Con
una velada artística cultural, la “Germania Galería de Artes” celebró el 12 de
julio de 1985, su primer aniversario y demostró que con un poco de esfuerzo,
capacidad y voluntad puede motorizarse en Ciudad Bolívar un movimiento cultural
que permita a la ciudadanía vincularse más con las distintas manifestaciones
del arte y la cultura a nivel regional y nacional.
Wolfgang y Conchita Schroder,
decidieron en 1985 embarcarse en un ambicioso proyecto y sorteando infinidad de
obstáculos lograron convertir a una palaciega casa deshabitada durante muchos
años, en verdadero centro de atracción para propios y extraños.
Primero nació la Rosittería , donde el
visitante podía adquirir infinidad de platos nacionales e internacionales.
Luego surgió “La Galería ”
y poco a poco las amplias salas del “castillo” como se solía llamar aquí a la
amplia casona de la avenida Táchira, fue tomando calor y en tiempo de un año ya
muchos artistas habían desfilado por esa sala y destacados conferencistas
planteado problemas de interés.
En la velada artística cultural que
sirvió de marco para festejar el primer año de la Galería “Germania”,
Conchita Schroder (presidenta del Colegio de Médicos) señaló que lo más
importante había sido contar con el apoyo de la colectividad que no dejaba de
asistir y apoyar las actividades
desarrolladas por la Galería.
Durante el año, la galería se había
llenado con las más variadas y bellas obras de distintas tendencias, entre
ellas, obras de Régulo Pérez, Santiago Romero, Miguel Von Dangel, del
miniaturista Luís Montes Lugo, de Santiago Díaz, Mercedes de Catón, Hans
Geiringer y Luis Salas Dávila. Así
también, conferencias como la de Misael Salazar Leindenz sobre su libro
“Geografía Erótica de Venezuela”. Se contó con el apoyo de la Asociación Cultural
Humboldt y la
Embajada Alemana. En
la gala de su aniversario presentó la exposición de los hermanos Genaro y Edgar
Carrasco, un concierto de violín del concertista internacional Michael Gruber y
proyectó la película “Detrás de la
Noticia ” del cineasta Carlos Azpúrua.
El protagonista de este empeño cultural fue el alemán,
Wolfgang Schoroder Lennartz, un profesional de la hotelería, del turismo y del
arte culinario vinculado a nuestro continente por ese puente que significa
turismo internacional.
Llegó a Venezuela el 8 de agosto de 1981, contratado por
Evca, una empresa norteamericana de consumo, dedicada a la elaboración de
comidas para comedores industriales.
Wolfgang vino dentro de un grupo de diez técnicos de
diferentes países, especializado en comidas internacionales, para poner en
marcha los comedores de los campamentos de trabajo -8 mil obreros- de la presa
Raúl Leoni.
Antes había
estado en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Holanda, Singapur, Australia
y Nueva Zelanda. Pero una vez que
terminó su contrato de seis meses como entrenador, puso los ojos en Ciudad
Bolívar. Compró una casa en la avenida
Táchira, cerca del Aeropuerto y allí se instaló sugestionado por una ciudad
–Angostura- de la que oyó hablar en su tiempo de estudiante cuando se hablaba
de científicos alemanes como Juan Benjamín Teófilo Siegert, inventor del Amargo
de Angostura, Alejandro Humboldt que
escribió seis trabajos sobre Guayana; Koch Gunberg, etnólogo, explorador del
Roraima; Roberto Schombert, etnólogo y explorador del Amazonas y de la Gran Sabana y, entre otros, Ernesto
Ule, quien estudió la formación vegetal de la Gran Sabana.
Lo cierto es
que Wolfgang está metido de lleno en Ciudad Bolívar y debidamente instalado con
una rotisería y una agencia de fiestas tan productiva que el negocio le ha dado
lo suficiente para reinvertir sus ganancias en un complejo agro industrial
donde la materia principal es el abundante, amarillo y aromático mango
guayanés.
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