Al "Zorro de la Gran Sabana" capitán jesús Guzmán López, siendo piloto de Aeropostal le tocó por sorpresa llevar a Jóvito Villalba al exilio después de las elecciones de 1952 en las que URD le ganó las elecciones al gobierno. El General se alzó con “el coroto” y Pedro Estrada lo obligó a trasladar a Villalba y otros dirigentes fuera del país. Ocurrió en la mañana del 16 de diciembre de 1952 cuando todo el mundo esperaba los resultados electorales. El Capitán Guzmán López (en la foto) se hallaba en su casa y a las 3 y media de la mañana lo llamaron porque tenía un vuelo especial desde la Carlota. Ignoraba lo que estaba pasando y cuando llegó al aeropuerto se encontró con la orden de llevar al exterior sin rumbo fijo a un grupo de hombres adversos al Gobierno.
El grupo de hombres adversarios al régimen lo integraban el máximo líder de URD, Jóvito Villalba, el profesor upatense Humberto Bártoli, el doctor Luis Hernández Solis, Profesor José Alfonso Medina Sánchez, Raúl Díaz Legórburu, Jesús Alfonso Marín Sánchez, Ramón Tenorio Sifontes y el estudiante Víctor Rafalli. Estos directivos urredistas fueron invitados por el Gobierno de Marcos Pérez Jiménez a abandonar el país
El doctor Laureano Vallenilla Lanz, Ministro del Interior declaró a nombre del Gobierno y ante los periodistas convocados a su despacho, que el doctor Jóvito Villalba, Secretario General de URD y otros dirigentes de la misma agrupación política habían salido del país en las primeras horas de la mañana en un avión expreso de la línea Aeropostal Venezolano con destino a Panamá.
En total sumaban ocho los dirigentes urredistas y de todos al único conocido para el Piloto era Jóvito Villalba. La orden recibida disponía llevarlos a donde ellos quisieran, pero Villalba no tenía otra alternativa sino Panamá y allá los dejó después de haberles entregado un paquete con dólares a cada uno de ellos, menos a Villalba que se negó aceptarlo.
El paquete de dinero destinado a Jóvito lo entregó a Pedro Estrada tan pronto Guzmán López regresó a Venezuela. La constancia de que devolvió el dinero la entregó su hermana a Villalba cuando retornó del exilio en 1958. Pero el “Zorro” Guzmán López se lamenta: “el Maestro ni siquiera me dio las gracias”.
El hombre que llevó a Jóvito Villalba al exilio después de las elecciones de 1952 usurpadas por el dictador Marcos Pérez Jiménez, se eternizó en Ciudad Bolívar y abandonó la aviación porque la edad y la ley se lo exigían y se resignó a ver volar los aviones desde su modesta quinta de la avenida Marmión, recordando sus tiempos de piloto de la Fuerza Aérea durante los años treinta y cuarenta del siglo pasado. Entonces lucía las tiras de subteniente y de jefe de la Escuela del Aire.
Después de trabajar para Aeropostal, se vino a Ciudad Bolívar como piloto de Aeroven y de la empresa Lebca posteriormente. Voló sin tregua durante cuarenta años, al cabo de los cuales decidió aterrizar para no volar ni en cola, no vaya a ser cosa, pues accidentes tuvo muy pocos y sin mayores consecuencias.
Ese apodo de “Zorro de la Gran Sabana” realmente era del piloto Juan Venegas, quien pereció junto con cuatro pasajeros en accidente aeronáutico y luego se lo encasquetaron a él, tal vez por su habilidad y pericia cubriendo las difíciles rutas de la selva de Guayana.
. El Capitán de la aviación Jesús Guzmán López, mejor conocido en el medio aeronáutico como Zorro de la Gran Sabana, me dijo una vez que despuès de volar tanto, lo mejor es sentarse en el orche de la casa a saborear las uvas del tiempo.(AF).
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