Primero que la Pepsi, llegó a Ciudad Bolívar la Coca-Cola que además de apaciguar el calor sofocante del verano, también aprovechaban los bolivarenses para ligarla con ron y amargo de Angostura. A falta de amargo bueno era el limón y con esa liga llamada “Cuba libre”, los antiguos compañeros de estudio de Patricia García Castillo la celebraron como la primera mujer psiquiatra de Venezuela.
Patricia García Castillo, la primera venezolana graduada médico-psiquiatra, era guariqueña de Zaraza, pero su adolescencia y estudios de secundaria se cumplieron en Ciudad Bolívar. Su padre Luis Felipe García era tripulante de uno de los barcos que realizaban el comercio de cabotaje por el Orinoco y ello explica el porqué la muchacha se vino a seguir sus estudios en Ciudad Bolívar mientras su madre Carmen Castillo la controlaba desde su lugar de origen. Era una de las poquísima mujeres que estudiaban en el Colegio Federal cuando tenía sede en la Casa del Congreso de Angostura. De allí egresó bachiller en 1940 y ese mismo año ingresó a la UCV. Egresó en el 46 y luego de ejercer en La Guaira y Caracas como médico cirujano, pasó en 1950 a realizarse como Psiquiatra, la única mujer entonces entre tantos hombres que creían que la psiquiatría sólo podían ejercerla ellos. Llegar al mundo de la psiquiatría la motivó desde su adolescencia las creencias de muchos guayaneses absorbidos por la magia de la brujería y los ritos chamánicos.
Ese cóctel al que se hicieron adictos los bolivarenses en picoteos, parrandas y arrocitos terminó popularizándose como “Cuba libre”, pues de acuerdo con la leyenda, las fuerzas norteamericanas que colaboraron con Cuba durante la guerra Hispano-Estadounidense, mezclaban regularmente ron y bebida de cola en un vaso con hielo. Esta bebida empezó entonces a denominarse Cuba libre, en honor al grito de batalla de las tropas cubanas.
Al parecer quien trajo la novedad de la “Cuba libre” a Ciudad Bolívar fue el médico cubano Ramón Flores, quien trabajaba en la Clínica Cuenca con el doctor Manuel Siverio. Flores era de nacionalidad cubana y por no tener la revalidación de su título, trabajaba en la clínica como técnico radiólogo.
Estaba emparentado con el doctor Manuel Felipe Flores, quien falleció el 18 de marzo de ese año 1950. El médico Manuel Felipe Flores llegó muy joven a Guayana. Miembro fundador de la Cruz Roja, director del Hospital y de la Clínica de los Niños Pobres.
A raíz de su muerte, una biblioteca pública con 218 libros fue bautizada con su nombre. Las otras bibliotecas de la ciudad eran la del Auditorio Simón Rodríguez con 1.255 volúmenes y la María Antonia Mejías con 62. En la actualidad esas bibliotecas no existen, fueron gradualmente despojadas de su fondo bibliográfico. Por el mismo camino va la Rómulo Gallegos. Cuando los usuarios no se llevan los libros entre la cota o debajo de las faldas, simplemente los mutilan. Debería establecerse un control tal cual como el existente en la Biblioteca Nacional.
La Logia Asilo de la Paz No. 13, fundada el 4 de septiembre de 1926 al conmemorase el primer centenario de natalicio de Ramón Isidro Montes, disponía de una biblioteca especializada, pero no era pública. Igualmente disponía de un Servicio de Venereología que fue orientado hacia los Servicios Prenatal por don Natalio Valery, quien era el Venerable maestro.
Don Natalio Valery era dueño de la “Embotelladora Orinoco”, fabricante de la Coca-Cola que tenía depósitos en San Félix, Upata, donde también se popularizó la “Cuba libre, sólo que en vez del ron Bacardi cubano utilizaban el ron Bucare.
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