Eso fue ¿cuándo? Creo que en el 2004 o
antes. Cuando los mineros penetraron sus
predios y horadaron sus tierras, cuando los madereros talaron sus árboles y
cuando caucheros, balateros y sarrapieros espantaron su fauna. Entonces decidieron probar suerte en la gran
ciudad. Ofreciendo artesanías o estirando las manos como los
pordioseros.
En
diciembre de 2004, Correo del Caroni reseño que en la prolongación del Paseo
Gáspari de Ciudad Bolívar, debajo del puente San Rafael del sector Barrio Unión, se encuentra una comunidad
indígena que se mantiene hermética a la comunicación, razón que permite que
fácilmente sean catalogados "como un grupo de indios que piden
dinero".
Pero
lo cierto es que esta comunidad que pocas veces abre sus puertas para recibir a
"extraños", no son mendigos, y a diferencia de lo que piensan sus
vecinos, tampoco viven allí desde hace años.
Aunque
el punto está establecido hace alrededor de siete años, este grupo de indígenas
que permanece bajo el puente San Rafael, vive en constante movimiento.
En este sentido, lo que
parece ser una comunidad indígena mal puesta, es en realidad un campamento para
la etnia Panare y de acuerdo a lo explicado por ellos actúa como un centro de operaciones
comerciales.
En este campamento a orillas
del río San Rafael se alojan alrededor de treinta personas provenientes de la
comunidad Panare -radicada principalmente en las zonas de Puerto Ayacucho y en
Caicara del Orinoco- quienes no se quedan más de dos meses en Ciudad Bolívar.
Los Panares han marcado su
territorio en este sector de Ciudad Bolívar, que cuenta con algunos recursos similares a los que encuentran en
su comunidad ubicada en el municipio Cedeño, sobre todo en el aspecto
natural, como el río y los árboles.
Francisco Torres pertenece a la etnia de los
Panare, y hace tres semanas llegó a Ciudad Bolívar,
para instalarse hasta la próxima semana en esta especie de campamento y así vender
la mercancía que fabrica artesanalmente en Caicara.
El campamento cuenta con
sólo una estructura de láminas de cinc, además de cinco "carpas", que consisten en varios troncos clavados en la
tierra, los cuales soportan plástico negro como techo.
Según un ensayo de la
antropóloga María Eugenia Villalón, los Panare son conocidos como E´ñapa. Es decir, E'ñapa es el autogentilicio
de los "panare', pobladores autóctonos de
lo que hoy en día es el Municipio Cedeño del Estado Bolívar. La voz "panare", predominante en la
literatura etnográfica, se deriva de panali, una antigua voz caribe que
significa "amigo o compañero" 5. Los e'ñapa
pertenecen a la familia lingüística Caribe (o Caribana). Son indios de orientación terrestre, que se
diferencian de sus más famosos hermanos por carecer de una tradición
náutica.
Ninguno de
los gentilicios mencionados aparece en las crónicas de la conquista, razón por la
cual no es conocida la etnohistoria e'ñapa durante la invasión europea. La única pista fue suministrada por Gilij
8 quien legó las más amplias noticias sobre la cuenca del Cuchivero
—patria ancestral y tradicional de los e'ñapa.
La
población e'ñapa asciende, conservativamente, a unos 2.500 o 3.000 individuos habitando
diversas comunidades o grupos locales esparcidos
entre los ríos Cuchivero y Suapure.
Se
distingue los grupos
sureños habitando la cuenca del Cuchivero de los norteños habitando la región
del Orinoco medio. Los primeros tienen menos contacto con la
población criolla, son más conservadores, y su principal fuente de
proteína animal la constituye la cacería, en vez de la pesca como en el nor-oeste. Ninguna de las dos divisiones mantiene contacto
regular con la otra; más bien prevalece entre ambas un sentimiento de
hostilidad que tiene una larga
tradición histórica. Existen, además, variaciones dialectales en el lenguaje que acentúan notablemente
las diferencias entre el norte y el sur.
Aparte
de la cacería y la pesca, los e'ñapa acuden a la recolección de insectos
y de frutas silvestres, así como al cultivo de viandas. En sus
conucos proliferan docenas de tubérculos, principalmente la yuca dulce y
amarga, varios tipos de maíz, frutas,
plantas medicinales, barbasco, el onoto, y para el uso cotidiano y
gratuito,
el tabaco que anestesia el dolor que les produce sus predios perdidos.
Muy buen escrito sobre los Panare
ResponderEliminarMejores recuerdos para Maria Eugenia Villalon y Henry Corradini
Juan Luca