Una de las principales agresiones contra
el planeta es la emisión de gases de efecto invernadero. Estos gases, sobre
todo el CO2, dióxido de carbono, se quedan en las capas superiores de la
atmósfera y provocan lo que hoy conocemos como el calentamiento global. Por
ello, en enero de 2004 la comunidad de Ciudad Guayana protestó el proyecto de
instalación de la planta carbonera Elkem en la vía a Río Claro. En esta
ocasión, Feliciano Guzmán y Rafael Castillo, dirigentes de Fetrabolívar,
rechazaron el proyecto, argumentando posibles daños ecológicos derivados del
humo que produzca la compañía.
“Este tipo de empresa tiene que estar
ubicada en las áreas donde fue concebida en los años 70, que fue en la Zona
Industrial Matanzas, por los lados de Sisor. En el plan de desarrollo de
Guayana sí estaba contemplada la instalación de una carbonera, pero no en una
zona protegida desde el punto de vista ambiental”.
“Deben entender que esa empresa no
generará más de 45 empleos y para una cantidad tan pequeña de nuevos puestos de
trabajo no se justifica la destrucción de los pulmones y las vías respiratorias
de miles de personas en Guayana... eso es desde todo punto de vista
irracional”.
El grupo noruego estaba dispuesto a
invertir 14 millones de dólares en la planta. Desde el año 1999, el grupo Elkem
de Noruega esperaba la determinación oficial para construir con una inversión
de once millones de dólares y una producción aproximada de 20 mil toneladas
anuales, destinada temporalmente a la exportación.
Este grupo transnacional escandinavo
dedicado a la actividad productiva y comercial de ferroaleaciones, metales,
aluminio, carbón, micro-silicios inscrito en las bolsas de Oslo y Fráncfort
hizo suyo un estudio de factibilidad elaborado por la Corporación Venezolana de
Guayana (CVG) en el año 1986, en el cual se detallaban los soportes técnicos y
ambientales válidos para la instalación de una planta de carbón vegetal.
Ubicado
entre los estados Bolívar y Delta Amacuro, la ya constituida Elkem Carbón
Vegetal C.A. adquirió el terminal marítimo Río Claro a los fines de establecer
su base de operaciones. El vicepresidente de la compañía, Fredrik Kurowski,
comentó que a partir del año 99 el proyecto se hizo tangible “con la firma de
una carta de intención en Miraflores, en presencia del presidente de la
República y la viceministro de Industria de Noruega”. A la fecha ha recibido el
permiso de los ministerios del Ambiente y de Infraestructura a objeto de
emprender las actividades.
Del proyecto se refirió en varias
oportunidades el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, en sus
programas ¡Aló, Presidente!, sin embargo, indicó, se observan algunas trabas
burocráticas y discrecionales por parte de funcionarios medios que impiden el
formal inicio de la construcción de la planta y los sembradíos de eucaliptos.
Uno de los cuestionamientos públicos expresados refiere que Río Claro es
susceptible de convertirse en puerto turístico, adelantó. Pero “si se toma en
cuenta que la terminal de pasajeros de Puerto La Cruz (estado Anzoátegui) lleva
más de dos años paralizada, que la de Margarita se encuentra en igual
situación, que los hoteles de Fogade están cerrados y que el sector turismo
está casi en quiebra”, son limitadas las probabilidades de refocalizar ese
negocio, cuyas características básicas propenden al cultivo de esos arbustos.
Elkem Carbón Vegetal preveía instalar la factoría con
tecnología belga, reconocida y aplicada desde hacía sesenta años en ciudades
urbanas europeas, la cual permite incluso la generación termoeléctrica calefacción (AF)
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