Recopila las crónicas que diariamente vengo publicando en el Correo del Caroní y Red Social
domingo, 31 de octubre de 2021
JESÚS COLINA SUBE AL ESCAÑO 71 DE LA VIDA
El poeta Jesús Colina Colmenares está subiendo hoy al escaño 71 de la escala infinita de la vida, lo cual, por supuesto, ha de regocijar a sus familiares, colegas y amigos de la llamada Placita de la Comunidad, donde suelen reunirse los ajedrecistas y amantes de la capital del Orinoco para alzar de alguna manera su voz a favor o en contra de los bienes humanos, urbanos y paisajísticos de la ciudad de ayer, la actual y la que debe o ha de venir.
Jesús Colina. a quien en la foto vemos en medio del antropólogo Alfredo Inaty y de su hijo Pavel, fuera del país, nació el Día de los Santos, lo que no quiere decir que sea un santo ni lo pretenda serlo. Está conforme con lo que es. Nació el primero de noviembre de 1950, entre piedras monumentales y desde que aprendió a caminar podríamos decir que sube y bajas las cuestas de la ciudad desde su domicilio en El Zanjón donde vive encaramado, recordando tal vez a la Milú que desgranaba las margaritas con la pandilla de la Escuela Técnica Industrial cuando ésta funcionaba en el edificio hoy de la Alcaldía y Concejo Municipal.
Colina, antes no se desprendía del peinado afro, tupido, ensortijado y voluminoso, ni de un bigote un tanto parecido al de Mario Moreno Cantiflas que tanto admira y que un día viajó infructuosamente a México para verificar si era el mismo que solía ver en la pantalla del cine Royal de Pero Seco.
Colina es un contestatario empedernido, polemiza, discute y a veces la discusión tiene un matiz violento. Parece un hippie, pero no lo es propiamente aunque calza algunos comportamientos del movimiento contracultural juvenil surgido en la década de 1960 y caracterizado por su pacifismo y su actitud inconformista hacia las estructuras sociales vigentes.
Quería el poeta Colina ser músico como su hermano José Claret, recientemente fallecido, pero antes que el órgano prefiere el Saxo y Damely Castillo le prestaba el de la Escuela de Música. Al final dejó el saxo y se ancló en la poesía y en la red social con artículos políticos que disgustan al gobierno. Su mecenas en un tiempo fue el abogado Alfredo Natera, quien le costeó la publicación de su primer libro “Nuevos Mensajes, Nueva Poesía”. Se buscó a Eleazar (chino) López, alumno de Rosendo Magallanes, para que le hiciera la portada, poco antes de viajar a Suiza con una beca moral de Mimina Rodríguez Lezama. Colina no lee cierta poesía.. A ese respecto tiene su propia pensamiento: “La poesía tal como se concibe, a lo europeo, es una tontería, es para tontos” suele decir. Ahora es una revolución. La poesía ante todo es esta comunicación donde yo expreso la vida…no tengo tarugos políticos ni puedo dejar de sentirme ligado a todo lo que me circunscribe y vive. Por eso escribo así, con esta humedad, con esta mañana del día, con las voces de las gentes, de los muchachos, los ruidos de las máquinas que raudas se pierden en el silencio…”
.He aquí un poema de Colina: "Esta mañana / cuando abrí la puerta / un desconcierto me sobrecogió / estaba vivo / despierto / las luces pegaban sobre la piedras / se me pegó un psicologismo raro / ya no era el mismo / he bebido de alguna fuente prohibida que me revitaliza / he violad
jueves, 28 de octubre de 2021
MANDILATA
Mandalay, corrector de prueba de El Bolivarense que tomaba cerveza en el My-Ha-My, veía pasar a Mandilata, un nombre pegajoso y atractivo, y lo encontraba parecido al “ Hombre de Neandertal”, especie extinta del género Homo. Lo apodaban “Mandilata” porque era grande y además tenía la mandíbula pronunciada y pronunciada era igualmente su complejidad humana arremangada con ropas trajinadas, abultados bíceps, no a fuerza de mancuernas como utilizan los atletas de ahora, sino a fuerza de levantar redes y otras herramientas artesanales de pescar en el Orinoco, especialmente durante agosto que el gran río llega al tope de sus aguas y hace contacto con los rebalses habitad de la fauna piscícola.
