOLÁS MADURO

Yoleth Centeno la abuela de 68 años de edad lleva tres meses tras las rejas. conforme a informaciones aportadas por moradores del barrio Mango Asado de Ciudad Bolívar, la señora Yoleth, jamás había tenido problemas con la Justicia y entre los días 29 y 30 de julio, la acusó sin pruebas una vecina del oficialismo de manchar un mural de Nicolás Maduro.

viernes, 1 de noviembre de 2024

JUVENAL MONTES WUNDERLICH.

El médico Juvenal Montes nació en Ciudad Bolívar el 1ro de noviembre de 1920. Padre junto con su esposa Belén Salom de la artista plástico Erika, Belkis, Balley, Eukaris, Heike, Jesús y Florelsa En Vista Hemosa existe una escuela consu nommbre fundada en 1074. La Unidad Educativa Municipal Dr. Juvenal Montes ubicada en la parroquia Vista Hermosa, cumplió 50 años desde su fundación, quienes junto a sus estudiantes, docente, personal administrativo y obrero conmemoraron tan importante fecha.

miércoles, 30 de octubre de 2024

EL DÍA EN QUE VÍCTOR MEDINA SILVA DEJÓ LA CIUDAD DEL RÍO PARA PROBAR SUERTE EN LA CIUDAD DEL LAGO ATRAIDO POR EL AMOR

Mensaje del doctor Víctor Medina desde Maracaibo: “Hola Américo, por encima de todo eres un comunicador social. Debo agradecerte con la condición de amistad superlativa que nos vincula, aunada a la permanente admiración por tu talento y aprecio. Hermosa la estampa que dedicas a tu amigo algo abatido en medio de una íntima turbulencia por la pronta partida (otra vez) de mi amada ciudad. Duro de verdad, Américo. El destino impone su yugo, pero, un hijo debe retornar cuanto sea factible al regazo de su madre.”

domingo, 27 de octubre de 2024

LOS COBRA

José Luis Cestari.- La líder de la Revuelta de Rupununi la Sra. Hart, vivió en Ciudad Bolívar. Los Cobra tocaron en sy casa. Uno de Los Cobra se enamoró de una de sus hijas. Algún día lo relataremos.

martes, 22 de octubre de 2024

ÓSCAR YÁNEZ, EL FAMOSO CHIVO NEGRO

Óscar Yánez es un nombre popularmente conocido en la Venezuela contemporánea que como periodista trabajó algún tiempo con la Cadena Capriles, particularmente con el diario La Esfera, cuyo nombre, paree mentira, salió de los Talleres de los Suégart cuando, uno de ellos, Edmundo, se reubicó en Caracas con los hierros de la experiencia de su padre Agustín Suergart. Ocurrió en 1917, bajo la dirección del periodista Ramón David Laón, En 1955, La Esfera fue adquirida por Miguel Ángel Capriles y pasó junto con Ultimas Noticias y la revista Elite a formar parte de la Cadena Capriles, de la cual fui corresponsal en 1960 siendo director de La Esfera, Oscar Yánez (Chivo Negro). Lo bautizaron en el gremio periodístico con el remoquete de Chivo Negro que de acuerdo con la mitología es sucedáneo de genio. En este caso, genio del periodismo. Oscar Yánez nació en Caracas el 25 de abril de 1927 y murió el 21 de octubre de 2013. Se hizo famoso cuando encabezó el equipo que Venevisión envió en 1966 a Vietnam como corresponsal de guerra y jefe de prensa. Durante dos meses realizó seis reportajes que fueron distribuidos por toda América Latina: «La Guerra en el Mar», «La Guerra en el Aire», «La Guerra en la Selva», «El Vietcong», «La Religión" y «La Mujer Vietnamita». Se destacó como profesor de la primera promoción de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela y dictó cátedra en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas.3 Ganó en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo, el Premio Monseñor Pellín y el Primer Premio de la Asociación de Escritores de Venezuela en el concurso de biografías de los venezolanos famosos, por su obra titulada «Carlos J. Bello, el Sabio Olvidado». También ganó el premio Silver Book en 1992, otorgado por Editorial Planeta para el libro de mayor circulación del año. Yanes fue diputado al Congreso Nacional por el partido socialcristiano Copei4 en tres oportunidades, desde 1974 hasta 1989. También fue director de la Oficina Central de Información (hoy Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información) durante el período presidencial de Luis Herrera Campins. Considerado como uno de los pioneros en periodismo televisivo, en particular las entrevistas frente a las cámaras, se hizo famoso por sus programas de televisión en Venevisión, particularmente de Así son las Cosas, de ahí su frase, donde llevó a cabo investigaciones históricas que revelan desconcertantes acontecimientos en la sociedad venezolana, y su anterior programa, La silla caliente.5 También se hizo famoso con su típica frase Chúpate esa mandarina. Yanes también “En la Guataca”, por Venevisión en el año 2000. Un año después, aparece con un nuevo programa: “La Mañana Caliente”, en 2001. Durante los 90s fue como vicepresidente de Información y Opinión de Venevisión, y desde el 1 de mayo de 1994 el hasta octubre de 2013, se desempeñó como Asistente a la Vicepresidencia Ejecutiva. El lunes 21 de octubre de 2013 a los 86 años de edad, fallece a causa de graves complicaciones. Programas televisivos Así son las Cosas (1994-1997). La Silla Caliente (1998). La Mañana Caliente (1999). Óscar Yanes en la Guataca (2000). Lo que Usted No Sabe (2006). Obras publicadas Carlos J. Bello, el Sabio Olvidado (1946). Vida Íntima de Leo (1948). Cosas de Caracas (1967-2003) Planeta. Cosas del Mundo (1972). Por qué yo Maté a Delgado Chalbaud, las Confesiones de Pedro Antonio Díaz (1980). Amores de Última Página (1991) Planeta. Memorias de Armandito (1992) Planeta. Los Años Inolvidables (1992) Planeta. Del Trocadero al Pasapoga (1993) Planeta. Hoy es Mañana o las Vainas de un Reportero Muerto (1994) Planeta. Así Son las Cosas. Colección de Relatos (1996-1999) Planeta. ¿Qué opina UD. de la mujer que le quita el marido a otra? (1997) Pura Pantalla (2000) Planeta. Ternera y Puerta Franca (2003) Planeta. Nadie me Quita lo Bailao (2007) Planeta. Nadie me Quita lo Bailao II (2009) Planeta. Así Son las Cosas. Edición Limitada (2010) Planeta. La Verdad Sobre el Asesinato de Delgado Chalbaud (2011) Planeta.

domingo, 20 de octubre de 2024

NO TODO LOS ABOGADOS SON DOCTORES

Cada año se gradúan miles de abogados. Se estima que el 95% de estos no son doctores, pues, para ello se requiere hacer cursos de postgrado, bien como doctores en Derecho, o en una especialidad de esta materia. El motivo de esta entrega es para que se cuiden de no anunciarse como doctores, si no lo son. Que les digan doctores, no siéndolo, no hay problema. Este se presenta cuando en sus bufetes, en avisos de prensa, en sus tarjetas, en vez de anteponerse su verdadero título de abogado, se colocan el de doctor, pues, creo no conocen el Artículo 215, contemplado en el Capítulo VI, "De la usurpación de funciones, títulos u honores”, del Código Penal que dice: "Cualquiera que usare indebida y públicamente hábito, insignias o uniformes del Estado clerical o militar, de un cargo público o un instituto científico, y el que se arrogue grados académicos o militares... y ejerciere actos propios de una facultad que para el efecto requiere título oficial será castigado con multa de cincuenta a mil bolívares”. La multa no es lo grave, sino la publicación de la sentencia, por la vergüenza que produciría. El título de doctor es un grado académico. ANIBAL DAO

jueves, 17 de octubre de 2024

APARECIÓ EL AMIGO ANGEL ZERPA MIRABAL

Apareció el amigo Ángel Zerpa Mirabal. Estaba perdido o, mejor dicho, fuera de mi contacto personal. Lo ubicaba en Costa Rica donde ahora vive con su familia el amigo y colega Pablo López Ulacio, desde que se descompadró con José Vicente Rangel y Luis Miquilena en tiempos del Presidente Hugo Chávez por una denuncia que hizo en su periódico. Pablo López Ulacio, que tanto recuerdan en su patria chica de Guasipati, es fundador del combativo periódico •”La Razón” que por nada pasa el actual Gobierno. Pues bien, el amigo Ángel Zerpa Miraba,l prestigioso presidente de Fetrabolivar y jubilado diputado del Congreso N

