Quizás como Saturno que devoraba a sus hijos
por temor a que lo destronaran, las llamadas revoluciones por hechos evidentes,
terminan devorando igualmente a sus propios hijos. Eso ocurrió con la Revolución francesa y con
la Revolución rusa y aquí muy cercano lo
estamos viendo con la revolución chavista.
Lo que ocurrió ayer con el gobernador Antonio Rojas Suárez está
ocurriendo hoy con el Alcalde de Caroní, José Ramón López, ambos hijos del
chavismo.
Los bolivarenses recuerdan
aquel episodio del helicóptero robado del Aeropuerto. Rojas Suárez acusó de buenas a primeras a la “Guerrillas
colombianas aliadas del chavismo”. Era
prácticamente una respuesta al comportamiento del Gobierno central contra el mandatario
regional.
Ocurrió un lunes 19 de abril de 2004, aniversario del
grito de independencia. Los bolivarenses
amanecieron alarmados ante la noticia según la cual el helicóptero del Servicio
de Emergencia 171 había sido robado de los hangares oficiales del Aeropuerto no
obstante la vigilancia policial permanente.
El
hecho fue atribuido por el gobernador del
estado Bolívar, Antonio Rojas Suárez, a un plan orquestado en contra de
los gobernadores de oposición, en el que participarían grupos guerrilleros, con
la anuencia del gobierno nacional.
Rojas
Suárez, quien mientras se mantuvo en las filas del "proceso" guardó silencio
ante las denuncias que señalaban la presencia activa de bandas irregulares
–dijo que el grupo responsable de la acción armada sería el Frente Bolivariano
de Liberación-.
Relacionó el robo del
helicóptero con el atentado sufrido por el diputado Carlos Tablante, asegurando
que es una clara muestra de que "aquí están operando grupos guerrilleros
apoyados por el Gobierno Nacional".
El gobernador, incluso,
señaló que los guerrilleros operan en zonas montañosas del estado y tienen en su poder información bancaria sobre los
principales "secuestrables" de la región.
"Las negociaciones se
hacen en los hoteles más conocidos de Caracas, con total impunidad y sin ningún
tipo de investigación por parte de los cuerpos de seguridad nacional".
Además, responsabilizó
públicamente al presidente Hugo Chávez de todo cuanto le pueda ocurrir a él, a
su familia y todos sus allegados.
La diputado Iris Valer,
quien días después visitó Ciudad Guayana, resaltó
la "obsesión" de parte del gobernador Antonio Rojas Suárez, de
convertir este hecho en un motivo de enfrentamiento político con el Gobierno
nacional.
Varela llegó a Ciudad Guayana encabezando una comisión
especial del Parlamento, que durante dos días interpelaría a varios
funcionarios regionales y de otros organismos del Estado venezolano, para
determinar la realidad de los hechos.
Esta comisión también tenía contemplado interpelar al
mandatario regional Rojas Suárez, quien al momento de ocurrir el hecho apareció
en la TV y medios regionales, acusando de manera precipitada a la "guerrilla
colombiana y su cómplice Hugo Chávez" de haber ordenado el robo de la
aeronave de los hangares del Aeropuerto Manuel
Piar, de Ciudad Guayana. Sin embargo, el gobernador solicitó posponer su
interpelación por "compromisos previamente adquiridos".
Varios días después, los
cables internacionales informaron que la Fuerza Aérea de Colombia había hallado
la aeronave robada por presuntos
irregulares paramilitares en Puerto Ordaz
el 19 de abril del presente año.
Autoridades presumen que el helicóptero estaba al servicio del
narcotráfico y la guerrilla del país vecino.
La información fue ratificada
en rueda de prensa ofrecida por el secretario de Seguridad Ciudadano del estado, Humberto Camejo Arias; el presidente
ejecutivo de Ipol Bolívar, ramón
Pineda; el director del Servicio Autónomo de Aeropuertos Regionales, Carlos González, y el director del
Sistema Integral de Emergencias Bolívar, Sieb, 171.
El hallazgo se realizó en la
serranía de San Mateo, municipio Monte Cristo del departamento de Bolívar, Colombia,
ubicada a 130 millones del aeropuerto de La Fría, en Táchira y al norte de
Bolívar.
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