El proceso para llegar a venezolanización de la C. A. Electricidad de Ciudad
Bolívar, cuya mayoría de acciones estaba en manos del capital holandés, se
inició prácticamente iniciándose el año 1974.
El ingeniero Alberto Mancini. Presidente de
Elebol lo ratificó públicamente, casi adelantándose a las disposiciones del
Ejecutivo Nacional. Mancini, también
miembro del Directorio de la Planta Siderúrgica de Matanzas, dijo en la
ocasión que la empresa disponía de tres años para poner en manos venezolanas el
ochenta por ciento de las acciones, las cuales tenían cada una un valor nominal
de cincuenta bolívares.
El capital social de la C. A. Electricidad de Ciudad
Bolívar era para 1974, de veinte millones de bolívares y sus dueños hacían todo
lo posible para que la empresa quedara en mano de los trabajadores.
La nacionalización de empresas privadas en
manos del capital extranjero se produjo en Venezuela durante el periodo
constitucional del Presidente Carlos
Andrés Pérez (1973-1978).
Así en marzo de 1974, el Presidente de la
República, Carlos Andrés Pérez, creó la Comisión Presidencial para la Reversión
Petrolera, que concluyó su trabajo con un informe y Proyecto de “Ley Orgánica”
que Reservar al Estado la industria y el comercio de los hidrocarburos. Este,
luego de introducido al Congreso Nacional y sancionado salió para su ejecútese
el 28 de diciembre de 1975.
En mayo del mismo año el Congreso Nacional
de la República, aprobó la Ley Orgánica que autorizó al Presidente de la
República, para dictar medidas extraordinarias en materia económica y
financiera. De conformidad con dicha Ley, en noviembre de ese mismo año 1974,
el mandatario nacional dictó el decreto 580 por medio del cual “Se reserva al
Estado por razones de convivencia nacional, la industria de explotación del mineral del hierro”. En consecuencia, a
partir del 31 de diciembre, quedaron extinguidas las Concesiones que para
explotar este mineral fueron otorgadas a la Iron Mines Company of Venezuela Mining Company. De igual manera dicho Decreto depositó en la
Corporación Venezolana de Guayana (CVG), la responsabilidad de ejercer la
industria del hierro a nombre del Estado Venezolano y de llevar adelante todas
las gestiones y acciones necesarias conexas a la reglamentación del acto de l
nacionalización.
Venezuela debió compensar a OMC con un
desembolso de Bs. 358.820.843,00 y a la Iron Mines con Bs. 73.547.143,00. los
resultados favorables de la nacionalización se vieron en el primer año, toda
vez que para 1974 año anterior a este proceso, Venezuela exportó 26 millones de
T.M. de hierro y percibió 383 millones de bolívares, mientras en 1975, primer
año de la nacionalización, el volumen de las exportaciones se redujo a 23.7
millones de toneladas y los ingresos ascendieron a 597 millones de bolívares.
Con la nacionalización del hierro y del
petróleo se inicio en Venezuela a la par y por ley un proceso de
venezolanización en las empresas privadas con capital foráneo que efectó a La
Electricidad de Ciudad Bolívar.
Con la llamada decisión 24 del pacto
andino, inversionistas venezolanos, especialmente guayaneses y trabajadores de
la propia C.A. La Electricidad de Ciudad Bolívar, adquiriendo más de 80 por
ciento de las acciones que hasta entonces permanecían en manos de la empresa
holandesa.
El Plan de Electrificación Nacional
integrado a partir del desarrollo hidroeléctrico del Caroní con la central de
Macagua primero y la de Gurí después, obligó a La Electricidad de Ciudad
Bolívar dejar de generar energía por medios electromecánicos para incorporarse
en 1967 al sistema de interconexión. Entonces CADAFE (hoy CORPOELEC), pasó a
ser el suplidor de energía a través de la sub.-estación Candelaria ubicada a 22
kilómetros de la ciudad.
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