Dos
profesores, uno del Instituto de Geociencias de la Universidad de Sao Paulo y
otro de la Escuela de Geología y Minas de la Universidad de Oriente, dieron a conocer en el mes de julio de 1975,
los resultados de una investigación
sobre el origen primario de los diamantes que se producen en Guayana.
Los doctores Darcey Pedro Svisero, de
Brasil, y José Baptista Gomes (en la foto), de Venezuela (en la foto), presentaron un
trabajo concluido en el cual demuestran que los diamantes de Guayana, al menos
los de Quebrada Grande, en el Guaniamo, tienen el mismo origen de los
que se producen en el África y Liberia.
El doctor Darcey Svisero utilizó los
laboratorios de la Universidad de Indiana para llegar a sus interesantes
conclusiones, las cuales dio a conocer a los profesionales y estudiantes de
Ciencias de la Tierra durante una hora de conferencia en el Auditorio del Museo
de Geología y Minas de la UDO.
Haciendo un esfuerzo por hacerse
entender en su lengua lusitana, el profesor de la Universidad de Sao Paulo dijo
que en las muestras de diamantes recogidas en el Guaniamo, encontró inclusiones
singenéticas de olivino, piropo y otros elementos cuya
paragénesis es semejante a la de los diamantes del sur de África y
Rusia, provenientes de kimberlitas o rocas ultrabásicas.
Durante ese año la producción
diamantífera del Río Guaniamo se incrementaba de manera tal que el doctor
Roberto León Chuecos, comisionado del gobierno central para los asuntos de las
minas, propuso la creación de un Banco del Diamante en Caracas con
sucursal en Ciudad Bolívar y centros de producción.
La Cámara de Comercio, entonces presidida por el
doctor Andrés Bello Bilancieri, respaldó la idea, pero objetaba que la
misma contradecía la política de
descentralización del Gobierno al pretenderse a Caracas como sede principal de
dicho Banco del Diamante.
Las primeras empresas que se
constituyeron en Venezuela con el objeto de explorar
y explotar nuestras riquezas diamantíferas fueron; la Compañía Anónima
Minera de Diamante El Pao y la Compañía Anónima
Santa Bárbara, las cuales iniciaron sus actividades en 1937. Otras empresas
pioneras fueron el Sindicato del Caroni y la C.A. Minera y Comercial y, posteriormente, la Compañia Venezolana del Diamante.
Las concesiones otorgadas para la explotación
del diamante abarcan
una superficie de 6.217 hectáreas y dentro de la zona de reserva nacional para la explotación de este
mineral, formada por el Territorio Federal Amazonas y toda la parte del Estado Bolívar
situada al sur del paralelo 6°se decretaron áreas de libre aprovechamiento.
La producción del diamante en
Guayana, se obtiene en su totalidad por este sistema, en zonas declaradas corno tales por el
Ejecutivo Nacional,
con el fin de amparar la explotación que hacen los mineros ambulantes, debido
a que las compañías concesionarias están paralizadas desde hace tiempo.
Hasta el momento, en la
producción venezolana de diamante, se pueden distinguir 4 periodos. El primero,
desde 1937 hasta 1945, en el cual el promedio de la producción se mantiene en unos 18.000 quilates por
año. Desde 1946 hasta 1955, se nota
una tendencia de crecimiento en la producción. Entre 1956 y 1960, la tendencia es más bien a
la baja y finalmente, desde 1961 hasta nuestros días, en que la producción aumenta de nuevo, hasta
llegar, en 1970, a la cifra récord de
508.661 quilates.
Por ser la explotación del
diamante un aspecto de la economía nacional que puede adquirir enorme importancia, el Ministerio de Minas
e Hidrocarburos consideró en esa
ocasión conveniente iniciar el Programa del Diamante, a fin de lograr una
definición certera de la potencialidad de ese recurso mineral.
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