El año 1998 fue fatal para la vida de Ciudad Bolívar, pues perdió valores humanos que sobresalieron en el quehacer ciudadano y profesional como son los casos: del doctor Eduardo Jahn, fallecido el 30 de mayo. Docente de la Escuela de Medicina e Internista del Hospital Ruiz y Páez. Catedrático de la Historia de la Medicina, miembro de la Academia de Ciencias de la Medicina y arqueólogo estudioso de la cultura prehispánica de Guayana. Autor de los libros inéditos: Evolución del hombre de Guayana, Intoxicación por plantas venenosas e Historia de la Medicina en Guayana.
Del doctor Álvaro Natera Febres, fallecido el 31 de mayo, siendo director propietario de El Bolivarense, fundado por su padre Brígido Natera Ricci, modernizó los equipos de impresión y trajo por primera vez a Ciudad Bolívar el sistema satelital de edición de prensa. Graduado de abogado en Caracas, se desempeñó en la carrera judicial como juez. También ejerció la presidencia del Banco Guayana.
Del arquitecto Manuel Garrido Mendoza, gobernador del estado Bolívar 1970-1974. Nació en Ciudad Bolívar el 11 de octubre de 1926 y falleció en Valencia el 1 de junio de 1998, siendo presidente de Ferrocasa y directivo de la CVG.
Del arzobispo emérito de Ciudad Bolívar, Crisanto Mata Cova, falleció el 9 de enero de 1998 en su pueblo natal de San José de Aerocuar, estado Sucre. Sus restos fueron trasladados e inhumados en la Catedral de Ciudad Bolívar, a la que sirvió como su segundo arzobispo durante veinte años (1966-1986).
Del músico y compositor Armando Yánez Caicedo, docente, autor de la letra y música del Himno del municipio Caroní. Armando Yánez Caicedo nació en la Ciudad de Latacunga, República del Ecuador, el 26 de junio de 1915; hijo de Alberto Yánez Jácome y Leonor Caicedo Arellano de Yánez. Casado Iris Marticorena Pino, nacionalizado venezolana en 1958, A los 16 obtuvo su título de profesor de Música en la Academia Superior de Música Miguel Rojas, de Quito, con calificación “excelente”. Fue el famoso Concertista Internacional de Laúd y Guitarra, y como, tal actuó en los más connotados escenarios de diversos países; prestigioso trompetista, estudió todos los instrumentos musicales clásicos tradicionales, y además de conocer su mecanismo técnicos, llegó a ejecutar muchos de ellos. A raíz de su matrimonio se dedicó a la docencia musical y al ejercicio de su segunda profesión de contador.
De Carlos Amaya, veterano minero y explorador, falleció a los 80 años de edad el 22 de febrero. El veterano minero guayanés era coetáneo con Barrabás. El primero, nativo de El Manteco en 1916 y de El Callao el segundo en 1917. Ambos se hallaban en las minas de Urimán en cuya jurisdicción estaba la llamada mina del Polacno. Se conocían. Eran amigos y en la zona solía recordar Amaya que sacó 200 mil bolívares durante una semana que para los años 40 eran bastante. Asimismo la piedra preciosa más grande obtenida en su vida de minero. La vendió en 10 mil bolívares. Para entonces el diamante como el oro era baratísimo.
De José Antonio Abatti, fue director del Liceo Peñalver y del Ernesto Sifontes. Conocedor de la música, costumbres y personajes populares de la ciudad. Falleció el 14 de febrero. Era muy amigo de Manuel Yánez y colaboró con él redactando a letra de su popular “Viajera del río”.
Del profesor Óscar García Cachazo, director de la Escuela de Geo Ciencias de la UDO por más de diez años. Falleció en Caracas el 28 de mayo. Durante su gestión se construyó e inauguró la sede de la Escuela de Geología y Minas, 1992, del Núcleo Bolívar de la UDO.
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