El 11 de agosto de 1958, se firmó el Contrato con la empresa alemana
Demag para la construcción del puente sobre el Orinoco por iniciativa
del gobierno de Horacio Cabrera Sifontes, quien había llegado a la
Gobernación del estado con el inmenso propósito, frustrado a la postre,
de construir esa importante obra vial que ya se había transformado en
deseo y pasión de los bolivarenses.
De haberlo logrado, habría sido su obra emblemática durante el año de
provisionalidad, pero le fue imposible no obstante haber aprovechado la
campaña iniciada por la municipalidad en 1949 y continuada por la
Cámara de Comercio que presidía Natalio Valery Agostini, quien el 14 de
febrero, respaldado por XII Asamblea Anual de Fedecámaras le había
planteado al Gobierno nacional esa necesidad.
De manera que el gobernador, aprovechando esa coyuntura política,
dictó el 3 de agosto un Decreto Nº 269 disponiendo la construcción del
puente, entre Ciudad Bolívar y Soledad, con base central en la Isla
Degredo.
El mismo disponía entregar la concesión por decreto separado. El acto
de la firma para el cual fue invitado el gobernador de Anzoátegui, Dr.
Alí Montilla, y los presidentes de los concejos municipales de Soledad y
Ciudad Bolívar, tuvo lugar en el Mirador Angostura y contó con la
presencia misma de los citadinos y de la Junta Patriótica presidida
localmente por Domingo Álvarez Rodríguez y a nivel nacional por Fabricio
Ojeda.
Pero surgió un impasse porque el ejecutivo regional fue desautorizado
por el Gobierno nacional, dado que la decisión se había tomado
ignorando al Ministerio de Obras Públicas y al Colegio de Ingenieros,
entes que se consideraban con la facultad legal de revisar y autorizar
previamente el proyecto y plano de esta obra para cuya ejecución se
había comprometido la empresa alemana Demag, en condiciones que
exoneraban al estado de la inversión. La Demag se comprometía a
construir el puente a un costo de 22 millones de bolívares, pagadero por
el sistema de peaje: 80 por ciento para la compañía y el 20 por ciento
restante para las municipalidades, dada esta circunstancia Horacio
Cabrera planteó su renuncia pero no le fue aceptada.
De manera que otra vez volvía a fracasar la promesa de darle a Ciudad
Bolívar un puente para cruzar el Orinoco. El primero que tuvo la
iniciativa fue el presidente Cipriano Castro cuanto visitó la ciudad
para reconciliarse con ella. Pero Castro no cumplió su promesa, acaso
por la deuda que el país tenía contraída con veinte naciones y que
terminó cancelando su longevo sucesor Juan Vicente Gómez. El general
Marcos Pérez Jiménez estuvo más cerca de materializarlo al encomendar un
estudio a la firma norteamericana Paul G. Van Sigkle & Associates
en función del proyectado ferrocarril que iría de Matanzas al Puerto de
Guanta con vagones cargados de hierro y productos siderúrgicos para los
mercados de ultramar. Este diseño básico preliminar de un puente sobre
el Orinoco, incluía línea férrea sencilla, dos vías automotor, dos
aceras y tramo de luz sobre el canal actual de navegación (ver la foto).
Sus bases principales se ubican en las laderas de Soledad y Ciudad
Bolívar haciendo tierra en una porción de la Piedra del Medio.
Pero Pérez Jiménez fue derrocado el 23 de enero de 1958 y no pudo
llevar adelante su proyecto que al final retomó el gobierno de Rómulo
Betancourt, pero con notables modificaciones. Sería un puente colgante,
distante de la Piedra del Medio, construido ocho kilómetros aguas
arriba, entre Playa Blanca y Punta Chacón, un puente carretero, sin
línea férrea. Fue inaugurado el Día de Reyes de 1967.
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