Luego Mandilata iba desde Perro Seco, donde vivía, por las bajadas y subidas de la ciudad, ofreciendo, voz en cuello, Zapoara, bocachico, coporo, laulao, curbinata y sardinata al mejor precio, claro, cuando la pesca era abundante.
Durante Semana Santa, Pascuas de Año Nuevo y Carnavales, descansaba y divertía agregándose a las Parrandas y compasas que nunca faltaban y en las que se comprometía mucha gente, marcadamente, músicos y guarichas adolescentes con sus cotas bien abiertas y faldea de jubilosos colores. Pero un mal día, Mandilata, desapareció de las empinadas calles de Ciudad Bolívar como tanto otros trovadores, parranderos y personajes de la picaresca angostureña. Es la ley de la existencia, de la Cosmogonía o de los 99 dioses de las religiones del planeta. (AF)
miércoles, 27 de octubre de 2021
NIRIAN GUEVARA SENCILLA COMO UNA CAYENA
Nirian Guevara es una artista plástico y estuvo integrada al Colectivo Cultural “Viajera del Rio” que fundó en Ciudad Bolívar y dirigió hasta su muerte, Jesús Grau Ortega, quien en vida le dedicó dos de sus poemas exaltando su sensibilidad para captar en el lienzo el ambiente bucólico y el rostro de algunos valores del paisaje humano angostureño al igual que bien lo hizo su esposo Luis Pérez, pintor, por algún tiempo, de la Dirección de Cultura de la Alcaldía de Ciudad Bolívar.
Así como Chuo Galindo y Alirio Palacios tuvieron en su pintura obsesión por el caballo, Nirian lo tenía por la Cayena, acaso porque su casa estaba rodeada de ese arbusto con cuya flor hacía infusiones para alimentar su cabellera. Esta sencilla y enigmática flor brotaba silvestre en los patios de las viviendas y, según el lugar, era conocida como Rosa de la China y Amapola. Amapola, tal vez por su parecido, porque nada tiene que ver con la flor de destino maldito y tampoco a la cual cantaba con devoción infinita, Andrea Bocelli: (…Amapola, lindísima Amapola, no seas tan ingrata ¿Cómo puedes vivir a solas?…”)
Carlos Mejías en Diario El Progreso, y Carlos Alaimo en el Hotel Laja Real fueron mecenas de este Colectivo Cultural. Ahí en un salón del Laja Real, Nirian realizó una exposición individual que le valió reconocimientos. Luego recibió Placa al mérito y homenaje en el 2do. Festival Regional Poético-Musical de Angostura "La Barca de Oro". Hoy poco o nada sabemos de ella, si sigue pintando como María Soledad en Marhuanta o retirada en su rincón de otoño. (AF).
lunes, 11 de octubre de 2021
COLÓN CONFUNDIÓ EL ORINOCO CON UN RÍO DEL PARAISO
Grandes indicios son estos del Paraíso Terrenal, porque el sitio es conforme a la opinión de estos santos y sanos teólogos y así mismo las señales son muy conforme, que yo jamás leí ni oí tanta cantidad de agua dulce fuese así dentro y vecina con la salada.
Esto escribió el Almirante en la mañana del 2 de agosto de 1498 cuando asomó a su vista el grandioso río de los uriaparias que ahora conocemos como Orinoco, suerte de decantación de los primitivos Uriñoko, Uriñik, Riñoko.
