Después
de centuria y media la Armada venezolana reanudó el 24 de julio de 1984, por imperativo de la preservación de la
soberanía nacional, su presencia a lo largo del Orinoco y Río Negro.
En acto relevante, escenificado en las
viejas instalaciones de la Aduana, comenzó a activarse el Comando de la zona
naval fluvial, creado en enero del presente año y el cual tiene como misión
ejercer una presencia naval efectiva, el control y autoridad sobre el tráfico
en los ríos nacionales e internacionales, y constituir las fuerzas de apoyo
para operaciones fluviales, a fin de garantizar la soberanía, integridad y
seguridad del Estado.
El comandante general de la Armada,
vicealmirante Justo Pastor Fernández Márquez, lo señaló diciendo que “hoy
se comienza a acrecentar la presencia que la Armada ejerce en los ríos desde la
gesta emancipadora cuando el Orinoco y el Puerto de Angostura fueron escenarios
de trascendentales acciones militares”.
Efectivamente, el Sitio y Toma de
Angostura, apoyados por la flota del Almirante Brión, fueron definitivos para
asegurar la soberanía patriota sobre la Provincia de Guayana e instalar aquí la
jefatura suprema de la Gran Colombia.
En aquellos años de 1817, 1818 y 1819
la Escuadra Republicana tenía su comando en la llamada Casa del Almirantazgo,
actualmente restaurada en el Cuadrilátero Histórico de Ciudad Bolívar.
Aquí se estableció la primera
comandancia general de nuestra Armada, bajo el comando de Brión.
Un guayanés de la época nacido en
Angostura, José Tomás Machado, capitán de Fragata, se distinguió en la Toma de
Angostura y su nombre fue escogido para identificar la Base Naval con su centro
en esta ciudad y jurisdicción sobre los apostaderos de Puerto Ayacucho, San Carlos de Río Negro y
San Fernando de Atabapo.
El Presidente de la República y el
Ministro de la Defensa designaron comandante de la citada base al
contralmirante Edgar Eduardo Escobar Ocho, cuya labor será facilitada con 25
embarcaciones menores y dos buques transportes “Arv-Margarita y Arv-Orchila”,
especialmente construidos en los Estados Unidos. Estas últimas dos unidades con
capacidad de 390 toneladas de desplazamiento y 13 nudos de velocidad máxima. El
comandante general de la Armada, al declarar en servicio el comando de la zona
naval fluvial, ratificó que su comando tendrá como función esencial la
preservación de la soberanía nacional en los espacios fluviales acuáticos del
país y la de contribuir al desarrollo integral de las cuencas del Orinoco y Río
Negro y el mantenimiento de esos importantes recursos hidrológicos.
Antes de que hablase el vicealmirante Fernández
Márquez, lo hizo el comandante de la zona, contralmirante Escobar Ochoa, quien
declaró asumir el reto que la nación le impone, consciente como está la Armada
de la importancia estratégica de la cuenca, de los inmensos recursos renovables
y no renovables que encierra la extensa área geográfica, destacando entre ellos
el agua como origen y causa de la vida misma y que viene a construir el
elemento principal a conservar.
Antes de los discursos, el capellán
(contralmirante asimilado) Gino Bernardi, bendijo la instalaciones, se hizo
entrega de la banderas a los comandantes de los buques, se firmó el acta de
entrega en calidad de comodato de las instalaciones de la vieja Aduana de
Ciudad Bolívar por parte del Instituto Nacional de Puertos a las Fuerzas
Armadas Nacionales y se leyeron sendos mensajes del Presidente de la República
y del Ministro de la Defensa.
Estuvieron presente entre las numerosas
personalidades invitadas, el Ministro de Deporte y Comunicaciones, Juan Pedro
Del Moral; el comandante General de la Armada, vicealmirante Justo Pastor
Fernández Márquez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario