En
1975, la industria del hierro produjo 700 millones de bolívares de utilidad
obtenidos con una exportación de 20 millones de toneladas contra 26 que se
exportaron en 1974, o sea, el último año en que operaron las concesionarias y
en el que Venezuela obtuvo una ganancia de 300 millones.
El Presidente de la República, Carlos
Andrés Pérez, hizo el anuncio luego de una inspección a bordo del helicóptero
oficial, de las obras ejecutadas por el doctor Domingo Álvarez Rodríguez, quien
así lo solicitó al separarse de la Gobernación del Estado.
Quiso decir el Presidente con este
anuncio que la industria del hierro nacionalizada, produjo durante su primer
año los 500 millones de bolívares que fue el costo de la indemnización a las
transnacionales, más 200 millones de utilidad neta para el Estado venezolano.
La nacionalización de la industria del
hierro sucedió el primero de enero de 1975 y paralelamente la creación de
CVG-Ferrominera Orinoco, empresa del Estado venezolano encargada de coordinar y
ejecutar los trabajos de extracción y manejo del mineral de hierro.
CVG-Ferrominera Orinoco, inició sus
actividades al concluir el proceso de nacionalización y traspaso de las
instalaciones, equipos y demás bienes afectados a las concesiones mineras que
tenían las empresas Orinoco Mining Company of Venezuela y la Iron Mines Company of
Venezuela.
Desde entonces Ferrominera Orinoco
viene explotando el cinturón ferrífero del Complejo Imataca, donde están
ubicados los principales yacimientos de mineral de hierro del país (San Isidro,
Cerro Bolívar, Loas Barrancos y Grupo María Luisa) con reservas probadas por el
orden de los 2.000 millones de toneladas a un tenor promedio de 60 por ciento
de hierro.
Durante el Gobierno socialista, la producción de
hierro ha venido disminuyendo notablemente si observamos que en 1974 superó las
26 millones de toneladas métricas y en los últimos cinco años la producción
trimestral no supera las 4 millones de toneladas.
La producción de hierro trepó a 4,27 millones de
toneladas en los tres primeros meses del 2012, según Radwan Sabbagh, presidente
de Ferrominera Orinoco, quien está siendo enjuiciado por irregularidades que detectaron organismos
fiscalizadores y contralores del estado.
Las industrias del hierro, aluminio y acero en
Venezuela producen muy por debajo de su capacidad luego de años de desinversión
y falta de adecuación tecnológica, aunadas a una aguda crisis eléctrica que las
obligó al racionamiento en el 2010 y que, en algunos casos, sigue sin ser
superada del todo.
Ferrominera tuvo su peor año en el 2009 cuando produjo
apenas 13,8 millones de toneladas. Hasta ahora ni siquiera ha podido alcanzar
los 20 millones de toneladas que extraía la Orinoco Mining.
Venezuela tiene una de las mayores reservas de hierro
de Latinoamérica que ascienden, según el Servicio Geológico de Estados Unidos,
a 4.000 millones de toneladas y exporta aproximadamente el 40 por ciento de su
producción que el año pasado fue de 17 millones de toneladas.
La esperanza para modernizar y mejorar la producción
es el Fondo Chino. 36 millardos de
dólares ha prestado China desde el 2007, sumando la negociación actual que se
da en medio de un escándalo de corrupción por el desfalco de 84 millones de
dólares por parte de las autoridades del estatal Banco de Desarrollo Social que
administra los recursos.
Bajo el mandato del fallecido presidente Hugo Chávez,
China pasó a ser el mayor prestamista para Venezuela que honra su deuda
mediante el envío de unos 270.000 barriles por día de crudo. El dinero chino se ha gastado en las misiones
sociales del gobierno. Pero las
acusaciones de corrupción en torno a los recursos han golpeado la imagen del
gobierno.
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