La conocí y traté con ella en los años
sesenta cuando con César Díaz Decán (Solito) dirigía una seccional del partido
Unión Republicana Democrática en el Callao.
Por esa vía política llegó a ser Presidenta de la Junta Comunal de ese
entonces municipio foráneo dentro de la circunscripción distrital de Roscio
cuya cabecera era Guasipati.
La
“China Mannoni” como era conocida por propios y extraños no obstante haber sido
bautizada con el nombre de Carmen en ofrenda a la patrona de su lugar nativo El Callao y de
apellido Delgado por su padre y Mannoni por su madre de origen corso, fue
siempre maestra de profesión y varias generaciones pasaron por su mano
orientadora.
En
ese tiempo cuando César Díaz Decán solía
cruzar todo el Callao en bicicleta con el manubrio suelto, estaba perdidamente
enamorado de la China que para entonces, por los comentarios, era la mujer más
bonita del pueblo tanto por su cuerpo como por su perfil mediterráneo. Estaba de moda la canción rocolera de
despecho “solito he de llorar /solito lloraré…” y creo que por allí le vino al
colega el remoquete de “Solito” porque era su canto preferido cuando La China
se portaba esquivana y difícil.
La
última vez que vi y conversé con la China fue
en el 2006 cuando fui invitado junto con los médicos Mario Jiménez
Gambús y Camilo Perfetti, a la presentación de su libro “El Callao de mis recuerdos”,
un libro de 328 páginas editado aquí en
Ciudad Bolívar bajo la coordinación del propio Camilo Perfetti bajo el
patrocino de la Alcaldía cuyo titular entonces era el profesor Jesús Coromoto
Lugo Larreal. En la ocasión me enteré
que la China era sobrina de Kotepa Delgado, columnista semanal de El Nacional
de Caracas, de fino humor, figura junto
con Pedro Beroes como uno de los
periodistas fundadores de Ultimas Noticias.
En
ese libro, como dice Isac Rojas Gómez en su prólogo, La China Mannni “evidencia
las cosas y casos, la existencia y cotidianidad
de un pueblo "Sol Generis", como lo es El Callao. Ese es El Callao minero, deportista,
calipsero, parrandero, trabajador, amalgamado culturalmente y
cosmopolita ayer y hoy, y visto a través de las anécdotas y semblanzas de sus
personajes y coterráneos.
El prologuista considera que este libro de Carmen Delgado como referencia obligada, cuando
se quiera investigar sobre El Callao, ya que la Autora hurga en las entrañas de
la historia callaoense y rescata cosas que estaban a punto de olvidarse, utilizando hábilmente la tradición
oral, tal como el caso de algunos
personajes ya fallecidos; y la suculencia de la culinaria típica local, de procedencia afro-antillana, tal cual como los
ancestros de su población, protagonistas y actores de hechos y
situaciones ocurridas en un momento determinado
en el otrora. Este bello regalo, nos los hace La China, gracias a esa
sensibilidad y sutileza que solo ella: educadora, lidereza y gran dama,
compaginada con su genialidad nos puede ofrecer”.
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