El tripanosoma cruzi, parásito causante de la enfermedad denominada “mal de Chagas”, fue encontrado en un tipo de chipo -el triatoma maculata-, el cual mantiene condiciones de vida en el centro de Ciudad Bolívar.
La comprobación del T. cruzi es el resultado de una investigación hecha en 1967 por el doctor Pedro William Linero, encargado del Departamento de Parasitología y Microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente y el Técnico de Laboratorio, José Fernando Merazo, del mismo departamento.
A los medios científicos de la ciudad sorprendió el descubrimiento porque hasta entonces se había considerado al Río Orinoco como una barrera ecológica contra el parásito causante del mal de Chagas.
El trabajo científico sobre la comprobación del parásitotripanosoma cruzi en el chipo triatoma maculata fue publicado en la revista del Colegio de Médicos del Distrito Federal y en el mismo se llama la atención sobre la calle Amor Patrio donde el índice de positividad resultó elevado.
Los científicos tomaron como zona de estudio en Cerro de los chivos, calle Amor Patrio, La Sabanita y el Barrio Casanova. En las distintas zonas de trabajo visitaron 131 casas de las cuales 70 fueron positivas a triatominos. En la investigación se utilizaron 47 ratones blancos a los cuales se les inoculó suspensión de heces de los chipos. En muchos de ellos fueron encontrados lesiones en el corazón y cerebro, características del mal de Chagas.
El trabajo se hizo basado en el análisis de los vectores hematófagos y de los animales de experimentación y no se pudo poner en práctica el Xerodiagnóstico debido al rechazo manifiesto de la población; no obstante, planteaba en sus conclusiones la conveniencia de realizar estudios xerológicos tendentes a conocer la población problema.
El Bibliotecólogo Víctor Ramírez (en la foto), director fundador de la Biblioteca Rómulo Gallegos y de la Revista “Perfil”, también miembro activo de la antigua Asociación Venezolana de Periodistas, falleció muy joven del mal de Chagas, seguramente contrajo el mal mientras fue morador del sector de la calle Amor Patrio, donde científicos de UDO capturaron insectos contaminados con el tripanosoma cruzi.
La enfermedad la describió por primera vez el médico e infectólogo brasileño, Carlos Chagas. De allí su nombre de “mal de Chagas”. Esto ocurrió en 1909 en un pueblo del estado de Minas Gerais, Brasil. Chagas trabajaba en un vagón de ferrocarril habilitado como laboratorio donde encontró al parásito protozoario hemoflagelado al cual denominó tripanosoma cruzi, en homenaje a su maestro Oswaldo Cruz, brasileño que combatió las epidemias de fiebre amarilla y viruela en Río de Janeiro.
Esta enfermedad del mal de Chagas es crónica producida y el parásito que la trasmite es microscópico. Este parásito denominado trypanosoma cruzi, se encuentra en la sangre y tejidos de las personas y animales enfermos. Se multiplica en el interior de las células de algunos órganos, como el hígado, bazo y corazón, a los que daña seriamente, pudiendo causar la muerte.
El mal de Chagas no se contagia de persona a persona. El hombre contrae la enfermedad cuando es picado por chinches o chipos infestados con tripanosomas, mediante transfusión de sangre infectada con el parásito, a través de la placenta, o menos frecuentemente por ingestión oral de alimentos contaminados con heces de chipos infestados.
En Venezuela, existen varias especies de chipos. El vector principal para la transmisión del mal de Chagas es el vinchucas, del cual existen 16 especies en nuestro país que pueden o no contagiar el parásito productor de la enfermedad, a través de la picadura o de la ingesta de alimentos contaminados por sus heces.
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