lunes, 14 de octubre de 2024

EL PEDIATRA HÉCTOR RAFAEL BELLO

En el 2009 el doctor (en pediatría) Héctor Rafael Bello, magro, alto y lúcido, con 94 años a cuesta, me dispensó una visita de cortesía para regalarme una fotografía de ese monumento natural conocido como “Laja de la Sapoara”, lamentablemente sepultada por el concreto armado del muro levantado por el ministro Leopoldo Sucre Figarella, para proteger a la ciudad de las periódicas crecidas del Orinoco. Es una fotografía tomada en 1932, cuando él era apenas un muchacho de 17, estudiando bachillerato en el Colegio Federal de Varones que entonces funcionaba en la Casa del congreso de Angostura, donde también estudió y, es más, nació su tocayo Héctor Guillermo Villalobos, quien cantó a la inmensa laja con uno de sus romances conocidos. La “Laja dé la Sapoara” siempre estuvo ligada al barrio Santa Ana y debajo de ella había un pailón (El Pailón del diablo) que se tragaba a los pescadores que perdían el equilibrio al lanzar su atarraya o esparavel: “-Ay mi madre! en el tras-pies / Y nada mas...El río brama ¡Qué muerte resbaladiza! Qué traicionera puntada / Y así se lleva a los hombres la “Laja de la Sapoara”. Además de la fotografía, el doctor Bello me regaló un recorte de El Luchador del 13 de julio de 1961 donde aparece la publicidad de los cines que todavía en ese año proyectaban películas todas las noches en Ciudad Bolívar: Cines Orinoco, Bolívar, Mundial, América, Plaza, Royal, Iris y el cine Olimpia que funcionaba en la Cruz Verde donde hoy presta servicios la Funeraria “Fundación Caribe”. Así mismo un recorte del “Centro Médico Bolívar” donde tenían sus consultorios los doctores Lino Maradei, Armando Ismael Núñez Raúl Canino, Femando Huncal, Carlos Hernández Acosta, Luis Cristofini, René Silva Idrogo, Aníbal Salazar, Pascual Rodiz, Luis Prato Luces y Alberto Linares. Y algo muy importante, el reconocimiento que le acababa de tributar en Lechería la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría al doctor Bello como acervo histórico de la filial de Anzoátegui, pues él fue su presidente en el periodo 1966-68. E1 doctor Héctor Rafael Bello, nació en Ciudad Bolívar e| 10 de octubre de 1913, se graduó de doctor en ciencias médicas en la UCV y realizó un post grado en pediatría en el Hospital de Niños J. M. de los Ríos. Alternó los estudios con la docencia como preceptor de dos escuelas en El Callao. Como médico ejerció en Miranda y Lara y entre los años 1947 y 48 se desempeñó como Director de Asistencia Social del Estado Bolívar al tiempo que daban clases de ciencias biológicas en el Liceo Peñalver. Fue Médico Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Ruiz y Páez, Médico Pediatra del Personal Civil del Hospital Militar y Médico del servicio de Pediatría del Seguro Social en Caracas y Bolívar. El IVSS lo jubiló en 1981 y en 1974 el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. El doctor Bello organizó la primera convención de médicos rurales del Estado Bolívar realizada en septiembre de 1948 para hacer un diagnóstico y encontrarle solución a la realidad médico asistencial de los pueblos interioranos. De igual manera tuvo que ver con las Medicaturas Flotantes que por mucho tiempo llevaron asistencia médica a los pueblos ribereños del Orinoco. La falta de continuidad administrativa y también la falla de mantenimiento de las unidades flotantes, hizo naufragar esta noble como humanitaria experiencia. Bello falleció a los 102 años de edad en febrero de 2015 Siempre erguido y tocado con gorra vasca, me visitaba en diciembre con una botella de vino. (AF)

jueves, 10 de octubre de 2024

MURIO JOSÉ MARTINEZ NARVÁEZ.

El ex Secretario General del Colegio de Periodistas de Ciudad Guayana, JOSÉ MARTÍNEZ NARVAEX, falleció en el hospital de esa capital caronicense tras un accidente cardiovascular. Siempre estuvo al lado del ex diputado José Ángel Mollegas, fundador de Fetrametal y del Presidente Municipal Grúber. Se consideraba un militante de la izquierda y por eso el remoquete de Nikita, que le edilgaron sus colegas. Lamentamos la desaparición del colega con quien compartimos muchas veces, pero la vida del ser humano tiene su tiempo lento o brusco como todos los bienes humanos y fiscos del mundo terrenal. Y como dice el adagio popular: “para allá vamos tdos” (AF)

martes, 24 de septiembre de 2024

MI HERMANA ELENA MERCEDES

Hoy 24 de septiembre, Día de Nuestra Señora de las Mercedes, cumple años me hermana normalista ELENA MERCEDES a quien vemos con su esposo Ismael, montada al compás de su música, sobre un pilote de sal en las Salinas de la isla de Coche.

viernes, 20 de septiembre de 2024

DESTITUCIÓN DEL CRONISTA DE CIUDAD BOLÍVAR PROVOCA RECHAZO REGIONAL

TalCual|Mayo 12, 2023 Américo Fernández tenía 33 años como cronista de Ciudad Bolívar. En 2020 manifestó su desacuerdo con la decisión del oficialismo de cambiar el nombre al municipio Heres para rebautizarlo Angostura del Orinoco. El gremio magisterial hizo un acto de desagravio y declaró a Américo Fernández «patrimonio de los guayaneses y de los venezolanos, patrimonio viviente de Ciudad Bolívar». Exlegisladores denuncian que se violó la Ley Orgánica del Poder Municipal con esta destitución ________________________________________ Críticas y rechazo generó la reciente destitución del historiador y periodista Américo Fernández como cronista de Ciudad Bolívar, luego de un acuerdo que aprobó el viernes 5 de mayo la mayoría del PSUV en la Cámara Municipal de Angostura del Orinoco, anteriormente municipio Heres. La fracción oficialista declaró la «ausencia absoluta» de Fernández pese a que no se cumplieron los requisitos que estipula la ley para establecer su ausencia absoluta. La versión de la cámara es que, desde hace tiempo no había publicación de Américo Fernández en algún medio, en el que se evidencie su trabajo como cronista. Américo Fernández se mantiene activo en redes sociales y desde allí difunde las notas que alimentan su blog Crónicas angostureñas. Para el escritor, poeta y promotor cultural Francisco Arévalo, quienes aprobaron la moción de destitución desconocen lo que significa el cronista de una ciudad, por sus elementos memoriosos. «Existen tres cargos importantes: el alcalde, el presidente de la Cámara Municipal y el cronista. Los dos primeros son designados por votos y tienen un período de gestión, pero el cronista lleva los elementos históricos de la ciudad (…) a menos que se declare incompetente para seguir en el cargo, pasa a ser cronista emérito, pero no le puedes quitar el cargo», sostuvo. De Américo Fernández destaca también su amplia trayectoria como historiador, parte de ella plasmada en sus publicaciones de Crónicas angostureñas. «Dificulto que en Venezuela haya un cronista de la trayectoria de Américo Fernández. Es un hombre longevo que ha visto la dictadura, el renacer de la democracia, la Venezuela moderna y la destrucción que se vive hoy en el país», destacó Arévalo al Correo del Caroní. Reiteró que se trata de una medida irrespetuosa y que, además, Fernández no recibía pago de honorarios. El abogado y exdiputado del Congreso Nacional, Luis Beltrán Franco, destacó que tal destitución viola la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, y que una ordenanza no puede estar por encima de una ley orgánica. «Es una decisión abusiva. Es un abuso de poder pero también de ignorancia, para quien también fue presidente del Consejo Legislativo del estado Bolívar. Su delito es su honestidad, porque en más de 20 años de cronista nunca ha cobrado un bolívar», expresó Beltrán Franco. Américo Fernández tenía 33 años como cronista de Ciudad Bolívar. Aunque era oriundo de Nueva Esparta, fue adoptado por tierras bolivarenses. Hace unos siete u ocho años atrás, la Cámara Municipal presidida entonces por Ronald Bastardo también planteó la destitución de Fernández, aunque esto no prosperó. La idea era sustituirlo por el hoy fallecido Tomás Antonio Chino León, quien no aceptó. Además de comunicador social, Fernández es socio correspondiente de la Academia Nacional de la Historia, vicepresidente de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela, fue secretario general del Colegio Nacional de Periodistas 2010-2012, seccional Bolívar, y autor de 20 libros de historia del estado Bolívar. *Lea también: Asamblea de ciudadanos pide investigar a Fospuca Caroní por cobros indebidos y extorsión Desagravio magisterial El gremio magisterial del estado Bolívar realizó este jueves 11 un acto de desagravio a Américo Fernández y allí calificaron como argumentos «caprichosos, vagos y mezquinos» los que usaron los ediles del municipio Angostura del Orinoco (antes Heres) para destituir al cronista. Los docentes, al unísono, no sólo rechazaron la decisión política sino que elaboraron un manifiesto para expresar su solidaridad y reconocimiento al académico, historiador, periodista y escritor Américo Fernández, precisa una nota de prensa. Aixa Viera, presidenta de Sutradocencia, leyó el texto de desagravio, respaldado por el Comando Intersindical del Magisterio, y recordó el legado de este académico, cuya labor trasciende en el tiempo a través de sus más de 20 textos de historia publicados y crónicas por las redes sociales. La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros del estado Bolívar, Lina Maradei de Beltrán, lamentó la decisión de la Cámara Municipal, que solo puede ser considera «torpe ignominia» hacia un hombre con la capacidad académica e intelectual de Fernández. Exhortaron al alcalde de Angostura del Orinoco abstenerse de refrendar la destitución del Cronista de Ciudad Bolívar. «Desde la Federación de Maestros respaldamos a Américo Fernández, patrimonio de los guayaneses y de los venezolanos, patrimonio viviente de Ciudad Bolívar, y rechazamos este irrespeto», resaltó. Una comisión fue a la residencia del historiador para conferirle un reconocimiento de la «Academia Viviente del Magisterio» por su labor de 33 años el servicio de la historia y gentilicio de Ciudad Bolívar. Las docentes Lina Maradei y Aiza Viera entregaron la medalla de mérito y el manifiesto de respaldo a Américo Fernández.