Cavilaba que por el delta del gran río tal vez asomaba el Paraíso Terrenal. Él que navegaba desde hacía seis años, y ésta era la tercera travesía, lo barruntaba, pues en esa tarea andaba, tratando de encontrar ruta diferente para llegar por el Oriente, a la tierra que maravilló a Marco Polo; a la tierra del Gran Kan Kalilai. Acaso ¿no lo testificaban las sagradas escrituras? La Sacra Escritura testifica que Nuestro Señor hizo el Paraíso Terrenal en el Oriente y en él puso el Árbol de la vida.
El Paraíso terrenal o Jardín del Edén, en los tres primeros capítulos del libro del Génesis, aparece como la primera residencia de la humanidad donde vivieron Adán y Eva. El Edén se menciona en otros libros del Antiguo Testamento como lugar de gran fertilidad y el nombre de por sí sigue evocando un lugar idílico.
Pero geográficamente ¿donde se ubicaba? Aunque los especialistas contemporáneos tienden a considerar las descripciones bíblicas como imaginarias, la ubicación geográfica del Edén continúa en discusión. Colón frente al gran estuario del Orinoco creyó por un momento haber despejado la gran incógnita.
Muchos años después de la muerte de Colón, historiadores connotados como el cronista y jurista hispano del siglo XVII, Antonio León Pinedo, ubicaban en América el Paraíso Terrenal, tal vez siguiendo las conjeturas colombinas.
Gregorio Gallegos, biógrafo de Colón dice en el capítulo referente a su tercer viaje que la exploración de la Península de Paria le hizo pensar que había descubierto el Paraíso Terrenal y que el Orinoco descendía del mismo Paraíso. Razón tenía en sentirse maravillado de aquel bellísimo paisaje y la dulzura del clima. Peo Colón seguía aferrado a la idea de Asia. Su creencia, como dice Las Casas se basaba en los textos de Pierre D´Ailly, el Génesis, Tolomeo y Séneca. Ni siquiera se daba cuenta, como escribiera Morales Padrón “que había entrado en contacto con nueves culturas; los indígenas estaban dotados de una mejor civilización que los antillanos, expresada en grandes canoas con cabina, en tejidos de algodón, en metalurgia (guamin, mezcla de oro y cobre), flechas envenenadas y en el uso de la chicha”.
El fraile dominico Bartolomé de Las Casas, escribirá después que al abandonar las costas venezolanas para dirigirse a la Española, el almirante “vino ya en conocimiento que tierra tan grande no eran islas, sino tierra firme”. En la fabulosa mente colombina la incertidumbre le iba acercando cada vez a la verdad.
Pero lo que más trascendió y llamó la atención de aquel tercer viaje de Colón fue lo que vieron y comentaron los tripulantes de las barcas y que el Almirante dejó sentado en su diario de abordo: “Llegué allí una mañana a hora de tercia, y por ver esta verdura y esta hermosura acordé surgir y ver esta gente de los cuales vinieron en canoa a la nao, arrogarme de parte de su rey que descendiese en tierra. Y cuando vieron que no curé de ello, vinieron a la nao infinitísimo en canoas, y muchos traían piezas de oro al pescuezo y algunos atados a los brazos algunas perlas: holgué mucho cuando las vi, y procuré mucho de saber donde la hallaban, y me dijeron que allí de la parte del Norte de aquella tierra”. (AF)
miércoles, 6 de octubre de 2021
LA ELECTRIK FM 97.7 CUMPLE HOY 21 AÑOS
Fue fundada el 6 de octubre de 2000, dos días después del Día Internacional de la Radiodifusión, por su actual propietario, director, colega y amigo, licenciado Edgar Monroy, luego de algunas vicisitudes a partir del 98 cuando estaba pautada su salida al aire. Entre las vicisitudes estuvo el cambio de gobierno y, por consiguiente, paralización de las concesiones radiales. Pero superadas las dificultades fue posible caracolear en las ondas hercianas un día como hoy, augusto día de San Bruno, santo alemán fundador de la Orden de la Cartuja donde, por cierto, estudió el beato venezolano doctor José Gregorio Hernández.
