sábado, 22 de septiembre de 2012

Comentarios de ayer


Comentario desde Maracay dedicado a la columna sobre el río Orocopiche: Amigo y Cronista Américo. Hace muchos años, visitamos al pueblito de “El Almacén” con mi padre don Pedro Sánchez, quien para esos años era el propietario de Librería “Caroní”, en calle Venezuela. Los domingos, íbamos a comprar patillas, las de corazón blanco que son muy dulces las traían los indios en curiaras largas, cargadas al máximo, cosechadas en las islas cercanas. Recuerdo que en una oportunidad, después de bajar una carga de patillas había un cajón negro pequeño de madera rústica. Luego de la compra correspondiente y comer unas empanadas, le preguntamos a los indios qué había en el cajón y la respuesta fue: “¡Un cuerpo!” Se referían a que traían el cadáver de un indígena fallecido en su caserío la noche anterior y que lo traían para que el comisario de El Almacén les autorizara el entierro, pero eso era como nada especial. Su función principal allí era lo de las patillas. Lo cierto fue que el comisario no apareció y se llevaron su cadáver de vuelta. (edicionpedromd)
Comentario del doctor Galo Yánez sobre “El Orinocómetro” desde Canadá: Sería conveniente añadir que, aunque parezca mentira, fue necesario llegar a la década de los años 60 y a la creación de la Universidad de Oriente, en Ciudad Bolívar, para que el geólogo José Nancy Perfetti, para entonces director de la Escuela de Geología de la UDO, instalara en el Puerto Blohm del Paseo Orinoco, un Orinocómetro con la última tecnología: una escala calibrada en centímetros y en correspondencia con la cota topográfica de ese lugar. De esta manera se tenían las variaciones del nivel del río con su cota referida al nivel del mar.
Comentario desde EE UU sobre “Amargos de Angostura”: Thanks for the info! I've studied the history of the Teodoro Meinhard version of the product. I maintain the Wikipedia entry for Meinhard's bitters. I have never seen the name “Amargo de Guayana” used for the product, so I am glad to learn it. I also thought “Amargo de Ciudad Bolívar”, de Guillermo Eugenio Monch, was another name for Meinhard’s bitters, so I am glad to learn it. I'd be interested in any information on this subject. Thanks Bill (holmestarr).
Mensaje del doctor Víctor Medina desde Maracaibo: Hola Américo, por encima de todo eres un comunicador social. Debo agradecerte con la condición de amistad superlativa que nos vincula, aunada a la permanente admiración por tu talento y aprecio. Hermosa la estampa que dedicas a tu amigo algo abatido en medio de una íntima turbulencia por la pronta partida (otra vez) de mi amada ciudad. Duro de verdad, Américo. El destino impone su yugo, pero, un hijo debe retornar cuanto sea factible al regazo de su madre.
Mensaje de Lorena Aymara desde España: Estimado Américo: Esperamos que estés bien, que hayas descansado durante el fin de semana. Fue un placer para nosotras conocerte y charlar largo y tendido. Muchísimas gracias por el archivo con tu texto sobre el cine en Ciudad Bolívar. Valoramos mucho tu trabajo. Es una suerte que una ciudad cuente con un cronista como tú. Si pudieras darnos información sobre la fundación de los primeros campamentos alrededor de la laguna de Canaima, mucho te lo agradeceríamos. Recibe un abrazo, seguimos en contacto.
Mensaje de Jesús Esteban Hernández (La Guaira): Querido Américo, mil y una gracias por su estimable aporte, pues demuestra, además de su enjundioso tratamiento de la historiografía, la generosidad de trasmitir saberes, así, al igual que mi familia, le quedo muy reconocido. Particularmente por mi mamá de 84 años, que vino de por allá lejos hace casi 70 años, pues su investigación le fue más que refrescante, ya que le salió abuelo de cierto tono, para seguir mandando a su familia central de dudosa godarria. Seguiremos contactados y a su mandar.(AF)

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