Del 17 al 20 de mayo transcurrió la exposición de las orfebrerías en El Callao con el propósito de superar el flujo económico que se vivió en el año 1999, cuando las ventas estuvieron rondando los 1.000 millones de bolívares.
Orfebres y joyeros pusieron a disposición de los residentes y visitantes una tonelada de oro transformada artesanal y artísticamente en piezas de uso y adorno a buenos precios dentro de un marco de actividades culturales y folklóricas emparentados con los carnavales.
El presidente de la Asociación de Orfebres de El Callao, Manzur Gómez, informó sobre la participación de 60 talleres y 700 orfebres que distribuyen sus joyas a las 100 joyerías que hay en el municipio del oro.
El precio del gramo de oro se ubicaba entonces en 5 mil 500 bolívares, pero en la feria bajó hasta los 4 mil 800 bolívares, buscando quizá duplicar la venta que se logró en 1999 e impulsar la actividad económica en el municipio.
El Callao tiene la fortuna de manufacturar con arte y finura una mínima parte del oro que los mineros tradicionales y también las tecnificadas empresas auríferas extraen de las entrañas de la tierra a través de un laberinto de túneles hechos contra la roca ígnea a fuerza de barras y dinamitas.
Siguiendo el ejemplo de El Callao, la Escuela de Geociencias del Núcleo Bolívar de la UDO quiso hacer lo mismo con el diamante que los mineros extraen de las cuencas de algunos ríos de Guayana como el Caroní, Urimán y el Guaniamo.
En el Callao también fue creada una Escuela de Orfebrería que se inició recientemente con veinte alumnos. Recordamos que las tijeras que utilizó el presidente Raúl Leoni para cortar la cinta inaugural del Puente Angostura sobre el Orinoco fueron hechas de oro cochano por un orfebre de El Callao.
Los metales que constituyen los objetos de orfebrería propiamente dichos son eminentemente la plata y oro o una mezcla de ambos. No es un arte moderno. Se conoce desde mucho antes de la invención del alfabeto y en importantes museos europeos es posible apreciar utensilios muy variados como vasijas, piezas de adorno, joyas, monedas y estatuas siguiendo el estilo, la ornamentación y el gusto propios de la época y de la nación que los elaboraba.
Las técnicas empleadas en el trabajo del oro fueron muy sencillas al inicio. El martillado en frío proporcionaba láminas e hilos que podían adoptar formas diferentes. Posteriormente, pero aún en una época temprana, se utilizaron el calentado y la fusión. Los avances técnicos supusieron una diversificación de las formas.
El habilidoso como difícil y sensible arte de la orfebrería y de la misma joyería, podemos decir que comienza con la fusión del material en bruto generalmente a una temperatura de 1.063 grados con el fin de eliminar impurezas. Luego viene el martillado y batido para obtener láminas o lingotes.
Son muchas las técnicas que hay que saber manejar en el arte de la orfebrería como el vaciado a la cera perdida. El repujado que se fundamenta en la realización de motivos con un cincel de punta roma para evitar que se corte la lámina; el puntillado que es una técnica decorativa que se realiza con un cincel desde el reverso de la pieza, obteniendo motivos a base de puntos en relieve por el anverso; la decoración incisa; el estampado que consiste en presionar a golpe de martillo con un punzón metálico sobre el reverso de una lámina; en el extremo del punzón se halla el dibujo que se quiere reproducir en relieve; el Filigrana que es un esquema decorativo diseñado mediante hilos que se sueldan a una lámina de base.
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