Bueno, después de esta emisora de frecuencia modulada, vinieron otras dos. una en Ciudad Guayana y Orinokia 105.1 en Ciudad Bolívar, vale decir, que todo lo producido en Electrik, fue reinvertido en estos dos nuevos medios de comunicación social que vienen a alargar la lista de unas sesenta emisoras establecidas en la ciudad capital evidenciado una competencia radial de mucha labia y forcejeo que obliga, naturalmente a agudizar el ingenio y el talento creador para sobresalir y mantenerse en el aire y en el tiempo.
Electrik, como sabemos, es una emisora con variedad musical, informativa y de agradable entretenimiento, aliada al Circuito FM Center con el lema “Gente de Radio Haciendo Radio". Su director y propietario, Edgar Monroy, es todo un profesional con sólida experiencia, realmente inquieto, que no se quedó anclado en la locución como otros tantos, sino que estudió derecho y asuntos militares, ha entrado en la universidad en calidad de docente para enseñar sin egoísmos lo que aprendió en las aulas y en la reflexiva experiencia del ejercicio profesional y de la propia gente y su circunstancia. . (AF)
LA RADIO EN BOLÍVAR 1959
La Radio en el Estado Bolívar en 1959 se reducía a Radio Bolívar y Ecos del Orinoco, ambas prácticamente desaparecidas o con nombres distintos operando en sus primitivas frecuencias con otros dueños.
El primero de octubre de 1959, la prensa local recordó el traspaso de Radio Bolívar de manos de su fundador Fitzí Miranda a las del “Catire Istúriz”, la cual comenzó bajo la dirección de José Antonio Fernández, sustituido luego por José Antonio Nicolás.
Como operador trabajaba entonces en esta emisora el veterano José Vicente Cardozo y como locutores (en la foto) Héctor Cristofini, Domingo Maestracci, Romelia Ramírez y José Antonio Nicolás. Ramón Aray laboraba como jefe de prensa; Petrica García, discotecaria; José Rafael Cabrera y Rafael Franco, operadores de sonido.
Radio Bolívar salía al aire con el programa “Alborada Criolla” en la que participaba el conjunto Típico del maestro Carlos Tomedes: a las 8, el Consejero Radial del Conductor, seguido luego por el Club 20320, El Correo de Guayana.. Fantasía Musical, Fiesta Polar, Night Club Orinoco, Tardes Mexicanas y Caraquita Musical. Entonces la Emisora se identificaba así: YVJF 860 Kilociclos, Onda Larga y YVQE 3.345 kilociclos, onda corta.
Radio Bolívar, desde que Fitzí Miranda la endosó al “Catire” Isturiz, tuvo dos momentos estelares: primero cuando operó bajo la dirección de José Antonio Fernández y, posteriormente, dirigida por otro José Antonio (José Antonio Nicolás) a quien los citadinos preferían identificar como el “Turco” Nicolás, porque, al parecer, era descendiente de musulmanes turcos y además, un riguroso administrador que regateaba hasta el último centavo.
Hasta a mi me regateó lo que debía pagarme por el cotidiano programa “El Día de hoy en la Historia” y un resumen de noticias de la semana que como apertura del noticiero leía Héctor Cristofini, y el resumen semanal de noticias en la voz dominical de Romelia Rosales.
Esto fue ya por los años sesenta cuando el doctor Ricardo Hurtado, hablador como todo buen hispano, escribía diariamente en “El Bolivarense” siempre sobre tópicos económicos, especialmente en lo tocante al desarrollo industrial y energético que se avizoraba en la Zona del Hierro. Abogaba por San Félix y febrilmente por Ciudad Bolívar, en peligro de quedar a la zaga.
