El gobierno de Rafael Caldera anunció el 12 de septiembre de 1994 un Plan Macroeconómico que contemplaba el regreso de la CVG a la filosofía que le dio origen. El Estado sería un socio importante, pero minoritario en la explotación e industrialización de las riquezas mineras de la Región Guayana.
El ministro de Hacienda Julio Sosa Rodríguez (en la foto) dijo en esa fecha que la mayoría de las empresas de la CVG acusaban problemas de rentabilidad; sobreendeudamiento, baja productividad, exceso de nómina y en algunos casos atraso tecnológico.
En el sector acero el programa contemplaba la asociación con capital privado nacional y extranjero en planta de tubos sin costura así como en otras plantas ya existentes. En Aluminio CVG llevaría adelante la apertura al capital privado de las empresas Fesilven, Alcasa, Venalum y Bauxilum. La CVG, por otra parte, estudiaba la conveniencia de asociación con capital privado en Minerven.
El anuncio coincidió con el descubrimiento en Las Claritas del Yacimiento de oro más importante de Latinoamérica. La empresa Minca, mixta, determinó que en ese lugar existen reservas probadas de oro aproximadamente de 8,6 millones de onzas.
Poco después el ingeniero. Atahualpa Pinto era juramentado como nuevo presidente de CVG-Minerven en sustitución de Miguel González. Igualmente fue juramentado como nuevo presidente de Tecmin el Ing. Lucas Zamora.
El 18 de noviembre, el presidente Rafael Caldera, en Consejo de Ministros, aprobó el cronograma de privatización de las empresas básicas y en el primer trimestre de 1995 se dio inicio a la privatización de Alcasa, Fesliven, Carbonorca y el área de productos planos de Sidor.
El 23 del mismo mes la Cámara de Diputados solicitó la destitución del presidente de la CVG, Ing. Alfredo Gruber con los votos de Causa R, AD y Copei. Convergencia, MAS, URD y MIN salvaron su voto. La Contraloría General determinó que al momento de firmar el contrato entre Minera Cuyuní y CVG el 25 de mayo del 92, el ingeniero Gruber era accionista de esa empresa y presidente de Palmaven. Gruber respondió diciendo que se consideraba objeto de una bien orquestada conspiración tendente e interrumpir la labor de organización y de apertura al capital privado.
El Congreso de la República recibió respuesta favorable a su solicitud, pues el 4 de diciembre el Ing. Erwin Arrieta Valera, ministro de Energía y Minas, fue designado presidente encargado de la CVG, en sustitución del Ing. Alfredo Grúber, quien virtualmente renunció al cargo tras la reiterada denuncia de haber contratado con el Estado siendo presidente de Palmaven. Erwin Arrieta no era un extraño. Había estado vinculado con la CVG durante 18 años que ejerció la presidencia de la empresa Metalmeg de la cual fue fundador, una de las empresas más pequeñas donde la CVG es accionaria. Junto con Grúber renunció el vicepresidente de CVG, José Francisco Arata. El año siguiente lo hizo el director general, Gustavo Coronel y en su lugar (3 de febrero) fue designado el ingeniero de producción Elías Nadim Ynaty, paralelamente junto con el licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, Antonio Montes Navas, para ejercer la Vicepresidencia de Planificación. Tanto el uno como el otro con experiencia previa dentro de la organización cevegista.
El nuevo Directorio de la CVG presidido interinamente por Erwin Arrieta, quedó integrado por los siguientes directores: Elías Nadim Ynaty, Hernán Albino, José Francisco Zurita, Alonso Velasco, Carlos Sánchez, Saúl Andrade, Isidro Rodríguez Mata y Américo Briceño. Arrieta se estrenó como presidente encargado de la CVG, clausurando el Primer Congreso Minero Regional celebrado en Ciudad Bolívar en el auditorio del edificio de la CVG, durante los días 15, 16 y 17 de diciembre.
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