lunes, 16 de septiembre de 2024

FUNDACIÓN DE SANTA ELENA DE UAIREN

La antigua capital del Municipio Urdaneta, hoy de la Gran Sabana, es el pueblo fronterizo más importante de Guayana. Su fundación la inició Lucas Fernández Peña el 16 de septiembre de 1923 y la completaron los misioneros en 1931. Desguarnecidas estaban nuestras fronteras en 1923 cuando Lucas Fernández Peña remontó La Escalera con un pesado guayare sobre la espalda y caminó leguas y leguas en busca de una zona con clima como el de Tovar, su tierra natal, o el de Valencia, donde había estudiado. Deseaba permanecer en un sitio fijo, pues ya había aventurado suficiente, desde 1912 que llegó a Ciudad Bolívar y avanzó hasta las minas auríferas del Yuruari, Tumeremo, El Dorado y Venamo. Cuando acampó en el valle del río Uairén, entre la Sierra Pacaraima y las serranías de Akurimá no dudó de las ventajas de aquel lugar enneblinado, poblado por indios Taurepanes de la etnia Pemón y catequistas ingleses de la religión adventista. Allí a 907 metros de altitud y con clima agradable, sentó sus reales Fernández Peña y siete años después lo hicieron los misioneros capuchinos

viernes, 6 de septiembre de 2024

ORFEÓN UCV--TRAGEDIA 1976

3 de septiembre de 1976… Es de madrugada. El padre Francisco Dolores está en la casa parroquial de Angra do Heroismo, poblado ubicado en la isla Terceira del Archipiélago de las Azores (Portugal). La noche es lluviosa y los vientos de 120 kilómetros por hora de la tormenta Emmy chocan con las casas de este pequeño lugar, que se levanta en pleno Océano Atlántico. Un ruido estrepitoso lo obliga a tomar su Volkswagen y averiguar qué ocurrió, pero la visibilidad es casi nula. Luego de unos minutos de recorrido, encuentra un bulto ensombrecido casi irreconocible. Al acercarse, se da cuenta que es la cola de un avión. Dentro, se topa espantado con el cuerpo de un hombre y una mujer. La mano del caballero sostiene un diapasón. Sigue hurgando y consigue una partitura titulada “Gloria al bravo pueblo”. El cadáver pertenece a Vinicio Adames y el resto de los caídos en esta tragedia son los integrantes del Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela. El Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela fue creado en 1943 durante la rectoría del Dr. Rafael Pizzani y bajo la conducción del Maestro Antonio Estévez. Pionera de las agrupaciones corales universitarias venezolanas, es el coro activo más antiguo del país, “Voz plural más conmovedora de la Universidad Central de Venezuela” y “Patrimonio Artístico de la Nación”. El Orfeón Universitario tiene una trayectoria que le ha valido el reconocimiento de la comunidad nacional e internacional, desarrollando una intensa actividad de conciertos y proyectos extraordinarios orientados a la difusión del canto coral y a la promoción del movimiento coral universitario venezolano. Los hechos El 3 de septiembre de 1976, el avión C-130 “Hércules” de la Fuerza Aérea Venezolana que transportaba al Orfeón Universitario con su director, el maestro Vinicio Adames, se estrelló a 200 metros de la pista de Lages en Texeira, una de las 9 Islas de Las Azores. Murieron en el accidente, 68 personas entre tripulantes y coralistas. Para muchos, ese 3 de septiembre hace 48 años, significa la “hora más negra de la Universidad Central de Venezuela”, mientras que para otros es la “caída de los ángeles”. Ello, como una forma de recordar una tragedia que enlutó a centenares de hogares venezolanos, cuando en las Islas Azores ese avión que trasladaba a los Orfeonistas se precipitó a tierra. Todo empezó cuando la agrupación vocal recibió una invitación para participar en el Festival de Canto Coral a celebrarse en Barcelona, España. Con la intención de hacer historia fuera del territorio nacional, los más de cincuenta jóvenes que conformaban el Orfeón Universitario vencieron cualquier obstáculo, entre ellos la falta de recursos económicos, razón que les impidió que viajaran en una aerolínea comercial. El entusiasmo nunca desvaneció y aún así en una aeronave que no contaba ni siquiera con asientos, decidieron emprender su viaje al continente europeo. Son muchos los factores que se han señalado como desencadenantes de la tragedia, ninguno confirmado hasta la fecha, entre ellos los terribles vientos y la nula visibilidad que provocó la confluencia de las tormentas Emmy y Frances, así como los problemas técnicos de la Torre de Control de Lages. Investigadores autorizados dicen que en la caja negra del avión quedó grabada no sólo la conversación entre los dos pilotos, sino las voces de los orfeonistas cantando el Himno Nacional y la de Vinicio Adames, director de la agrupación coral, tratando de transmitirle calma a sus muchachos. En el fatal accidente perdieron la vida 68 personas, entre ellas 52 integrantes del Orfeón Universitario, la mayoría jóvenes de 20 años, once oficiales de la tripulación y cinco acompañantes. Más de cuatro décadas después de este incidente, puede escucharse al Patrimonio Artístico de la Nación honrando la vida de estos ángeles caídos: Adiós, adiós, maripositas blancas, Adiós maripositas amarillas Que salen a gozar de la mañana…’ Pueda que los cuerpos de Vinicio Adames y de los coristas ya no estén, pero su memoria sigue presente en cada agrupación coral. Esto se comprueba en la proliferación de conjuntos vocales que surgieron después del 3 de septiembre. El canto coral pasó a convertirse en una expresión casi obligatoria de la música en el país. Por eso, a 48 años de la tragedia de las Azores, recordamos con orgullo el legado que estos grandes dejaron a Venezuela entera, a nuestra UCV y a nosotros los Ucevistas. Lo que en su momento fue una tragedia que entristeció al arte venezolano, hoy es “Un canto infinito de paz”, como profesa el himno de nuestra querida Alma Mater. Seis meses después del siniestro, el 27 de marzo de 1977, nació un nuevo orfeón, el cual fue declarado Patrimonio Artístico de la Nación en 1983. (Cortesía egresada UCV)

