Jesús Márquez, periodista
conocido con el remoquete de “Marquecito” y a quien los colegas de su generación le engancharon también el irónico nombre de
“Monicaco”, acaso por lo chiquito y santurrón, que no por otra cosa podría ser,
tuvo una deuda pendiente con los herederos del que fue uno de los mejores
sastres de Ciudad Bolívar, don Julio Ortiz.
Marquecito ni soñaba con ser periodista. Vivía en la calle
Lezama y estudiaba bachillerato en el Liceo Peñalver pues en su natal tierra de
Barrancas (Monagas) no había llegado para ese tiempo la educación media.
Recibido de bachiller de la república,
Marquecito programó viaje a Caracas para seguir la carrera de abogado y se
mandó a confeccionar un flux de casimir inglés, pero sus padres que eran
humildes no pudieron reunir y girarle la plata para retirar el traje y
Marquecito, en la mejor ocasión, se fue a Caracas y el señor Ortiz nunca más
supo de él ni tampoco su madrina Teodorita Montes donde estaba hospedado.
Con el paso de los años Marquecito, además de abogado
se hizo excelente periodista, ya en La Esfera , La República ,
Diario de Oriente y finalmente dueño y señor del diario El Tiempo, de
Puerto La Cruz. Márquez ,
por supuesto, no se acordaba, o a lo mejor sí. Pero quien no se olvidó nunca
fue el señor Julio Ortiz, sastre y violinista de primera línea. Murió sin ver jamás al joven cliente que le
echó el carro. Sus herederos, un día de febrero, cuando oían las anécdotas que
se contaban en la puerta de la sastrería los periodistas Gustavo Naranjo y Enrique Aristeguieta, lo recordaban y sacaban
el traje azul, amarillento por el polvo acumulado del tiempo, y lo mostraban
con placer nostálgico como quien muestra la esclavina del General Piar o del
Mariscal Ney.
Lo
cierto es que con el pasar del tiempo el colega Jesús Márquez llegó a ser dueño
y director el diario “El Tiempo” de Puerto La Cruz, que rescató de los
escombros de “La voz del Caribe” tan maltratado por el látigo de la dictadura
militar del coronel Marcos Pérez Jiménez.
Luego
de una serie de reestructuraciones, el 29 de agosto de 1958 se imprimió por
primera vez con el nombre de El
Tiempo. "El periódico del pueblo oriental" nace con
un tiraje de 2.000 ejemplares y 8 páginas.
Es Jesús Márquez
quien da un nuevo aire al periódico. Este periodista dirigió El Tiempo desde 1978 hasta 1985, año en el que
falleció. Durante su gestión el diario aumentó su tiraje de 6.300 ejemplares
con 16 páginas a 35.000 ejemplares con 40 páginas. Este crecimiento se logró
con la adquisición de la rotativa Goss Conmunity de cinco unidades, que
convirtió a El Tiempo en el periódico mejor impreso de la
región.
A partir de 1985
es su esposa, Gioconda de Márquez, dirigió El
Tiempo en una etapa de crecimiento sostenido, en la que
se adquirieron modernos equipos y programas editoriales.
El 29 de agosto
de 1988 se publicó la primera edición del Suplemento de Literatura Infantil
"Caballito de Mar", encartado
todos los miércoles. Al año siguiente
comenzó una nueva etapa de modernización, liderada por la periodista María
Alejandra Márquez, quien, con asesoría de expertos internacionales, planificó
el rediseño y relanzamiento del periódico, que se concretó el 16 de octubre de
2.000.
Con este nuevo
impulso y luego de un año de planificación y diseño, en mayo de 2004 El Tiempo lanza su página web www.eltiempo.com.ve
con la finalidad de orientar el periódico a los nuevos mercados informativos y
comerciales del siglo XXI.
@Piocid
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