Un
cinco de marzo sucedió algo que enderezaría el destino educativo de miles de
niños venezolanos, se inauguró la primera escuela de Fe y Alegría en el barrio
23 de Enero. Desde 1955 y hasta 2005 esta organización había llevado la
educación hasta los más alejados rincones de la nación.
Para
esta celebración pautaron transformar la comunidad en aula de ciudadanía, ya
que los 33 centros educativos del estado devolverán a la comunidad su apoyo,
mediante obras de recuperación en parques, canchas y plazas.
Fe y Alegría extendida
hasta Ciudad Bolívar, Puerto Ordaz y San Félix, nació para impulsar el cambio
social por medio de la Educación Popular Integral, reza la filosofía de su
fundador el padre jesuita José María Vélaz.
Este movimiento
educativo nacional que ha trascendido nuestras fronteras nació inverosímilmente en un rancho de Caracas y ha llevado sus
banderas de Educación Popular Integral a los barrios y campos de catorce países
latinoamericanos.
El Padre José
María Vélaz nació en Chile, el 4 de Diciembre de 1.910. Cinco años tenía cuando
murió el padre, por lo que la familia que era hispana, volvió a la
península. Allá cursó estudios en el
internado de los jesuitas en Tudela y en la Universidad de Zaragoza. Comenzaron
los sueños de aventuras y desafíos, de servir en misión apostólica como
jesuita.
Para poder
realizar este sueño, abandonó sus estudios de Derecho e ingresó a la Compañía
en 1928. Su formación y la situación política de España lo llevaron por varios
países europeos y, cuando estaba esperando ser enviado a China, sus superiores
decidieron mandarlo a Venezuela en el año 1946.
Trabajó unos
años en el Colegio San Ignacio de Caracas y regresó a Europa a continuar sus
estudios de teología y a ordenarse de sacerdote. De regreso a Venezuela,
permaneció dos años en Caracas y, en agosto de 1948, fue nombrado rector del
Colegio San José de Mérida, participando de modo especial en el crecimiento y
en el prestigio de dicho Centro Educativo.
Desarrolló el colegio y varias obras en la zona.
En 1954 se le
envió a la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Allí, el año
siguiente, fundaría Fe y Alegría para vivir a plenitud su vocación de
Misionero.
En 1.960 se
separó de la Universidad Católica, para dedicarse a tiempo completo a Fe y
Alegría que en esos momentos ya contaba con Seis Mil Alumnos -en los Barrios
Marginados de Caracas y comenzaba a extenderse a Maracaibo, Valencia,
Barquisimeto y el Oriente.
Cuando Fe y
Alegría, contaba en 1.964 con más de Diez Mil Alumnos en Venezuela pasó a
fundarla en el Ecuador. Posteriormente en 1.965 a Panamá y en 1.966 a Perú. Fe y
Alegría penetró con gran éxito en Bolivia en 1.966 y siguió un crecimiento por
Centro América y Colombia, de manera que el P. José María Vélaz, la ha podido
implantar en El Salvador, Nicaragua y Guatemala, siguiendo un Proyecto
Continental de alcanzar todos los Países Iberoamericanos.
Desde 1.974
dedicó su tiempo junto con una preocupación general al fortalecimiento de la
Obra, a la iniciación del Campamento y de la Escuela de Artes Aplicadas de San
Javier del Valle Grande de Mérida, como un Programa Piloto, para todo el resto
de Fe y Alegría.
Luego decidió
enfrenta un nuevo reto: La creación de una cadena de escuelas agropecuarias en
los llanos. Su primer proyecto San Ignacio del Masparro. A diez kilómetros de
Dolores, en el Distrito Libertad del Estado Barinas comenzó su labor. En San
Fernando de Apure, la escuela agropecuaria Padre Gumilla, sería el otro polo de
la cadena. Su último viaje le llevó hasta Caicara, Puerto Ayacucho, la Gran
Sabana, para explorar la creación de escuelas para los indígenas. A su regreso
a la escuela del Masparro le sorprendió la muerte (1985).
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