miércoles, 7 de agosto de 2024

QUIARAGUA PINTO, PERIODISTA Y POETA GUAYANÉS ESTÁ DE FIESTA EN CARACAS

El poeta José Quiaragua Pinto, quien además es periodista, cumple hoy 8 de agosto (1949) setenta y cinco años, según nos ha comentado desde Guarenas acostado en una hamaca disfrutando de su jubilación, releyendo a bironCharles Baudelaire, el poeta maldito, según Verlaine, ¡Qué dicha! Lo conozco desde muchacho cuando tiraba el anzuelo en el Orinoco y más cuando asumió en 1981 la dirección de la Revista Tricolor del Ministerio de Educación y me pidió colaborara escribiendo estampas infantiles como lo hacía en la revista Uyapar de la CVG, Él que se venía desempeñando como Redactor de la revista, asumió la dirección en reemplazo de la periodista Liliam Bermúdez. Bajo la conducción de ambos la revista venezolana para niños, recibió el Premio Nacional de Periodismo y el Internacional Mercurio de Oro otorgado por un grupo italiano con sede en Roma. Estuvo hasta 1986 y después pasó a ser Jefe de Publicaciones y Jefe de División de Prensa del mismo Ministerio de Educación siendo su titular el doctor Rafael Fernández Heres. Pasó luego el poeta a encargarse de la Jefatura de Relaciones de la Universidad Nacional Abierta durante tres años. Asesor de la Gerencia de Asuntos Públicos de Mavesa; Secretario Ejecutivo de Asofloresta (Instituto Médico La Floresta). Coordinador de Relaciones institucionales del Colegio Universitario Cecilio Acosta y actualmente desde el 2005 Jefe de la Unidad de Medio de Universidad Politécnica Francisco de Miranda, en la esquina de Mijares. Ha publicado El Escriba y La Luna de Oro en 1983 editado por el ME. Cantares del Reino, de la editorial Espada Rota (1996). Sol Reunido, de la editorial El Perro y La Rana, del Ministerio de la Cultura. Su poesía ha sido publicada en la Revista Manatí, de México, Revista Cueyu internacional. Sus trabajos poéticos aparecen en la Antología de la Poesía Rebelde de América Latina (México) En la muestra de la poesía venezolana del Estado Bolívar y Delta Amacuro de Ediciones Fundarte. Antología de la Poesía amorosa venezolana, ediciones La Espada Rota. Aquí en Bolívar se inició en el Grupo Araña junto con el artista plástico Oswaldo Páez del Nogal, José Franchi, Enrique Aristeguieta, José Laurencio Silva y Alí Quiaragua. Militó en el Grupo Boom junto con Abraham Salum, Héctor Silva Olivares y Silfredo Martínez. José Quiaragua Pinto, quien también dirigió el Semanario “Juventud” de Ciudad Bolívar, nació en El Pao y estudió en el Grupo Escolar Estado Mérida cuando Domingo Maestracci era director; bachillerato en el Tomas de Heres y Liceo Peñalver y Periodismo en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas donde arreció amores con Elena, su actual esposa. Durante su visita a Ciudad Bolívar invitado por sus antiguos compañeros de estudios, bautizó su poemario “El Escriba y la Luna de oro” y anunció la edición especial de la revista Tricolor dedicada al Príncipe de las letras americanas, don Andrés Bello, al cumplir 200 años de su natalicio. El Ministerio de Educación dedicó el No. 235 de la Revista Tricolor a la vida y obra de este humanista nacido en Caracas. En esa edición especial aparecieron los siguientes trabajos de literatura infantil: “Dos Jóvenes caraqueños: Bello y Bolívar” de Manuel Pérez Vila; “Fecunda permanencia de Bello en Londres” de José Luís Bastardo; “Bello Periodista”, de Américo Fernández; “Época de Bello en Caracas”, de Miguel Ángel Mudarra; “Andrés Bello frente a Miranda”, de Alfonso Rumazo; “Andrés Bello Educador”, de Guillermo Morón; “Bello y la Independencia”, de Pedro Grases; “Andrés Bello Jurista” de Rafael Naranjo Ostty; “La Casa de Bello” por Oscar Sambrano Urdaneta y “Silva a la Agricultura de la zona tórrida por el propio Andrés Bello. Todos los trabajos fueron ilustrados por niños de diferentes establecimientos educacionales de la capital metropolitana, donde labora este poeta amigo. (AF)

martes, 30 de julio de 2024

MOSEÑOR RAMÓN ISIDRO LIZARDI NACIDO EN CIUDAD BOLÍVAR FUE OBISPO AUXILIAR Y VICARIO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS

Ramón Isidro Lizardi, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas y Vicario General de la misma, murió a los 61 años de edad, el 31 de julio de 1972. Nació en Ciudad Bolívar en 1911. Coronel asimilado del Ejército, cuya jefatura del Servicio de Capellanía ejerció desde 1947. Camarero Secreto del Papa y Orador Sagrado de la Iglesia. Se ordenó de sacerdote el 26 de mayo de 1934 después de estudiar en el Seminario Interdiocesano de Caracas y en la Universidad Gregoriana de Roma. Párroco Provincial de Maturín en 1946, trasladado a Caracas en 1956. Consagrado Obispo en la Catedral de Caracas y Auxiliar de la Arquidiócesis por decisión del Papa Pío XII, Fue consagrado obispo auxiliar el miércoles 5 de agosto, Día de la Asunción, de 1956 En esa memorable ocasión, Guayana le obsequió a través de Tefa Credecio y Ana Luisa Contasti un pectoral y un anillo confeccionado con oro extraído de las tierra del Yuruari. El domingo 31 de enero de 1965, día señalado para el acto solemne de la Coronación canónica de la Virgen de Belén en el estadio Fermín Landaeta de Maracay, le tocó cantar las glorias a la Virgen. Allí entonces se dieron cita una inmensa multitud de fieles, calculada en 30.000 personas, con asistencia de 13 prelados, presididos por el Eminentísimo Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas y Monseñor Luis Dadaglio, Nuncio Apostólico de Su Santidad, y la presencia del Doctor Escovar Salom, Ministro de Justicia y delegado especial del Dr. Raúl Leoni, Presidente de la República. Monseñor Ramón Isidro Lizardi falleció en Caracas a las 7 de la mañana en el Hospital Militar. Falleció a los pocos días (17 de julio de 1972) de haber sido designado por el Ministro de la Defensa en calidad de Director del Servicio de Capellanía, para integrar, junto con el Consultor Jurídico del Ministerio de la Defensa, Dr. Germán Balda Cantisani, la Representación del Despacho en la comisión Interministerial que se ocuparía del Estudio y Redacción del Proyecto de Convenio con la Santa Sede relativo a la creación del Vicariato Castrense. Monseñor Constantino Maradei, nació en Ciudad Bolívar en 1915. Siendo Vicario de la Catedral de Ciudad Bolívar, fue consagrado Obispo en 1965 por el Cardenal José Humberto Quintero en Caracas, recién creada la Diócesis de Cabimas hacia donde lo habían destinado su Santidad. De suerte que fundador de esta Diócesis levantada en tierra caliente y petrolera del Zulia, trabajó incansablemente en ella durante cinco años. Cumplido un quinquenio en Cabimas, fue trasferido a la Diócesis de Barcelona, donde igualmente cumplió una labor religiosa y cívica que lo enalteció como prelado. Ahora, gracias al Papa Benedicto XVI, Monseñor Ángel Francisco Caraballo Fermín, nacido en Puerto Ordaz en 1965, acaba de recibir la ordenación episcopal tras 21 años de servicio sacerdotales, Al igual que Maradei sale directo para la tierra caliente del Zulia a ejercer su prelatura. Sus estudios hasta convertirse en prelado, transcurrieron entre Puerto Ordaz, Barquisimeto, España y Roma. Quien se inició como Monaguillo en la iglesia Nuestra Señora de Fátima llegó a ser su sacerdote y Vicario General y ejerciendo la Vicaría en esa iglesia que es Catedral provisional, le llegó a buena nueva, pero tendrá que irse inmediatamente allá donde lo espera la feligresía adoradora de la Chinita. (AF)

domingo, 28 de julio de 2024

HUGO CHÁVEZ FRIAS

El 28 de julio de 1954, Hugo Chávez Frías nació en Sabaneta del Estado Barinas. Segundo de seis hermanos, hijos de Hugo Chávez Reyes, maestro de una escuela rural, y Elena Frías. Su padre fue electo gobernador de Barinas treinta y tres días antes de haber sido proclamado él, presidente de la república, hasta entonces el más joven de la historia y electo por añadidura con el mayor caudal electoral conocido. Estudió en la escuela “Julio Pino” e ingreso a temprana edad en las Academia Militar. Siendo oficial y de forma clandestina dentro del propio Ejército fundó en 1982 el movimiento bolivariano que juramentó solemnemente bajo la sombra del famoso Samán de Güere y se rebeló el 4 de febrero de 1992 contra el gobierno constitucional de Carlos Andrés Pérez, el mismo gobernante que le había entregado su sable de cadete. Detenido junto con el Tcnel Arias Cárdenas, segundo cabecilla de la revuelta, primero en el cuartel San Carlos y luego en la cárcel de Yare, fue puesto en libertad en 1994 por el presidente de la república Rafael Caldera, en cierto modo beneficiado con el frustrado golpe de febrero. En 1997 se divorció de su primera esposa para casarse con una larense profesional de la locución. María Isabel Rodríguez, convertida en Primera Dama de la República. A los 44 años de edad, Hugo Chávez Frías, conncurrió a las elecciones presidenciales, como candidato del movimiento V república (MVR), Patria para todos (PPT) , movimiento al socialismo (MAS), PCV, MEP y movimiento agropecuario, obtuvo un triunfo indiscutible al contar en las urnas electorales 3.673.685 votos (56,20%) contra 2.613.161 (39,97%) de Enrique Salas Römer, su más cercano contendor y quien tuvo el apoyo de los dos grandes partidos tradicionales, acción democrática y COPEI, en alianza con su propio movimiento Proyecto Venezuela. Victorioso en las elecciones del domingo 6 de diciembre de 1998, fue proclamado Presidente de la República cinco días después para el período constitucional 1999-2004, por el Concejo Nacional Electoral presidido por