Evaristo Marín era el Corresponsal de El Nacional y cultivaba a Ricardo Hurtado como fuente noticiosa verídica y segura por su estrecha conexión con las autoridades y gerentes de las empresas que estaban surgiendo en la confluencia del Orinoco con el Caroní. Ambos colaboraban con Radio Bolívar.
José Antonio Nicolás murió infartado, a Ricardo Hurtado se lo tragó la tierra y Evaristo Marín, quien se graduó conmigo y Rubén Ferrer Rosas en la Escuela de Comunicación Social de la UCV, aún sigue de Corresponsal de El Nacional, pero en Puerto La Cruz y Barcelona.
Después de José Antonio Nicolás, asumió la dirección Gabriel Aguilera Ordaz seguido posteriormente de Tomás (Chino) León; Jerónimo Méndez Rojas, Pedro Carreño Reyes, Luvén Rossi Vera, y Carlos Gómez Acero, ya la emisora en manos del cubano Orlando Castro, el “enfant terrible” de los seguros y la banca venezolana durante más de una década de los años 80 y principios de los 90. A consecuencia de la crisis financiera de las empresas de Orlando Castro, la Radio Bolívar pasó a poder del Fondo de Garantías de Depósitos (Fogade), que la vendió finalmente al empresario Tobías Carrero Nácar, dueño actual del circuito Venezuela y de Multinacional de Seguros.
Radio Bolívar permaneció en la calle Dalla Costa hasta que manos criminales la saquearon y se llevaron los equipos. Entonces formaba parte del Circuito Radio Venezuela, dirigida por Rosiel Velásquez, sustituida después por el veterano Julio David Montaño que ahora está en una de las emisoras de Edgar Monroy..(AF)
LA RADIO EN EL ESTADO BOLÍVAR
BROADCASTING BOLÍVAR
El Diccionario de Historia de Venezuela da a Ondas del Lago, de Maracaibo, como la primera emisora establecida en la provincia (1935). Sin embargo, hemos leído en un ejemplar de “El Luchador” de enero de 1932, que Ciudad Bolívar tenía en prueba para esa fecha, la emisora Broadcasting Bolívar, fundada por el técnico electricista Rafael Ángel Cabrera.
Rafael Ángel Cabrera era técnico de la C. A. La Electricidad de Ciudad Bolívar y fue propietario de los Cines América, Mundial y Gómez. Este último inaugurado por el Presidente del Estado, general Vicencio Pérez Soto, el 17 de agosto de 1922.
De manera que la Broadcasting Bolívar fue una entera realidad en la Ciudad Bolívar de 1932, año en que la capital angostureña servía de plataforma a la fundación de El Tigre petrolero. Hay testimonio hemerográfico como lo evidencia esta nota del diario vespertino “El Luchador” en su edición del 20 de enero:
“Ya se oye todas las noches a las 7:30, la Estación Difusora de esta Ciudad del señor Rafael A. Cabrera, en prueba, admirablemente bien.
Las letras de llamada de la Estación son Y. V. 16. Bol. Con frecuencia de 1.300 kilociclos (Onda Larga).
La Broadscasting Bolívar será inaugurada posiblemente el primero de febrero y trabajará todas las noches, menos sábado y domingo.
Ya muchas casas de comercio han hecho arreglo para radiar sus avisos y algunos intelectuales y hombres de ciencia han ofrecido su concurso al Sr. Cabrera, lo mismo que algunas damas que quieren deleitar a los radioyentes con sus recitaciones y ejecuciones musicales y cantos.
Nos congratulamos con el Sr. Cabrera por esta progresista nota de adelanto que ha traído a Guayana”.
Ecos del Orinoco
Cronológicamente hablando, a Broadcasting Bolívar siguió la Ecos del Orinoco, emisora hoy en el aire con el nombre de Radio Orinoco.
Ecos del Orinoco, fundada por Enrique Torres Valencia, inició su período de prueba en enero de 1936, con música grabada y en vivo, pues el diario “El Luchador” publica el primero de febrero una nota donde agradece al Trío Mangoré, interpretaciones musicales dedicadas a ese vespertino bolivarense.
Oficialmente la emisora que salía al aire desde el Paseo 5 de julio con las siglas Y. V. 11. RB, frecuencia oficial de 6.545 Kilociclos, es inaugurada oficialmente el primero de abril de ese año 1936. El acto de inauguración se realizó a las 8 de la noche, se brindó con champaña y actuó la orquesta “Alma Criolla” dirigida por Telmo Almada.
No obstante, la Broadcasting Bolívar, de vida efímera, pues su dueño enfermó y fue a morir a Caracas de un infarto, es posible señalar 1936 como el año en que inicia la Radiodifusión en provincia, pues aparecen coetáneamente con Ecos del Orinoco, la Voz del Táchira, Ondas del lago, la Voz de Carabobo y Radio Popular (Maracaibo). Es el año también (29de julio de 1936) del decreto del Presidente de la República, Eleazar López Contreras, por medio del cual crea la dirección General de Radiotelefonía y Radiodifusión, que da origen a la actual Radio Nacional, la primera en trasmitir los debates del Congreso Nacional (1945).
Lamentablemente, el fundador y director de Ecos del Orinoco, Enrique Torres Valencia, murió trágicamente el domingo 11 de mayo de 1945, entre las calles Pilar y Concordia, cuando por el cobro de una papeleta del juego hípico que al parecer estaba dudosa, fue agredido con arma blanca. Además de director propietario de la emisora, era administrador del Hipódromo Angostura y por demás excelente deportista en el campo del béisbol. Llegó a ser director de Deportes del Estado (1942). Después de la muerte de Torres Valencia, la dirección de la emisora pasó a manos de Antonio José Rivas.
Radio Bolívar
Al año siguiente- -8 de mayo de 1937- es inaugurada oficialmente Radio Bolívar bajo la dirección de sus propios dueños: José Francisco Miranda (Fitzi), en la dirección artística y Pedro Elías Behrens, en la dirección técnica.
Después de su período de prueba, la Radio Bolívar, debía inaugurarse el miércoles 21 de abril, pero por inconvenientes de carácter técnico fue diferida para el 8 de mayo a las seis de la tarde cuando la bendijo el Vicario de la Catedral, Dr. Dámaso Cardozo.
El programa de inauguración incluyó a las 6:15. Himno de Guayana, interpretado por un coro de jóvenes acompañados de orquesta; 6:20, Mensaje del director artístico; 6, 30, Música bailable de la Orquesta Dalla–Costa; 7:00, Actuación del cantante español, René Najera; 7:30, Música bailable con la Orquesta del Estado; 8:00 Actuación artística de Carmen Liccioni, S. Calojero, Isabel Caro, Tito Avila, Elena Acosta Yánez, Lilia Tovar, Federico Behrens, Antonio Marcó y Ana María Gutiérrez; 8:30, Opera, La Viuda Alegre y 10:00 p. m. Música bailable.
Esta emisora que arrancaba a las once de la mañana y cerraba sus audiciones a las 8:30 de la noche, regularmente operaba con las siglas Y. V. 6 R. C, en 6.420 kilociclos. En enero del año siguiente adquirió un nuevo transmisor de medio kilovatio para onda larga con potencia de 300 walts. La emisora apenas se mantuvo en el aire durante tres años, al cabo de los cuales arrendó sus equipos, los cuales fueron adquiridos por el obispo Miguel Antonio Mejías, a nombre de la Diócesis de Guayana, para la fundación de una emisora de la iglesia, tal la Voz de Guayana.
La Voz de Guayana.
El 15 de mayo de 1944 fue inaugurada oficialmente La Voz de Guayana, bajo la dirección del Vicario de la catedral, Dr. Dámaso Cardozo. Fue invitado a inaugurarla el Presidente del Estado Bolívar, Dr. Mario Briceño Iragorri, quien a nombre de su gobierno dirigió un mensaje de bienvenida. El discurso inaugural estuvo a cargo del Pbro. J. M. Guevara Carrera, en el que destacó el esfuerzo de Monseñor Cardozo y del Pbro. José Ignacio Rincón (Técnico de Radio) para hacerla posible.
