La heroína falconiana, verdadera guerrera en la lucha por la independencia de Venezuela, Josefa Camejo, murió casualmente en Ciudad Bolívar, el 5 de julio de 1862. Aniversario de la emancipación.
Por qué esta mujer patriota, nacida en Coro, el 18 de
mayo de 1791 vino a morir en Ciudad Bolívar? Pues circunstancialmente por ser
sobrina del prelado Mariano Talavera y Garcés, quien siendo obispo de Tricala,
ejerció el Vicariato Apostólico de la Diócesis de Guayana desde 1830 a 1842
después de la muerte trágica de su amigo Tomás de Heres.
El prelado no sólo era su tío sino su tutor, educador
y quien le insufló desde temprana edad el fervor republicano que lo enardecía
desde que era estudiante de la Real y Pontificia Universidad de Caracas a donde lo enviaron sus padres
para destacarse después de graduarse dde teólogo en la carrera sacerdotal hasta llegar a ser Vicario
Apostólico con facultades de obispo en la Diócesis de Guayana `propuesto al
Vaticano por el Congreso Nacional de Bogotá tras ser presidente de la Cámara de diputados.
Cuando Mariano Talavera vino a posesionarse de la
Diócesis que llevaba 12 años sin Gobierno eclesiástico, lo hizo acompañado de
su sobrina Josefa Camejo, quien había perdido a su madre Sebastiana, ahogada en
el rio Santo Domingo y a su esposo Juan Nepomuseno Briceño Méndez Se radicó en
Ciudad Bolívar con su primer hijo Wenceslao y su hija Teotiste Briceño, siempre
en la misma residencia episcopal de su tío que en ciudad Bolívar quedaba
colindante con la Plaza Bolívar.
Monseñor
Talavera renunció al Vicariato en 1842 por problemas de salud, antes había
renunciado a ser obispo de Mérida y se residenció en Caracas donde se desempeñó
como consejero de estado. Falleció el 23
de diciembre de 1861 y seis meses
después en Ciudad Bolívar, su sobrina
más querida, quien lo acompañó en todas sus acciones religiosas y
libertarias. Ella dominada por lo que un
día escribió: «El sexo femenino no teme los horrores de la guerra, antes bien,
el estallido del cañón no hace más que alentarla, su fuego enciende el deseo de
libertad, que sostiene a toda costa en obsequio del suelo patrio […]» (AF)
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