domingo, 21 de julio de 2024

HA MUERTO EL DOCTOR ORTA VÁSQUEZ

José Rafael Orta Vásquez, quien psaba us últimos días en Residencia Angostura con su segunda esposa médico Aleida Romero, ha muerto a la edad de 85 años. Era médico Gineco-Obstetra pre y postgraduado en Montevideo y en la Universidad de los Andes. Tenía un doctorado en ciencias médicas y empezó en la Escuela de Medicina de esta ciudad como docente instructor, ascendiendo escalonadamente hasta titular. A un titular que llegó con resistencia a la jubilación. Ingresó al Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente, junto con su primera esposa, pediatra Graciela Isolina Burgazzi Simonetti, y a ella entregó lo mejor de su profesión y en ella cifró sus esperanzas, al final, frustradas lamentablemente por un proceso de involución pues jamás el Núcleo llegó a ser Universidad independiente. Orta Vásquez, alternó el ejercicio de la medicina y la docencia con el deporte motonáutico. Una vez lo acompañé en su lancha y me confesó que él como Arturo Uslar Pietri, no estaba de acuerdo con la jubilación y opinaba que la gente no debería jubilarse sino por incapacidad física o mental. El hombre mientras sea hábil y capaz no debe rehuirle al trabajo ni alentársele para que lo abandone cuando está en plenas facultades. El, por supuesto, hablaba con propiedad, pues aborrecía la flojera y la molicie. Cuando tenía tiempo de sobra se iba al rio con sus tres hijos y participaba en alguna competencia. Sobre el techo de su biblioteca se ven los trofeos, entre ellos, dos internacionales. A veces, fuera de competencia, navegaba con su lancha hasta el estuario, para ver, a decir de Gallegos, el rio repartiendo como hijos sus caudales hacia la gran aventura del mar. La identificación de Orta Vásquez con el Orinoco no es sólo por haber nacido en su orilla, allá en Soledad el 02 de febrero de 1936, que en el pasado fue parte integral de Ciudad Bolívar, sino porque como el rio, él también reparte o ayuda en todo caso a repartir hijos hacia la gran aventura de la vida. Es el acto sublime y profundamente humano de la maternidad. Tal vez por eso el gineco-obstetra, en general, además de ser científico, es idealista como en cierta ocasión lo expresó Fernando Rísquez: comprende lo grande de la capacidad genética de la mujer y la ayuda a parir. Cuántos niños dieron el primer grito de vida entre sus manos mientras la tensión y el dolor de la madre afloraban de alegría. Bastaría con decir que en la Sala de Maternidad del Hospital “Ruiz y Páez” integrada al Departamento de ginecología y Obstetricia, del cual fue Jefe durante varios años, nacían para unos 6.000 niños, muchos de los cuales parteados por él. Orta Vásquez fue un crítico rotundo de la UDO. Decía que la UDO como institución rectora se manejaba con criterios reducidos y en el caso de la UNEG señalaba no ser realmente el reflejo de la promesa electoral de Luis Herrera Campins, pues Guayana demandaba el ensamblaje de todas las instituciones de educación superior en una nueva concepción. La UDO se volvía un monstruo en Cumaná mientras en los demás estados aún se aguarda la conversión de los núcleos en universidades pequeñas, pero administrativa y académicamente autónomas. Durante muchos años se alimentó la ilusión de que el Estado Bolívar tuviese su propia universidad. El proyecto original de la UDO debía en los primeros 25 años transformar cada núcleo en universidad. Se hablaba de que cada universidad llevara según la entidad federal, el nombre epónimo de sus héroes: Universidad Sucre, Universidad Anzoátegui, Universidad Monagas, Universidad Mariño y Universidad Piar y todas integradas bajo una confederación”. Pero ¿qué ha pasado? “Que hoy en día nos sentimos muy, muy defraudados” (AF)