Tras la muerte de Monseñor Mejías ocurrida el 9 de octubre de 1947, La Voz de Guayana salió del aire y sus equipos volvieron al poder del profesor José Francisco Miranda, quien de nuevo reinauguró la Radio Bolívar, el 5 de enero de 1949 bajo las siglas YVQE, 720 kilociclos y YVQF, 6. 200 kilociclos. Aparece el Prof. J. F. Miranda como director y Aurelio Peralta, director técnico. Los estudios fueron instalados en la biblioteca auditorio y trasmitía de 5 de la tarde a 10 de la noche. Allí en la parte más elevada de la ciudad permaneció hasta junio del año siguiente cuando, luego de suscribir J. F. Miranda, un contrato con la sucesión Torres Valencia para constituir ambas emisoras un circuito radial local, establecieron las dos un estudio común en la calle Dalla-Costa No. 117.
El 15 de junio de 1951, el diario El Universal de Caracas denuncia la forma irregular como operaban las dos emisoras. Ecos del Orinoco interrumpe sus trasmisiones y en enero de 1956, el empresario de la radio, Antonio J. Istúriz, adquiere las acciones y se muda a la calle Zea con nueva potencia (1 kw) y nuevas siglas: YVQC, 3335 Khz y YVQD; 1030 Khz. Así permanece la pionera hasta 1975 cuando cambia su frecuencia a 1150 Khz, aumenta su potencia a 10. 000 vatios y se muda al barrio La Toma.
A causa de las grandes inundaciones de 1976, Ecos del Orinoco es reubicada en el Centro Comercial Meneses, desde donde inició sus audiciones con el nombre de Radio Orinoco. (AF)
sábado, 2 de octubre de 2021
123 AÑOS DEL LAUDO ARBITAL DE PARIS
El 3 de octubre de 1899, diecinueve días antes de entrar triunfante en Caracas la Revolución Restauradora del General Cipriano Castro, y por Laudo Arbitral de un Tribunal Internacional dictado en París, Venezuela fue despojada de las tierras -150.000 km2- con las cuales limitaba hasta la costa oriental del Río Esequibo.
El Tribunal Arbitral reunido en París y que dictó sentencia favorable a la Gran Bretaña, estuvo integrado por cinco jueces: los británicos Lord Russel, Justicia Mayor de Inglaterra y Lor Collins, Justicia de la Corte Suprema de la Gran Bretaña; M. Fuller, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos y D. Brewer, Magistrado de la misma Corte; y como Presidente el profesor de derecho internacional, Frederick de Martens, de al Cancillería de San Petersburgo, de la Rusia zarista. Como se ve, Venezuela carecía de representación.
Se instaló este Tribunal en enero de 1899 y sesionó durante varios meses conforme al Tratado firmado en Washington el 2 de febrero de 1897 y mediante el cual se sometía el viejo conflicto de límites a un arbitramiento que determinaría la línea divisoria entre los Estados Unidos de Venezuela y la colonia de la Guayana Británica.
De acuerdo con el Laudo, la nueva frontera de Venezuela con la Guyana Británica comenzaría en Punta Playa, a varias millas de la desembocadura del Orinoco y remataría por el Sur, en fuente del río Corentín. Es decir que otorgaba a Venezuela una zona de la desembocadura del Orinoco y una pequeña faja al Sur del Venamo. En resumen, unas cinco millas cuadradas de las 60 mil en disputa. La nueva demarcación coincidía de esta manera con la línea del naturalista prusiano Robert Shomburgk expandida en 1840, y privada a Venezuela de un inmenso territorio heredado de España a raíz de su independencia.
