De este lado sur del Orinoco está buena parte de la tierra más vieja del mundo y, acaso, la más afortunada. Rica en hierro, Manganeso, níquel, cromo, oro, diamantes, bauxita, recursos forestales, energía hidroeléctrica y pesca. Todo, excepto el hierro, el oro y el diamante, está intocable.
El
hierro, como lo dijera Miguel Otero Silva en una mancheta cuando era director
de El Nacional, "se va, cantando la canción del que no
vuelve". No vuelve –agregamos- sino transformado en neveras, automóviles, cocinas y toda clase de
artefactos industriales y domésticos.
El
diamante lo llevan desde hace más de ochenta años y nos lo
regresan de talla y engastado en medallones y anillos, para que paguemos más de lo
que costó sacarlo de la tierra y llevarlo al
extranjero.
La extracción
del diamante tuvo en la Guayana de los años 70 más atractivo y relevancia que el
oro. No producimos tanto diamante como el Congo, Ghana,
Sudáfrica, Angola, Liberia y Tanganika, pero sí lo suficiente para lo que podría ser una modesta industria. Además, la producción, aunque baja en los últimos años, es constante y si llegaran a descubrir las rocas madres o kimberliticas, no
sería aventurado afirmar que Guayana estaría entre los grandes
productores.
Los
placeres diamantíferos del Guaniamo han sido los
más grandes encontrados hasta ahora
en Guayana. Desde 1923 hasta 1969 los mineros buscaron el diamante
en los aluviones de la cuenca del Caroni y del Cuyuní
por el lado oriental. Dspués de esa
fecha lo vienen buscando por la región suroccidental,
en la cuenca del Cuchivero y del Caura.
Pero
la meta importante del buen minero es poder dar con la génesis kimberlítica,
con la roca madre del diamante. El Prof.
de Geología de la UDO ,
José Baptista Gomes, mortalmente atracado en Caracas, realizó
estudios en tal sentido y comprobó, junto con el Dr.
Darcey Pedro Svisero, de la Universidad de
Indiana, que los diamantes del Guaniamo tienen el mismo
origen de las gemas africanas y solía decir a sus
alumnos que Angola y el Congo Belga, tardaron 40 años en descubrir la roca madre trabajando e investigando en forma organizada. Rusia aprovechó la experiencia
africana y tardó sólo 12 años en
llegar hasta las kimberlitas para
figurar en las estadísticas mundiales de los grandes productores de gemas.
En
Venezuela –digamos mejor en Guayana-
llevamos más de cien años sacando diamantes con “suruca” y de la forma más
aventurada y anárquica. Jamás aquí se ha
trabajado organizadamente sobre la base de un programa ni se ha considerado
este renglón minero como un aspecto importante de la economía. A los guayaneses
y en especial a los geólogos y economistas, las resulta inconcebible que se
haya dejado pasar tanto tiempo sin haberse elaborado un Programa del Diamante,
pero a pesar
del diamante extraído en el curso
continuado de más de ochenta años, todavía queda bastante como para pensar en
un Programa.
Los diamantes que los mineros guayaneses explotan en las cuencas de los ríos, quebradas y bolsones de los valles, llevados allí por las crecientes, se cree que provienen de la For mación Roraima cuya edad se calcula en 1.700 millones de años.
Mientra esta formación domine la topografía de la
región, siempre habrá diamantes en los cauces de los ríos y márgenes de manera
más o menos esporádica, nos comentó en cierta ocasión el profesor
Baptista. Por otra parte, es desconocida
el área abarcada en épocas anteriores
por la Formación
Roraima , lo que supone que puede haber diamante en aluviones
y eluviones provenientes de su
destrucción en zonas donde actualmente existe la Formación. Tal suposición ofrece una
perspectiva favorable del futuro del diamante
dentro del aspecto económico. (AF)
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