viernes, 12 de julio de 2024

MORILLO DERROTADO EN MARGARITA

DERROTADO MORILLO EN MARGARITA Nueve horas de lucha encarnizada en el cerro de Matasiete - El ejército español cuadruplicaba al patriota. "El General Francisco Esteban Gómez declaró: "Mis soldados prefieren la muerte a la derrota ” Margarita no aumentará el número de pueblos infelices que sufren dominación extranjera Matasiete (Isla de Margarita) l" de agosto de 1817 (Corresponsal Especial) Tropas patriotas, al mando .del General Francisco Esteban Gómez, infligieron ayer una tremenda derrota al General Morillo, en la denominada “batalla de Matasiete”, nombre tomado del cerro qué ocupó el militar español para lanzar su ataque inicial. El Mayor General José Maneiro, alto oficial del ejército triunfador, calculó en unas 500 las bajas enemigas y en 96, las patriotas. Sus pri-meras declaraciones, cargadas de victoria, resumen su orgullo guerrero: “Trescientos hombres de infantería, protegidos por la caballería y la Garanta, han derrotado los tres mil que condujo Morillo para pulverizar Margarita. ¿Qué sería de él si nuestro jefe hubiera consentido que la masa general entrara en la lid?”. Esta derrota obliga al General Morillo a desistir de sus propósitos de reconquistar Margarita y, según se rumora insistentemente, lo llevará a retirarse al centro para establecer en Caracas su sitio de operaciones. El “Pacificador” comienza a ser pacificado. La batalla en horas A las siete de la mañana, la silueta de 2.600 hombres se dibujaba compacta en una aterradora fila sobre el cerro Matasiete. Ya a las tres de la tarde eran españoles que huían despavoridos, entre la complicidad del polvo y la confusión del miedo. Porque el miedo fue el enemigo principal de las gigantescas columnas de Morillo, enfrentadas esta vez a pocos pero aguerridos combatientes que, como les inculcara su General, preferían la muerte antes que la derrota, El General Francisco Esteban Gómez no descansó en este afán: poco antes de iniciarse la batalla, recorrió todos los puntos donde había situado sus tropas incitando a cada soldado al valor y al vencimiento: “Es una afrenta el numeroso ejercito del Pacificador no tuvo otra alternativa que la huida en desbanda frente a las fuerza patriotas, numéricamente inferiores ue Margarita jamás aumentará el número de ueblos infelices ¿fue sufren su despótica do- nnacion. ++++ La guerra en boletines Prolegómenos heroicos de la Batalla de Matasiete La Asunción (Isla de Margarita) 1ª de agosto de 1817. Especial.- Terminada a sangre y fuego la pacificación del Nuevo Reino por Morillo, éste volvió a Venezuela a comienzos del año de 1817. Sus miras estaban fijas en el Oriente; y al efecto se situó en Barcelona y de aquí se dio a incursionar sobre Margarita, con el firme designio de someter la isla que tanto le preocupaba, Invadió la isla, pero apenas dos boletines de guerra se pudieron emitir en los días anteriores. Boletín 2 Invadió la isla, pero apenas dos boletines de guerra se pudieron emitir en los días anterio¬res a la batalla de Matasiete, no obstante que entre los días 17, 22, 23 y 26 de julio se com¬batió rudamente. Morillo incluso logró triun¬fos sobre Joaquín Maneiro en Cruz del Pastel y sobre Luis Gómez en Porlamar. Pero luego vendría Matasiete. Boletín 252 (13 de julio de 1817) El boletín 252. emanado del Ejército Liber¬tador de Margarita, y fechado 13 de julio de 1817, marca las primeras escaramuzas tras la . llegada de Morillo a Margarita: "Por fin se ha vuelto a abrir la campaña en la isla de Margarita. * El General Morillo se presentó en el puerto de Guamche con 22 velas, el día 14 de este mes. Luego que los vigías dieron parte de esta novedad, el señor General Francisco Esteban Gómez ordenó al Mayor General del Ejército José Joaquín Maneiro, marchar a las costas del Sur a contener el enemigo. Ese intrépido jefe, con 400 hombres de infantería y 150 de caballería, sostuvo un vigoroso combate durante cuatro horas, de tal manera que obligó al enemigo a permanecer en las playas y cerro de La Vela, sin atreverse a registrar el campo de batalla, ni adelantar un paso en dos días... Una acción tan disputada, infundió en los españoles el terror y el sobresalto; y su jefe, que creyó repetir el suceso de la época pasada, envió un parlamentario el día 17, prometiéndole al pueblo de Margarita todos aquellos bienes que ningún español es capaz de dar al americano más apasionado suyo. Se contestó el mismo día; pero tal vez no hubo quien viniera a recibir la contestación. Nuestras tropas pelearon como tienen de costumbre. Los españoles temblaron mientras estuvo vacilante la victoria, y la multitud de muertos y heridos fue muy considerable, según informaron los pasados, pero en el campo se encontraron 17 soldados y un oficial; y los margariteños esperan multiplicar el número de unos y otros. “Inmóvil, el enemigo por espacio de dos días, trató el Mayor General de retirarse dos leguas al centro del Valle San Juan, para que en persecución de nuestro ejército, lográramos darle una acción en Sabana Grande donde pudiera operar la caballería. Pero el temor le hizo faldear, los cerros y nunca aproximarse al llano. A consecuencia de aquella retirada y de no haberse conseguido el intento, convocó el General en Jefe una junta de guerra y en ella se resolvió que se retirara el ejército todo a la línea del Caranay en el pueblo San Juan, con el objeto de que nuestra caballería no padeciese y de alejar al enemigo de sus buques... Situado el ejército de Margarita en Caranay, el del enemigo protegido por sus buques, marchó por la costa sur. En la Cruz del Pastel tuvo un encuentro con nuestra caballería y a la entrada de Porlamar con una división que, al mando del Comandante, Teniente Coronel Luis Gómez, guarnecía aquel punto. Este se sostuvo hasta que su comandante salió herido, que se retiró en orden a la ciudad. Apoderado el enemigo de los escombros de dicho pueblo, penetró al Valle del Espíritu Santo en donde hubo algunas escaramuzas y por último, fue evacuado. Concentradas nuestras fuerzas en los principales pueblos de la isla y en los puntos más defendidos v ventajosos, se expidieron por el General en jefe las órdenes más eficaces para su defensa, que se han continuado con el mayor entusiasmo”. La decisiva batalla de Matasiete se ha producido una semana más tarde. Morillo reconoce la bravura de los margariteños Pampatar (Especial, Urgente). Ayer, luego de la contundente derrota que sufrieron en la batalla de Matasiete frente al ejército patriota, el General Pablo Morillo nos declaró lo que vendría a ser Una justificación a su fracaso: “Los soldados margariteños son unos bárbaros defensores, llenos de rabia y de orgullo. Parecía cada uno de ellos un tigre y se presentaban al fuego y a las bayonetas con una animosidad de que no hay ejemplo en las mejores tropas del mundo...” Recuérdese que Morillo era un guerrero harto experimentado, integrante de la constelación de héroes hispanos que cortaron laureles en Trafalgar (1805), Bailón (1808), San Payo, Santiago, Te- mames, Medina del Campo y Alba de Tornes (1809), Millarada y Fuente Ovejuna (1810), Nevora y Santa Engracia (1811), Vitoria (1813), etc. De manera que su juicio sobre los neoespartanos de Margarita tienen una suprema significación. Las pacificadoras instrucciones de Femando VII a Pablo Morillo Fernando VII, al nombrar jefe de la expedición pacificadora a Morillo, le dio instrucciones sobre el modo de comportarse. Estas instrucciones fueron redactadas por el Ministro de Indias, Miguel de Lardizábal y Uribe. En primer lugar, se ordenaba a Morillo someter la Isla de Margarita: '‘‘La importancia de esta Isla por la proximidad de Cumaná y porque estando a poca distancia de Barlovento, es la guarida de los, corsarios y el asilo de los insurgentes arrojados del continente”.. Respecto al trato que debe dársele a los margariteños, el Rey era preciso: “Se emplearán para su sosiego y buen orden todos los medios de dulzura”. Debía publicarse un indulto general, tropas y jefes que hubieran hecho la guerra en Venezuela serían sacados del país; no convenía restablecer de momento la Real Audiencia y Universidades y Colegios permanecerían como estaban. Respeto a las autoridades eclesiásticas. Protección y auxilio al comercio y a los hacendados. Pero “como el éxito de la expedición y tranquilidad de aquella Capitanía Ceneral está sujeta a las contingencias de la distancia a que aquella ha de operar de la ca¬pital. concede S.M. amplias facultades al Ce¬neral en Jefe para alterar en todo o en parte estas instrucciones, pues S.M. conoce los talentos v buen deseo del Mariscal de Campo Pablo Morillo hacia su real servicio, lo que le asegura que su conducta se arreglará a lo más conveniente...” La odisea del Pacificador Crónica sobre los hechos de la Expedición de Venezuela Por Mariano Briceño, Secretario de Redacción A Margarita arribó Morillo con su ejército el 7 de abril de 1815, puesto que ese día la escuadra española se situaba frente a Pampatar para comenzar la lucha por la posesión de la isla, que se hallaba ocupada y defendida valientemente por los republicanos que gobernaban Arismendi y Bermúdez. Después de varias escaramuzas entre realistas y patriotas, los margariteños se rindieron, y Morillo tomó posesión de la isla el 10 del citado abril. El 11 se trasladó a 1.a Asunción, donde estableció formalmente el gobierno y puso en ejecución la amnistía ofrecida en nombre del Rey de España para los que volvieran a su vasallaje. Arismendi se sometió, más que todo como un ardid para aprovechar la situación y dar tiempo a organizar un golpe contra la dominación española. Esto quizás »o de un comienzo el General Morillo advirtió su conmilitón Francisco Tomás Morales, en cuya presencia prometió obediencia Arismendi. Morillo y su expedición a Venezuela Militar distinguido en la guerra contra Francia, General de División del ejército de Fernando VIII, el Mariscal de Campo, Pablo Morillo de los militares que compuso la Junta de Generales que estudió el envío de una expedición a América para someterla por la fuerza. La expedición salió de Cádiz el 16 de febrero de 1815, formada por una nave capitana de 64 cañones —llamada San Pedro—, dos fragata de 34 cañones —Diana e Ifigenia - ,una corbeta, con 22 y un bergantín con 13. Dentro, seis regimientos de infantería, dos de caballería, un regimiento mixto de artillería y un batallón de ingenieros. Total: 10.642 nombres de tropa. “La expedición más completa que ha surcado nuestros mares. I odo viene en abundancia. Los trenes son soberbios”, decla¬ró un oficial del ejército español apellidado Sevilla. Morillo designó Gobernador de Margarita al Teniente Coronel don Antoñio Herraiz, a quien pasó un pliego, de instrucciones para su desempeño, y siguió a Cumaná, en donde haría lo mismo antes de emprender su marcha hacia Caracas. En Cumaná dejó como Jefe Político y Militar al Coronel don juán Ciní. El 11 de mayo, llegó. Morillo a Caracas, cuya Gobernación y Capitanía General estaban ejercidas por don Juan Manuel de Cajigal. Pero el “Pacificador de Tierra Firme”, lo sacó del gobierno, asumió sus funciones y tomó las disposiciones pertinentes. Sin duda, la que más recuerdan los caraqueños, es aquella según la cual debían pagar 200 mil pesos para contribuir con el ejército español. Asimismo, suspendió a los juristas de la Real Audiencia y estableció —en lugar del Supremo Tribunal— uno que llamó de “Apelaciones", creó la Junta de Secuestros y formó un Consejo de Guerra para juzgar a los reos de infidencia. El tribunal de Secuestro estuvo presidido por el brigadier Salvador de Moxó. de dura recordación para los caraqueños. Su propósito: apoderarse de los bienes de los independientes, operaciones que produjeron al gobierno realis¬ta unos cuantos millones de pesos y sobre todo, engordaron el patrimonio personal de Moxó, un hombre —según acusación anónima que circuló por la provincia— “cuya avaricia no conocía freno, ni su salacidad decoro. Jamás se había visto en América, después de la conquista, manos más autorizadas ni más rapaces e inmorales”. El 1" de junio de 1815, se despidió Morillo de Caracas, con una proclama empalagosa: “Yo me ausento con la dulce satisfacción de no haber tenido que emplear la vara de la justicia contra ninguno de vosotros; y por el contrario, he .visto con placer la prontitud con que habéis corrido a remediar lás necesidades del ejército con el empréstito que acabáis de facilitar... He removido por lo pronto todos los obstáculos que podíais encontrar en la rápida marcha de vuestro bienestar. Espero que a mi vuelta, completaré esta obra en beneficio de la agricultura y el comercio...” La batalla en horas A las siete de la mañana la silueta de 2.600 hombres se dibujaba compacta en una aterradora fila sobre el cerro Matasiete. Ya a las tres de la tarde eran españoles que huían despavoridos, entre la complicidad del polvo y la confusión del miedo. Porque el miedo fue el enemigo principal de las gigantescas columnas de Morillo, enfrentadas esta vez a pocos pero aguerridos combatientes que, como les inculcara su General, preferían la muerte antes que la derrota. El General Francisco Esteban Gómez no "descansó en este afán: poco antes de iniciarse la batalla, recorrió todos los puntos donde había situado sus tropas, incitando a cada soldado al valor y al vencimiento: “Es una afrenta preferir la vida al honor", les repitió una y otra vez. Y así fue. El Mayor General José Maneiro, en compañía de Eugenio Ruiz, Secretario de Guerra, nos narró los, pormenores de la batalla, húmeda aún su camisa de sudor de guerra: “Sin que el enemigo observase nuestras operaciones, mandé emboscar las tres compañías de cazadores de los batallones General Bolívar, General Marino y General Arismendi. Ordené que la caballería se colocase de San Francisco a la Casa Fuerte, que está al pie de Caranta y que todas las alturas se reforzaran...” Cuando el enemigo observó el movimiento, comenzó a bajar del cerro, dejando en la cima solamente al cuerpo de reserva del General Morillo. A las ocho y media comenzó a descender también este cuerpo, quedando arriba únicamente que el General con su Plana Mayor y como cien hombres cercanos”. A las nueve de la mañana, comenzó el fuego, tan vivo en ambas partes, que la isla parecía estar ardiendo en sus contornos. “En medio de la lucha —se permite una anécdota el General Maneiro— tanto yo ’ como el General Gómez, íbamos por la línea de fuego, animando a los soldados, recordándoles los combates pasados en que Margarita ha dado prueba de valor. Y en una de esas, nos mataron los caballos, casi al unísono. Pues, bien, continuamos a pie, arengando a la tropa...” A las dos y media de la tarde, hubo una primera retirada del enemigo. A las tres y cuarto, las tropas que todavía ocupaban el cerro Matasiete, bajaron a incorporarse a la guerra, movimiento que les hizo perder mucha gente. “Desde ese momento, comenzó la retirada total y aunque estábamos en disposición de seguirles, la oscuridad de la noche nos lo impidió. Huyeron a Pampatar”. Eugenio Ruiz, Secretario de Guerra, remató: -Esta acción, una de las más gloriosas de Venezuela, ha hecho conocer a los españoles los infelices que sufren su despótica dominación. Rumbo hacia la derrota En su viaje al Nuevo Reino de Granada, Morillo pasó por los valles de Aragua, Valencia y Puerto Cabello. Desde allí, se embarcó a Cartagena el 12 de junio de ese mismo año (1815) y ya el 23 llegó a Santa Marta. Inicia el bloqueo de Cartagena en agosto y tras recio batallar, toma la plaza el 6 de diciembre. No obstante, desde noviembre, los patriotas habían reiniciado la rebelión. Una proclama —que denominaron Intimación—-, con fecha 27 de noviembre, es dirigida a los jefes españoles: “El pueblo de Margarita, y a su nombre Juan Bautista Arismendi, intima al señor Gobernador del Castillo de Santa Rosa y a los jefes de la Batería de Pampatar, que se las entreguen en el término de cuatro horas, de la misma forma que lo hicieron sus vecinos a la llegada del General Morillo, a quien se sometieron por error y suma confianza, seguros de que se les guardarán y mantendrán todos aquellos derechos, privilegios e inmunidades que el derecho de las gentes y de la guerra concede y permite a los que se hallan en este caso, añadiendo que los pactos que se celebren con este objeto serán sagrados e inviolables”. Lo firmaba en las Alturas de la Ciudad de la Asunción, Juan Bautista Arismendi. El General Arismendi había restablecido el gobierno independiente en la isla, peleando duramente en Juan Griego, Santa Ana y La Asunción. Ya el 15 de diciembre, se la conoce como “puerta de la Libertad” y cinco meses más tarde (3 de mayo de 1816) Bolívar penetra por esa ancha Puerta, sin mayores problemas.

