Desde
el siglo diecinueve, cuando Ciudad Bolívar trascendía hasta la ciudades más
progresistas del mundo, por su oro y la riqueza de sus bosques, surgieron
proyectos de comunicación ferroviaria que nunca se materializaron. Sólo contamos desde finales de los años
cincuenta del siglo veinte con los vagones que transportan el hierro desde el
cuadrilátero de San Isidro hasta los puertos de Ciudad Guayana.
Sin embargo, el 29 de agosto de 1976, volvió a despertarse el entusiasmo por
una línea férrea más integral y completa cuando un mapa gigante de Venezuela,
con indicación lumínica de las rutas previstas en la Red Ferroviaria Nacional fue develado en el Mirador Angostura de Ciudad
Bolívar.
El ingeniero Antonio Ascanio Rodríguez, Gerente de
Desarrollo y Operaciones del Instituto Autónomo de Ferrocarriles del Estado, presidió
el acto junto con el Gobernador Roberto Arreaza Contasti y en breve exposición
habló de la importancia de esta nueva red de comunicaciones cuya construcción
inició el Gobierno Nacional con el tramo de 77 kilómetros entre
Acarigua y Yaritagua.
El primer tramo comprendía una inversión de 125
millones de bolívares. Seguidamente el
Gobierno abrió el proceso de licitación pública para el proyecto y construcción
del Puente Ferroviario sobre el Río Orinoco, con una longitud de 2.920 metros y 7 estaciones para carga y pasajeros.
El proyecto de la línea ferroviaria, objeto de
licitación internacional,
comprendía tramos entre Ciudad
Guayana y Ciudad Bolívar, El tigre, Anaco, Valle de la Pascua , San Juan de los
Morros, Tuy Medio y Puerto alterno de Carenero mediante una inversión global de
2.135 millones de bolívares aproximadamente y de acuerdo a los lineamientos del
V Plan de la Nación.
A fin de garantizar la provisión de los
recursos humanos necesarios para la operación de la Red Ferroviaria
Nacional, el Instituto instaló una Escuela Ferroviaria en Barquisimeto para la
capacitación de personal a nivel medio, contemplando al mismo tiempo un
programa de pasantía en el exterior, cuyo primeros becarios fueron
seleccionados para ser enviados a México, en donde por espacio de un año
recibirían adiestramiento intensivo en las diferentes áreas de la especialidad
ferroviaria
El Gobierno del ingeniero Roberto Arreaza Contasti
motorizó planes con el Ministerio de Comunicaciones, el Instituto Nacional de
Puerto y el Instituto Nacional de Ferrocarriles, para un gran desarrollo
integral en la zona comprendida entre la Cruz del Perdón y el Puente Angostura
declarada no habitable a raíz de las inundaciones provocadas por el río
Orinoco.
El proyecto contemplaba el establecimiento
de una red ferroviaria que enlazara con el Puerto Fluvial que también se
establecería, y el cual permitiría traer alimentos de Orinoco arriba, de
Orinoco abajo y también para transportar los que trajera el Ferrocarril.
Esto sería a largo plazo y para los
estudios se había incluido una partida en el presupuesto coordinado, con el fin de ver la posibilidad de una
explotación económica en esa zona.
Primero con el Puerto Fluvial para recibir los suministros de gasolina,
cargamento de alimentos que vengan y vayan de Guayana y más allá.
El proyecto contemplaba asimismo un
pequeño desarrollo turístico y se estudiaba la posibilidad de construir una red
hotelera, con lo que se podría hacer un desarrollo integral ferroviario, fluvial, turístico e industrial.
Previsto estaba el tal proyecto para
ser desarrollado en las áreas de los barios comprendidos desde la Cruz del
Perdón hasta el Puente Angostura. En el
Sector La Toma estaría un Parque Natural con sitios de esparcimiento como
piscina, instalaciones deportivas. Asimismo, la canalización de los ríos San
Rafael y Buena Vista, que anualmente ocasionan grandes perjuicios a
consecuencia de las crecidas del Orinoco.
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