El 26 de abril de 1947, el Museo Talavera fue invitado al Primer Congresillo de Ciencias Naturales. Para entonces era al único Museo de Ciudad Bolívar, fundado por Monseñor Miguel Antonio Mejía, siendo Obispo de Guayana, según consta en Carta Pastoral del 14 de agosto de 1941, para honrar la memoria de otro prelado Obispo de Guayana, Monseñor Mariano Talavera y Garcés.
Cofundador de ese Museo fue el doctor José Gabriel Machado (en la foto), a quien Monseñor Mejía nombró director hasta 1954 que se fue a vivir a Caracas al lado de su hija, la poeta Premio Nacional de Literatura, Luz Machado. Contaba el Museo con un Boletín donde se daba cuenta de las donaciones recibidas tanto del país como del exterior. Sin subsidio, sin empleados ni ayudantes, sin asignación gubernamental hasta la Presidencia del poeta Héctor Guillermo Villalobos, quien le asignó 120 bolívares para pagar la sala adjunta a la dependencia de la Curia en la calle Igualdad.
Exhibía centenares de piezas de diverso valor arqueológico, artístico, cultural, reliquias del tiempo colonial, particularmente en lo que se refiere al arte religioso, documentos, armas, numismática, muebles y otros objetos importantes pertenecientes a nuestra gesta gloriosa; incluso el Cristo de plata donde el General Piar oró antes de ser pasado por las armas. Ese Museo desapareció, prácticamente fue saqueado y a nadie le importó
El director ad honorem, doctor José Gabriel Machado, le imprimió un impulso notable al Museo Talavera. Machado, para entonces defensor Público de Presos, fue el organizador y alma de ese Museo instalado en la antigua Casa de la Curia Diocesana de la calle Igualdad que luego reclamaron sus dueños, pasando el Museo a la Casa de San Isidro a final de la década de los cincuenta, donde prácticamente fue saqueado. Apenas quedaron algunas piezas, entre ellas, el Cristo de Piar que para mayor protección y seguridad fue guardado en la caja fuerte del ejecutivo regional.
De nada valieron los toques que a través de la prensa daba la poeta Luz Machado en Caracas para que el Museo, obra de su padre, no desapareciera, pero al final la indiferencia del Estado terminó con esta heterogénea institución que habría podido modernizarse y convertirse en un Museo de la Historia.
Antes del Museo Talavera fundado en junio de 1941, el general José Manuel (Mocho) Hernández, Jefe Civil y Militar de Guayana en 1889, por decreto del 14 de octubre de ese año, designó una comisión para la constitución del “Museo Guayana”. Esta comisión integrada por Juan Avis, Brígido Natera, Andrés Montes, Keneth Mathinson, Luis Aristiguieta Grillet, Aurelio Battistini, Carlos Urbano Taylor y Tomás Machado Siegert, no tuvo éxito en su misión debido a la inestabilidad de los gobiernos de entonces.
Desaparecido el Museo Talavera, cinco o seis años después, el antropólogo Alfredo Inaty, quien en la etapa final de estudiante de la Escuela de Antropología de la UCV, participó con otros compañeros bajo la dirección del profesor Adrián Lucena en excavaciones arqueológicas en la zona de Guri y otros lugares del estado, procuró interesar en 1965 al Gobierno de turno para la formación de un Museo Antropológico. En principio se aceptó tímidamente y sus promotores comenzaron a reunir en el sótano de la Biblioteca “Rómulo Gallegos” las primeras piezas con ese fin, pero ello no pasó de allí y corrió la misma suerte que le depararía al proyecto del arqueólogo Jorge Armand, hoy con el proyecto Cubagua, cuando estuvo aquí contratado por la Universidad de Oriente como profesor de la Escuela Básica y quiso fundar el “Museo del Hombre de Guayana”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario