La
primera presentación nacional de “La Máxima Felicidad”, obra del
dramaturgo venezolano Isaac Chocrón, tuvo lugar en la
Biblioteca “Rómulo Gallegos” de
Ciudad Bolívar el 11 de julio de 1974, con
asistencia limitada de 200 personas que pagaron cada una cincuenta
bolívares.
El montaje de la obra y la reacción del
público bolivarense asistente fueron extraordinarios. Los circunstantes quedaron como hipnotizados
por todo lo que estaba pasando en un escenario de dos camas, dos aparatos
reproductores de música, un mueble comedor,
baño y tres personajes únicos.
La escenografía fue de Guillermo
Zabaleta y dirección de José Ignacio Cabrunas, quien destacó también en la obra
haciendo el papel de Pablo. María Teresa
Haiek (Perla) y el actor guayanés Gustavo Rodríguez (Leo) son los otros dos
personajes haciendo el papel de la gran familia.
La idea fundamental de la obra es que
cuando uno madura, desecha la familia que le han dado y escoge su propia
familia, la que se considera que es ideal para vivir. Su concepción costó 9
meses de trabajo y seis versiones diferentes.
Posteriormente, el 20 de agosto, fue presentada por primera vez en
Caracas, en una casa especialmente acondicionada para ese fin, alquilada frente
al Teatro del Nuevo Grupo, toda vez que el ambiente de la obra no permite en
torno al escenario asientos con más de
ochenta personas para cada presentación.
Grupos teatrales de España, Argentina y
México adquirieron los derechos de la obra que fue presentada en el Teatro
Valle Inclán de Madrid en septiembre y
en octubre en Buenos Aires.
En esa fecha 40 artistas del Nuevo
Grupo estuvieron en Ciudad Bolívar durante cuatro días y actuaron en un
Festival de Teatro que comprendió seis funciones y la premier de “La Máxima
Felicidad.
Una de las versiones de “La máxima
felicidad” fue llevada a la pantalla bajo la dirección de Mauricio Walersteim, con la misma actuación de Gustavo Rodríguez seguido de los intérpretes, Loly Sánchez,
Carlos Mata, Cristina Reyes, Héctor Mayerston, Amalia Pérez Díaz y otros. En esta versión son tres personajes, Daniel,
Ana y Alicia, se entremezclan en una búsqueda de nuevas sensaciones del amor,
en un mundo propio para poder vivir con sus costumbres y sus leyes.
En esos días
salieron publicados artículos de prensa y revistas sobre ese tópico tan
inquietante para la humanidad como es la felicidad. El poeta José Sánchez Negrón escribió que “la
felicidad es la gran idiota del universo”
El escritor Enrique Rojas se planteó esta disyuntiva principista; “principio de utilidad o principio de máxima
felicidad”.
“La relación directa entre “mayor
placer” y mayor “felicidad” se conoce como el principio de utilidad o principio
de la máxima felicidad posible. Este principio según Bentham, no sólo es válido
para el individuó, sino también para la comunidad:
“Nuestro deber es buscar la máxima
felicidad para mayor número de personas. De aquí deriva la idea tan
extendida de que la única finalidad del estado seria proporcionar bienestar
material a los ciudadanos.
“Las acciones son buenas en la medida en
que aumentan el placer o disminuya el dolor; las acciones son malas en la
medida en que disminuye el placer aumenta el dolor. El principio de máxima
felicidad viene a decir que es mejor la acción que logra más placer durante más
tiempo mayor número de personas. El alcoholismo de un padre de familia no sería
la mejor acción, pues el no puede estar gozando todo el día del alcohol, y hace
sufrir a su familia luego las acciones que conducen al alcoholismo no son las
mejores acciones posibles, no son acciones útiles”.
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