Ciudad Bolívar tuvo cárcel desde su fundación. La primera la hizo construir el gobernador de la Colonia Manuel Centurión Guerrero de Torres, y permaneció en el casco urbano hasta el gobierno de Pérez Jiménez, quien resolvió construir una modelo y moderna en la despoblada zona periférica, llamada Vista Hermosa, pero que en los cinco últimos decenios ha quedado en el centro urbano por fuerza del crecimiento y extensión urbana de una comunidad que ya no tiene ejidos.
Lo mismo ha ocurrido con el aeropuerto. Ambas edificaciones representan un peligro permanente para la seguridad de la población.
La gente de la urbanización Vista Hermosa, a la cual se suman los de Santa Fe, Vista Hermosa II, Caprenco y Urbanización Mendoza, viven quejándose de los ruidos de la cárcel, ruidos de motines, ruidos de disparos, ruidos de riñas, de largas colas de visitantes, ruido de fuga, ruido de sirenas y hasta ruido de papagayos que en un tiempo caían desmadejados en el patio del penal con envoltorios de estupefacientes.
Porque como decía el penalista Jorge Huncal Ramírez en 1990 que lo entrevistamos, uno de los problemas de esta cárcel es el consumo de droga, que llega a la población penal por las vías más inverosímiles, como son las colas de los voladores y en la vagina de las señoras.
Las colas largas que salen de la entrada del estacionamiento del penal hasta la vereda principal de Vista Hermosa se deben a lo lento de las requisas en busca de droga, objetos cortantes y otros, miércoles y domingo, comentaba la señora Cándida Baldivián.
La señora Baldivián visitaba la cárcel desde hacía ocho meses que llevaba su hijo esperando que el juez le dictara sentencia en primera instancia por haberse implicado en un caso de homicidio durante una riña el año anterior.
Contaba que hacer cola bajo sol ardiente y luego entregar la cédula, era sentirse como herrada con un sello en la parte carnosa del brazo, para poder conversar con el preso. Algo terrible. La dilación del proceso es cosa seria. Mucho más grave que las colas. Las colas, a pesar de todo, duran horas mientras que el proceso tarda meses, años.
Otro problema del establecimiento penal de Vista Hermosa es el hacinamiento y la violencia. Esta cárcel de dos pisos y dormitorios colectivos entró en servicio con sesenta presos en 1952 y en el 2009 cuando prácticamente comenzó a desatarse la violencia con ocho reclusos muertos, sobrepasaba el millar.
En abril de 2011 estalló una huelga de sangre que obligó a las autoridades a proceder con una intervención integral. Al mes siguiente, 13 de mayo de 2011 se registraron tres muertos tras detonación de explosivos. El 7 de julio de 2913 se registró una fuga de presos en medio de 45 minutos de detonaciones. En abril de 2014 un tiroteo entre bandas causó la muerte de dos guardias nacionales y en mayo del mismo año se fugaron 16 reclusos.
Dada esta situación de violencia que se viene registrando en la cárcel de Vista Hermosa no obstante las medidas preventivas y represivas tomadas por las autoridades penales, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó medidas provisionales a Venezuela sobre la situación de la cárcel de Vista Hermosa, en la que ordenó proteger la vida e integridad de los reclusos tras hechos violentos ocurridos en los últimos años.
La corte ordenó al Estado que adopte de forma inmediata y definitiva las medidas que sean necesarias y efectivas para evitar la pérdida de vidas y los daños a la integridad física, psíquica y moral de todas las personas que se encuentran privadas de libertad en la cárcel de Vista Hermosa.
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