MORADELL JOSÉ EL NACIONAL

MORADELL JOSÉ EL NACIONAL Un periódico no se construye con dinero, ni con rotativas, ni con relaciones comerciales que garanticen la afluencia de avisos, ni con protección gubernamental. Un periódico se construye con hombres. Todas las ventajas y privilegios quedan reducidos a ceniza si no está presente un puñado de periodistas con capacidad profesional, calidad humana y amor a su oficio, que sepan interpretar los sentimientos populares, que se lancen con audacia a la búsqueda de la noticia, que defiendan tercamente el estilo y la estética del diario, que peleen con bravura por hacer de su periódico el mejor informado y el de miras más altas. Hoy cumple El Nacional diecisiete años de existencia y no creo incurrir en pecado de inmodestia si me hago eco en estas líneas de una afirmación muy difundida según la cual, al andar ese trecho, nuestro diario se ha convertido en uno de los órganos de prensa punteros, en razón de su contenido informativo y en razón de su orientación democrática, dentro del periodismo latinoamericano. Inmodestia sería, e injusticia por añadidura, si intentara atribuir los merecimientos absolutos de ese éxito a quienes crearon, dirigieron y orientaron esta empresa. Por el contrario, no vacilo en testimoniar que El Nacional le debe la mayor parte de cuanto vale a la circunstancia permanente de que cada uno de sus redactores se sabe parte integrante de un equipo, copartícipe y responsable tanto de sus triunfos como de sus descalabros, engranaje consciente de una maquinaria que amasa diariamente el pan de noticia para el pueblo venezolano. Dentro de ese equipo hay un hombre, sin embargo, a quien yo deseo destacar particularmente, con el propósito de rendirle homenaje en este nuevo aniversario de El Nacional. Me refiero a José Moradell, nuestro jefe de redacción, pivote sobre el cual gira la estructura del periódico, piloto que no se abandona en la bonanza ni se amilana en la tempestad. José Moradell nació en Cataluña en 1908 y su juventud fue dar bandazos en busca de una profesión adecuada, aprendiz de abogado, de economista, de sacerdote y de comerciante. El final desgarrador de la guerra española lo aventó lejos de España y lo trajo a Venezuela en 1938 con cien dólares en el bolsillo, una lengua muerta y cuatro vivas en la cabeza, decidido a sepultarse en las selvas de Guayana, a construir una choza y a vivir entre los indios. Por fortuna su buen juicio lo obligó a cambiar de idea y se hizo periodista. Al fundarse El Nacional, José Moradell ocupó la jefatura de noticias extranjeras. Pero desde el primer instante comprendimos todos que el discreto y austero catalán que trabajaba a la sombra de los teletipos estaba llamado a cumplir función primordial y dirigente en la trayectoria ascendente de nuestro diario, en virtud de su sentido de responsabilidad, de su inteligente concepción de la técnica periodística, de su infatigable devoción profesional. De ahí ascendió a la secretaría de redacción y posteriormente a la jefatura de redacción, espolón donde está plantado desde hace varios años con el timón de este barco entre las manos. Pocas veces se menciona su nombre en el sitio prominente que le corresponde cuando alguien refiere la historia de El Nacional. No obstante, quienes vivimos dentro de la colmena, sabemos a ciencia cierta cuánto han contribuido la aptitud y el tesón de Moradell a levantar este edificio y a mantener su arquitectura. El equilibrio y la serenidad de Moradell, sin hacer una sola concesión de principios ni de dignidad, fueron valiosas armas defensivas que contribuyeron a impedir el naufragio de El Nacional bajo la dictadura. Los conocimientos de Moradell y su estudio constante de los problemas del periodismo moderno mantienen la fisonomía técnica de El Nacional y le permiten asimilar las innovaciones que surgen dentro del campo de la prensa universal. La firmeza en el trabajo, que en Moradell nunca se quebranta, es factor imprescindible para que en esta casa se mantenga vivo el mínimo de disciplina que jamás ha podido garantizar quien esto escribe, es decir, el director. Ahora Moradell es ciudadano venezolano, con mujer venezolana e hijas venezolanas. Comenzó por entender nuestros defectos y nuestras virtudes y concluyó por hacerse uno de los nuestros. Su voz no ha perdido el acento que los catalanes conservan hasta la hora de su muerte pero su corazón, en cambio, se volvió para siempre arcilla de esta tierra y semilla de este pueblo. No le va a agradar que yo publique este par de cuartillas. Es modesto y sobrio, adversario de ditirambos y de efusiones. Pero yo me creí obligado a decir estas cosas, así sencillamente como quien conversara, porque ya hemos cumplido diecisiete años dentro de esta trinchera y, al referir la historia de El Nacional, algunos suelen olvidar un nombre que debiera mencionarse siempre en primer término: el de José Moradell. II. Las frases anteriores fueron escritas por mí para ser publicadas en la edición de El Nacional del 3 de agosto de 1960, fecha de cumplir el diario diecisiete años de su fundación. Yo era para ese entonces el director. Sin embargo, tuve que bajar clandestinamente a los talleres, deshacer la página editorial que ya estaba compuesta y matrizada, y meter de contrabando mi artículo en reemplazo de otro que yo mismo había escrito. Temía, con sobrados fundamentos, que el jefe de redacción, quien no era otro sino José Moradell, al enterarse del enaltecimiento que se le pretendía rendir, diera orden de arrojar mi colaboración al cesto. Ahora, ya muerto Moradell hace tres años, no hay riesgo de que su austera sencillez se interponga para precaver que yo diga públicamente lo que pensé ayer y sigo pensando hoy de su condición humana y de su idoneidad profesional. No he conocido un periodista con más heroica conciencia de nuestro oficio que la suya, don Pepe. No me mire con ese sesgo ladino que no le estoy tomando el pelo. Estoy hablando “perfectamente en serio como un golpe de ataúd sobre la tierra”. Usted que lee con tanto fervor a Antonio Machado entiende mejor que nadie el alcance de esas palabras. Me asombra su potencial de trabajo que no guarda proporción con un organismo carcomido por la nicotina como el suyo sino que es reflejo de un indoblegable coraje espiritual, de un agonístico empeño de experimentar el laboreo del periodista como un diario combate, como una terrible lid de la cual usted nunca se aparta vencido. ¿Recuerda usted las duras circunstancias que rodearon la fundación de El Nacional? Nos metimos de rondón en un oscuro barracón de dos pisos que había sido casa de vecindad o algo más turbio. Aquel remedo de rotativa daba lástima, aquellos linotipos oxidados eran artefactos de desecho. El mundo vivía la etapa más furibunda de la guerra mundial. Los submarinos alemanes torpedeaban los barcos que transportaban la tinta y el papel. Crear un periódico bajo aquellas condiciones y con tan rudimentarios elementos parecía una insensatez. Toda la gente circunspecta del país nos auguraba un presto y estruendoso fracaso. Usted no. Usted abandonó el puesto de jefe de cables que desempeñaba en una empresa veterana llamada La Esfera y se vino a correr con nosotros la apretada aventura. Usted había llegado a Venezuela disgregado de sus lares por el oleaje encarnizado de la Guerra Civil Española. No era usted un hombre sacudido por pasiones políticas pero sí un ente sensible a quien la violencia desazonaba. Allá se mataban desalmadamente los unos con los otros, la mitad de España contra la otra media. Usted, que no quería ver esa sangre, se metió en un camarote de tercera clase y vino a parar a esta tierra que pronto sería absolutamente la suya. La cuadra donde nació El Nacional, cien metros ruidosos entre las esquinas de Pedrera y Marcos Parra, era una calle angosta y de colmado tránsito. En su macadam desembocaban los automóviles que provenían del túnel del Calvario, rodaban carretas y carretillas afanosas, desfilaban resignadas recuas de burros. Desde nuestros balcones se vislumbraban tres botiquines, una farmacia y un policía de punto. Al costado de nuestra sede funcionaba una casa de citas cuya regente, la señora Ignacia, ardiente aficionada a la fiesta de toros, regalaba botellas de ron a nuestros reporteros cuando ella regresaba eufórica de una corrida de postín. Con frecuencia se injuriaban plebeyamente dos borrachos a la puerta de nuestro caserón. Usted, don Pepe, no tenía ojos para ninguna de esas escenas costumbristas. A usted no lo desvelaba sino la silueta de la casa de enfrente, donde el italiano Vito Rocco había montado un aserradero. En la parte alta habitaba la familia del dueño, y desde el escritorio suyo, don Pepe, se divisaba la ventana de Italiana, la hija del negociante en maderas que se asomaba tímidamente para brindarle la sonrisa de los buenos días. Italiana tenía rostro de niña, modales de niña, pero era una mujer hecha y derecha, su mujer, don Pepe, que al correr del tiempo se casaría con usted y le daría dos hijas. Italiana que al presente añora su compañía con incurable congoja, tres años después de su partida. Del departamento de noticias cablegráficas fue ascendiendo usted hasta llegar a la jefatura de redacción, vale decir hasta convertirse en bitácora y arboladura del periódico. En dos o tres ocasiones los propietarios de la empresa decidieron nombrarlo director de El Nacional, en reconocimiento a su jerarquía, a su inteligencia y a su lealtad. Usted no aceptó jamás esa designación. “No sirvo para director”, replicaba categóricamente. Servía usted en demasía, don Pepe, pero a su naturaleza retraída le desplacía en grado sumo la prominencia social y política que el rango de director de un diario lleva inevitablemente consigo. Escúcheme, don Pepe, no se me escurra. Usted no se reduce a ser un excelente periodista: usted es esencialmente un maestro del periodismo. Maestro sin cátedra universitaria pero educador a las luces de su propia conducta, manteniendo a todo trance que el trabajo persuade más que los razonamientos. No hay periodista joven que haya pasado por su vecindad sin recibir de usted la palabra de estímulo generoso, el consejo asentado en una discreta sabiduría, el ejemplo cotidiano de perenne vigilia y de pundonor en la pelea por la noticia. Por lo demás, Moradell, es preciso que usted cuide con mayor formalidad de su salud. He hablado con su médico, el doctor Rafael Zubillaga, y él me ha dicho que usted se encuentra enfermo de cuidado, que sus pulmones y su corazón requieren un reposo prolongado, que no debe ni puede venir a trabajar. Se lo hemos suplicado a usted muchas veces, se lo hemos ordenado otras tantas, y cuando menos se espera lo topamos de nuevo sentado en su escritorio, tecleando una máquina de escribir, enmendando titulares, planificando campañas. Es completamente inaceptable esa actitud suya, Moradell. No vuelva al trabajo hasta que el médico no diga que está usted definitivamente curado. Por favor, Moradell, no vuelva. No volviste, Pepe, porque te habías muerto. Miguel Otero Silva

