María
de Jesús Silva Inserri, poeta y escritora venezolana nacida en Upata, fue la Miss Bolívar 1945, pero no pudo
concurrir al Miss Venezuela. Quien si
pudo y con mucha fortuna fue su hermana Sofía en 1952 dándole orgullo a su
tierra al erigirse en la primera guyanesa que ascendía al trono de la mujer más
bella de Venezuela.
A María de Jesús la conocimos en una de
sus visitas a Ciudad Bolívar, donde estudió y fue secretaria de la Alcaldía como entonces se
llamaba la Prefectura. Desde allí realizó una
campaña notablemente efectiva a favor de la creación oficial del Cuerpo de
Bomberos.
Cuando
la conocimos, llevaba setenta y tantos años a cuesta, pero sin perder la
elegancia y el glamour que le valió en su juventud ser candidata por Bolívar a
Miss Venezuela cuando, por supuesto, no
era Osmel Sousa el que elegía a través de un jurado, sino el pueblo con votos
que costaban medio real. El concurso se
suspendió por el golpe cívico-miliar del
18 de octubre del 45 que derrocó al Presidente Isaías Medina Angarita.
María de Jesús vino como todos los años
a reencontrarse con el Río Padre y a saludar como se estila cuando florece un
año, a familiares y amistades. La
escritora alojada en la casa de Ligia Trota aprovecho la ocasión para
participar en una tertulia sobre su obra
(Versos al viento, Narciso y
otros relatos, Poemas, Homenaje y 350
Reflexiones) un miércoles a las siete de la noche en la Casa de la Poesía.
Un sábado, con vianda de morocoto
salpreso, charlamos con la escritora,
quien formaba parte del Consejo de Redacción de la Revista de la Fundación Editorial
Chacao, y nos enteramos de muchas cosas buenas, malas y curiosas como la visita
en 1931 de Rómulo Gallegos a Ciudad Bolívar e interior de Guayana tratando de
familiarizarse con el ambiente de su novela Canaima. En esa ocasión, el ganadero Rafael Lezama, le
obsequió un baile en su honor en Tumeremo, donde el novelista disfrutó bailando
fox trot con María Isabel Inserri y otras muchachas de provinciana belleza.
En los años cincuenta, ya haciendo vida
en Caracas, María de Jesús le tocó bailar paso doble en dos ocasiones con el
General Marcos Pérez Jiménez y confiesa que al dictador las manos le
temblaban. Pérez Jiménez después,
impresionado por la belleza de la muchacha, le mandó a ofrecer de todo para que
fuese su novia. El mensajero personal
del Gordito de Michelena era El Platinado y la joven toda ofendida lo mandó a
resguardarse en las faldas de su progenitora.
La represalia vino en seguida, a su hermana Elvira la metieron presa y a
su padre que había sido Juez le quietaron la pensión. María de Jesús tuvo que irse para Nueva York.
El fox trot era el baile de moda de los
bolivarenses por los años treinta a pesar de que este baile binario anglosajón
que significa paso de zorro, comenzó a popularizarse en 1913. El charlestón, baile americano, es posterior, se puso de moda en 1926 y
reapareció en los años setenta.
Vale
decir que a finales de los años
40, cuando era la
Secretaria del Alcalde de Heres, Francisco Quintero
Dugarte, realizó una campaña ardorosa a
favor de la la creación del Cuerpo de Bomberos de Ciudad Bolívar y una colecta
pública de 8 mil dólares hizo posible la adquisición del carro bomba traído de
Estados Unidos. Fundó posteriormente el Consulado de Venezuela en México y allá
contrajo matrimonio con Carlos Alberto Feeldach Alarcón, profesor de idiomas de
la Universidad Autónoma
de ese país.
A raíz de su visita a Ciudad Bolívar, María de Jesús
Silva Inserri inició con el columnista una buena amistad y nunca dejó de
llamar por teléfono para enviarme libros, entre ellos, “Historias del 28” de
Manuel Acosta Silva y “Descripción Geográfica de la Guayana ”, escrito por el
ingeniero de la Marina S.
Bellín con prólogo de Caupolicán Ovalles. (AF)
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