El doctor Jóvito Villalba, pronunció a los
bolivarenses en el Mirador Angostura, su último discurso como candidato
presidencial para las elecciones de 1973.
Venía Villalba de una separación
inesperada de la alianza pre electoral MEP – URD- PCV para la escogencia de un
candidato presidencial mediante primarias limitadas a delegaciones provinciales
de cada partido. Jóvito tenía la
convicción de que sería el candidato según se lo había hecho creer el liderazgo
prominente de cada partido, pero resultó lo contrario y ante la contrariedad,
Jóvito decidió separarse aún cuando inmediatamente después de conocerse el
resultado electoral prometió aceptarlo.
Esto llevó al senador Horacio Cabrera
Sifontes romper con Villalba su amistad de muchos años y llegar a decir en
declaración a la prensa: “Yo acompaño a mis amigos hasta el
cementerio, pero no me entierro con ellos”.
Lo cierto es que Jóvito se lanzó a la
palestra electoral y el 8 de septiembre
de 1973 prometió a los bolivarenses nacionalizar el petróleo y el hierro a un
mes de llegado al Poder al clausurar un mitin en el Mirador Angostura en el que
hablaron el Presidente de Fetrametal, José Ángel Mollegas; el ex Secretario
General de ATISS, Andrés Marcano; el dirigente sindical Humberto García y el ex
guerrillero Jesús Almeida.
Villalba esbozó las líneas
fundamentales de su programa basado en
el “nacionalismo
democrático revolucionario” y que tenía como punto de arranque “la
toma y el rescate de las grandes riquezas
de Venezuela como el petróleo del Zulia y el hierro de Guayana con la
energía con que Carlos Andrés Pérez ha tenido contra los de abajo y que yo
tendré contra los de arriba”.
Pero para desconsuelo de Villalba,
CAP (AD) obtuvo en las elecciones
presidenciales 2. 122.427 votos, seguido de Lorenzo Fernández (Copei) con
1.598.929; Jesús Paz Galárraga (MEP),
221.804; José Vicente Rangel (MAS) 183.513 y Villalba (URD), 132,829
votos.
Lo cierto es que Carlos Andrés Pérez,
sin haberlo prometido durante su campaña electoral, terminó alzándose con las
banderas del tribuno margariteños nacionalizando primero el hierro en y un año
después el petróleo. Ambas industrias en manos de concesionarios
norteamericanos.
La decisión la había tomado CAP en noviembre de 1974
basado en el artículo 97 de la Constitución de 1961, según el cual el Estado
podía reservase determinadas industrias y servicios públicos conforme a
conveniencias nacionales. .
La industria extractiva del hierro estaba en manos de
la Orinoco Mining Company, filial la US Steel con 18 concesiones y la Iron
Mines con 19 concesiones. Mediante una
ofensiva diplomática y diálogo permanente entre las partes, las trasnacionales
renunciaron a sus concesiones sin indemnización y así el Estado venezolano pudo
avanzar sin dificultades hacia la nacionalización, primero de la industria del
hierro y luego de la industria petrolera que fue el hueso más duro de roer. La industria del hiero comenzó entonces a ser
explotada y comercializada por la empresa estatal CVG-Ferrominera.
Los recursos del mineral de hierro de Venezuela es de
un alto tenor se localizan en la Formación Imataca desde Guayana hasta las galeras
de Sinaruco en San Fernando de Apure con reservas probadas de 2 mil millones de
toneladas métricas en una extensión de 94 mil kilómetros. El tenor natural del
mineral había sido elevado con una planta de pellas también nacionalizada.
La Orinoco Mining para entonces extraía y exportaba
fluctuantemente hasta 20 millones de
toneladas de mineral de hierro cada año, de las cuales un millones 300 mil
toneladas anuales consume la Siderúrgica del Orinoco.
Jóvito Villalba llegó a decir entonces, que su prédica sobre la nacionalización, había surtido
su efecto. (AF)
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