PABLO NERUDA EN EL ORINOCO

El poeta chileno Pablo Neruda, quien falleció el 12 de julio de 1904, estuvo en Ciudad Bolívar invitado por su amigo Gabriel Bracho Montiel, director de “Dominguito”, semanario humorístico que siguió el cauce del extinto Morrocoy Azul. Julio Verne, vanguardista de la novela de ficción, escribió sobre el Orinoco (El Soberbio Orinoco) sin haberlo conocido. Algo parecido hizo el poeta Pablo Neruda al escribir el largo poema “Canto al Orinoco”, por eso quería conocer el gran río venezolano y en ese sentido le había escrito a su amigo Carlos Augusto León. El deseo se le cumplió el 15 de marzo de ese año después de haber estado en Caracas, Valencia y Médanos de Coro. Vino acompañado de su esposa Matilde Urrutia, de Miguel Otero Silva, del guitarrista Alirio Díaz y del poeta Rafael Pineda, quien se había venido días antes a la ciudad a organizar el recibimiento. Neruda fue objeto de una calurosa y festiva recepción y por la noche del domingo 15 retribuyó al pueblo y sectores representativos con un recital en el auditorio del Liceo Peñalver. Leyó “Viejos y nuevos poemas de amor” y “Poemas cívicos y terrestres”. Por su parte, Alirio Díaz, ofreció como complemento un concierto durante el cual interpretó piezas de Tárraga, Granados, Borges, Villa-Lobos y Lauro, entre otros. Antes de la velada artístico literaria que se extendió hasta horas del amanecer entre brindis y poemas, el Concejo Municipal del Distrito Heres, presidido por el concejal Luis Felipe Pérez Flores, acompañado en el presido por el Presidente de la Asamblea Legislativa, doctor José Luis Machado y los ediles René Vhalis y Germán González Seguías, declaró al Pablo Neruda, “Huésped de Honor” El poeta agradeció la distinción al igual que doña Matilde, su esposa, obsequiada con una joya de oro cochano y un ramillete de flores. El poeta, como escribí antes, vino junto con Miguel OteroSilva, quien también lo acompañó cuando recibió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, De Otero escribió en sus memorias…”Debo señalar que entre mis acompañantes a Estocolmo estaba el venezolano Miguel Otero Silva, gran escritor y poeta chispean¬te, que es para mí no solamente una gran conciencia americana, sino también un incomparable compañero”. (AF) El poeta chileno Pablo Neruda, quien falleció el 12 de julio de 1904, estuvo en Ciudad Bolívar invitado por su amigo Gabriel Bracho Montiel, director de “Dominguito”, semanario humorístico que siguió el cauce del extinto Morrocoy Azul. Julio Verne, vanguardista de la novela de ficción, escribió sobre el Orinoco (El Soberbio Orinoco) sin haberlo conocido. Algo parecido hizo el poeta Pablo Neruda al escribir el largo poema “Canto al Orinoco”, por eso quería conocer el gran río venezolano y en ese sentido le había escrito a su amigo Carlos Augusto León. El deseo se le cumplió el 15 de marzo de ese año después de haber estado en Caracas, Valencia y Médanos de Coro. Vino acompañado de su esposa Matilde Urrutia, de Miguel Otero Silva, del guitarrista Alirio Díaz y del poeta Rafael Pineda, quien se había venido días antes a la ciudad a organizar el recibimiento. Neruda fue objeto de una calurosa y festiva recepción y por la noche del domingo 15 retribuyó al pueblo y sectores representativos con un recital en el auditorio del Liceo Peñalver. Leyó “Viejos y nuevos poemas de amor” y “Poemas cívicos y terrestres”. Por su parte, Alirio Díaz, ofreció como complemento un concierto durante el cual interpretó piezas de Tárraga, Granados, Borges, Villa-Lobos y Lauro, entre otros. Antes de la velada artístico literaria que se extendió hasta horas del amanecer entre brindis y poemas, el Concejo Municipal del Distrito Heres, presidido por el concejal Luis Felipe Pérez Flores, acompañado en el presido por el Presidente de la Asamblea Legislativa, doctor José Luis Machado y los ediles René Vhalis y Germán González Seguías, declaró al Pablo Neruda, “Huésped de Honor” El poeta agradeció la distinción al igual que doña Matilde, su esposa, obsequiada con una joya de oro cochano y un ramillete de flores. El poeta, como escribí antes, vino junto con Miguel OteroSilva, quien también lo acompañó cuando recibió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, De Otero escribió en sus memorias…”Debo señalar que entre mis acompañantes a Estocolmo estaba el venezolano Miguel Otero Silva, gran escritor y poeta chispean¬te, que es para mí no solamente una gran conciencia americana, sino también un incomparable compañero”. (AF)