Venezuela, obviamente, jamás estuvo de acuerdo con ese Laudo descaradamente parcializado, pero una nación pequeña, desguarnecida y enervada por las luchas intestinas, poco podía hacer, de manera que hubo de esperar más de sesenta años que duró su investigación en los archivos británicos, norteamericanos y franceses, para poder reaccionar con la fuerza de la razón por la vía del derecho internacional. Fue así como en noviembre de 1962 bajo el gobierno de Rómulo Betancourt y dada la decisión de Gran Bretaña de darle la independencia a su colonia, que el entonces Canciller de Venezuela, Marcos Falcón Briceño, denunció ante las Naciones Unidas, el Laudo Arbitral de 1899 y de allí en adelante Venezuela se lanzó a una ofensiva que dio lugar al Acuerdo de Ginebra que fijó las normas y alternativas para una solución pacífica de la reclamación.
El Acuerdo de Ginebra se dio bajo el gobierno de Raúl Leoni y fue firmado el 17 de febrero de 1966 por Ignacio Iribarren Borges, Ministro de Relaciones Exteriores en representación de Venezuela; Michael Steward, Secretario de Relaciones Exteriores, por el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Fobes Burnham, Primer Ministro de la Guayana Británica.
El Acuerdo de Ginebra fijó en ocho artículos las normas y alternativas para una solución pacífica de la reclamación y en el curso de los acontecimientos vino a dar lugar a lo que se conoció como el Protocolo de Puerto España.
El 18 de junio de 1970 los gobiernos de Venezuela, de la República Cooperativa de Guyana y del Reino de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, firmaron en la Isla de Trinidad el Protocolo de Puerto España mediante el cual se aplazaba por doce años la reclamación que Venezuela venía haciendo del territorio ubicado al Oeste del Río Esequibo.
El Protocolo fue firmado por el Canciller Arístides Calvani, en representación del Gobierno de Venezuela; Shiridath S. Rampthal por el Gobierno de Guyana y Roland Charles Colin Hunt, por la Gran Bretaña. Se buscaba con este diferimiento disminuir las tensiones que habían derivado en incidentes fronterizos, siendo la Revuelta de Rupununi el más notable.
El Protocolo de Puerto España fue denunciado bajo el gobierno de Luis Herrera Campins por el Canciller José Alberto Zambrano, quien planteó ante el Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuellar, la reclamación venezolana sobre el Esequibo y la necesidad de encontrar una solución práctica, amistosa y satisfactoria para ambas partes, de esta manera, la reclamación venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra, regresó a las negociaciones bilaterales con le gobierno de Guyana.
A partir de entonces ha habido un proceso de ablandamiento de las tensiones que se inició con la visita del Presidente Carlos Andrés Pérez y la firma de la “Declaración de Ayacucho” en la cual se subraya la aceptación del pluralismo ideológico. Luego vino a Venezuela el mandatario Forbes Burnham en abril de 1981, tiempo de Luis Herrera Campins.
La muerte de Burnham, quien siempre tuvo una posición dura y casi intransigente frente a la reclamación venezolana, dio paso a Desmond Hoyte, mucho más abierto a un entendimiento y al igual que su antecesor también vino a Venezuela y se suscribieron convenios que abrieron una etapa de entendimiento para ambos países. Los convenios firmados el 27 de marzo de 1987 establecen supresión de visas, creación de una Comisión Mixta para concretar convenios de cooperación económica y un programa de acción conjunta contra el narcotráfico. El segundo gobierno constitucional de Carlos Andrés Pérez fue todavía más abierto en la cooperación económica como vía que busca dejar las cosas como están, pero insistiendo en que todo desarrollo que el Gobierno de Guyana planifique para el Esequibo sea con participación venezolana.(AF) -----
(Para el viernes dentro de dos semana, estoy invitado por la Fundación Venezuela Esequiba que dirige el ingeniero josé Jatar para hablar sobre Guayana y su extensión hasta el Esequibo)